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Nueva huelga en Grecia contra de las políticas de austeridad
Al menos 30.000 griegos se movilizaron durante la primera huelga general del año, para protestar contra los recortes en el sector público, los despidos masivos y las medidas de ajuste impulsadas por el Gobierno en complicidad con los acreedores internacionales. Exigieron el cumplimiento de sus derechos sociales.
La movilización fue convocada por los sindicatos más grandes del país, la Confederación General de los Trabajadores Griegos (GSEE), del sector privado; y la Confederación de Funcionarios (ADEDY), del sector público. La mayoría de los servicios se vieron afectados y se estima que las medidas de fuerza durarán hasta el jueves.
A lo largo del recorrido de las movilizaciones predominaron los cantos en contra de la Troika entre los que destacaba “¡UE, FMI toma el rescate y vete de aquí!”. Los mensajes de repudio también estuvieron dirigidos contra la canciller alemana, Angela Merkel, quien se reunirá con el Primer Ministro griego, Antonis Samarás el próximo viernes. Se estima que discutirán sobre el denominado “proceso de recuperación” de la economía griega.
Desde hace unos meses, Grecia ocupa el primer lugar en la lista de desempleo de los países de la Unión Europea: en diciembre del 2013 la desocupación llegó al 27,5%. Pese a esto, las autoridades continúan aplicando las medidas impuestas por la Troika. A finales del 2014 el Gobierno griego deberá realizar un nuevo recorte si desea continuar recibiendo la ayuda financiera de estos organismos. La medida implicará el despido de 25.000 empleados del sector público.
La GSEE se refirió a los planes del Primer Ministro Samarás como “las políticas de vía muerta que exprimieron a los trabajadores”, e “hicieron nuestra vida miserable”. Al respecto, el economista Pau Antoni Monserrat Valentí, indicó que el principal argumento de la Troika, que sostiene que a mayores recortes no habrá mayores posibilidades de creación de empleo, es falso. Indicó que los planes de financiación son en realidad perjudiciales para el país, en la medida en que solo generan desempleo y son brindados para que Grecia pueda pagar sus deudas con los bancos europeos. Aquello que los organismos internacionales denominan “ayuda”, no es más que una “autoayuda” del sistema financiero global, que conforma un círculo vicioso.
Las manifestaciones contra las políticas de austeridad son recurrentes desde el primer “rescate” en el 2010. Algunas de ellas contaron incluso con la presencia de más de 100.000 griegos.
A pesar de que el ingreso de ciudadanos griegos disminuyó en un tercio desde el estallido de la crisis, y que una de cuatro personas está hoy sin trabajo, el Ministro de Finanzas, Yannis Stournaras, se manifestó optimista y señaló que no hay apuro para que el país regrese a los mercados internacionales. Agregó que Grecia ya tiene “cubiertas su necesidades de financiación” para los próximos doce meses.
