Para los intereses imperialistas, Ginebra II está condenada al fracaso

Después de numerosas cancelaciones y la ausencia de destacados actores en el conflicto sirio, la conferencia de paz de Ginebra II llega muy debilitada y con pocas perspectivas para encontrar una solución favorable a Occidente a los casi tres años de conflicto. Luego de la derrota de los terroristas extranjeros ante las tropas sirias, y sobre todo del fracaso de EEUU cuando los dos misiles de última generación que lanzó desde Rota (España) fueron interceptados y destruidos por tecnología de defensa rusa, ha cambiado completamente el panorama. A los países imperialistas no les interesa una conferencia donde la hegemonía la tienen otros. A continuación, se exponen algunas de las claves que hacen prever el fracaso de esta cumbre.

División de la oposición: La Coalición Nacional Siria (CNS) es una inventada amalgama de grupos con intereses y padrinos extranjeros distintos. Países como Arabia Saudí, Qatar o Turquía tratan de imponer su postura de acuerdo con su agenda regional y lo que le dictan sus jefes occidentales. La reciente marcha del Consejo Nacional Sirio merma aún más a la Coalición y deja al sector proqatarí debilitado. La CNS se mantiene firme en que Bashar al-Assad no debe jugar ningún tipo de rol en una futura transición. Este punto, innegociable por ambos bandos, es el principal escollo.

Control zonas sobre el terreno: Mientras el Gobierno controla amplia zonas del terreno, los terroristas van de mal en peor. El brazo armado de la CNS, el Ejército Libre de Siria, se ha ido fragmentando y cediendo el control de las pocas zonas arrebatas al Gobierno que le quedaban al Frente Islámico, Jabhat al-Nusra y el Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS). El Frente Islámico, resultante de la unión de siete grupos islamistas y con cerca de 45.000 hombres, no tiene representantes en la CNS. Jabhat al-Nusra y el ISIS, vinculados a Al Qaeda, controlan pequeñas zonas del norte del país. Por lo tanto, aunque improbable, si hubiera que negociar paz por territorios el CNS no puede negociar ya que el territorio que controla es irrisorio.

Ausencia principal facción kurda: En relación al punto anterior, el Partido de la Unión Democrática (PYD) -brazo político del PKK [marxista] en Siria-, controla amplias zonas del norte y no ha sido invitado a la conferencia. En el Kurdistán sirio viven cerca de 3 millones de kurdos -el 10% de la población siria- y desde el PYD advierten que «no es posible solucionar la guerra en Siria sin resolver el conflicto kurdo». La no invitación a Ginebra tendrá una rápida y contundente respuesta de la principal formación política kurda.

Ausencia de Irán: Finalmente la ONU ha retirado su invitación a Teherán ante las presiones del imperialismo occidental. Craso error puesto que Irán es el principal aliado del Gobierno sirio y de Hizbulá y ha tomado un papel activo en el conflicto. El acercamiento entre Washington y Teherán y la desactivación del plan nuclear por el Gobierno iraní debería tener su continuación en la mesa de Ginebra. En el conflicto sirio se libra una guerra entre el proyecto occidental de apropiarse del petróleo y favorecer a Israel, y un proyecto antiimperialista de liberación nacional. Aunque esté disfrazado de conflicto entre 'suníes' -encabezada Arabia Saudí, Qatar y Turquía- y 'chiíes', por la hegemonía de Oriente Próximo. La continuación de Bashar al-Assad en el gobierno de Damasco es clave para la supervivencia del eje antiimperialista Teherán, Bagdad (gobierno de Al-Maliki), Damasco, Hizbullah (Líbano).

Interesa que la guerra continúe: Tres años y 150.000 muertos después no parece vislumbrarse la luz al final del oscuro túnel sirio. No olvidemos que la solución a la guerra lamentablemente no está en manos de los sirios sino de la 'comunidad internacional' y los actores regionales implicados. Más allá de la venta de armas y los negocios derivados de un conflicto, a diferentes estados imperialistas les interesa que el conflicto se prolongue para que sus enemigos sigan desactivados. EEUU, Israel y la UE (junto a sus aliados, las dictaduras del Golfo) ven ahora como Hizbulá combate junto a las tropas sirias contra los terroristas islamistas y Al Qaeda y, estos a su vez se enfrentan entre ellos. Por su lado, Ankara observa como el PKK también está en contra de la invasión extranjera, al enfrentarse en Siria a los yihadistas. Israel presiona porque no logra cumplir su sueño dorado de ver cómo después del paso dado por Irán sus enemigos regionales vayan siendo desactivados. Mientras tanto, los cerca de seis millones de sirios entre desplazados y refugiados sufren las consecuencias de la realpolitik occidental.