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Mundo, James Petras :: 01/06/2014

Es muy superficial hablar de victoria de los fascistas en la UE

James Petras - La Haine
El nacionalismo derechista avanzó mucho porque la derecha neoliberal y la socialdemocracia apoyan a una institución que está controlada por los banqueros

Análisis de James Petras en CX36, lunes 26 de mayo del 2014. Escuchar: http://www.ivoox.com/james-petras-26-mayo-audios-mp3_rf_3156566_1.html

JP: Empezamos con Ucrania donde podríamos decir que un tercio del país no votó. Entre los que votaron podríamos decir que una mayoría apoyó al oligarca más corrupto en la historia de Ucrania, supuestamente un personaje que ganó su dinero manufacturando chocolates pero es falso. La mayoría de sus ingresos vienen de los asaltos y robos del Tesoro cuando era Ministro en gobiernos de oligarcas. En todo caso lo que tenemos que decir es que fueron elecciones totalmente ilegítimas, porque primero ocurren durante un período de guerra civil, un terrorismo que está lanzado sobre la parte este y sur del país. Excluyeron a más de una docena de candidatos porque no apoyaban el golpe ni la Junta Militar. Entre terrorismo, guerras y exclusiones podemos decir que estas elecciones no tienen validez.

El señor que ganó las elecciones –Petro Poroshenko- ganó solo con el voto del 20% del electorado, el 60% no votó y de los que votaron podríamos decir que él tenía la mayoría del 20%.

Ahora lo importante son las declaraciones que hizo este señor Poroshenko. Dice que una vez que esté ocupando el gobierno, el país va a integrarse en Europa. Segundo, que va a lanzar una guerra masacradora contra los independentistas y los demócratas en el este. Entonces las elecciones son para dar legitimidad a una prevista masacre que va afectar a un tercio del país, no es la antesala del desarrollo de la democracia.

Poroshenko tiene una táctica, va a tratar de ganar la simpatía de Rusia ofreciendo no integrarse a la OTAN. Buscará mantener relaciones comerciales con Rusia pero al mismo tiempo va a integrarse en Europa. Va a imponer la política de austeridad de occidente, mientras va aplicar mano dura represiva contra independentistas y demócratas.

Yo no sé si Rusia está dispuesta a aceptar un Presidente que ofrece mejores relaciones internacionales pero más represión internamente con los partidarios de la democracia y de las relaciones con Rusia. No son nada democráticas las elecciones y las consecuencias son desastrosas para los ucranianos.

La economía de Ucrania está a punto de colapsar, han cortado las pensiones a la mitad, han aumentado los costos del gas, la energía y los alimentos. Lo que uno puede notar también en este proceso son los esfuerzos de dar el control a los militares y paramilitares afiliados con el régimen y marginar a los neofascistas que sólo consiguieran un 1% de votos.

Esta derecha fascista sirve en un momento represivo. Pero ahora, este nuevo Presidente busca fortalecer al ejército y a los contratistas militares del exterior. Vamos a ver cómo puede funcionar una Economía en bancarrota, con enormes deudas y falta de energía. Ni Poroshenko ni nadie en la Junta puede lanzar una recuperación post elección.

EChI: Recibimos noticias de que en este momento están bombardeando el aeropuerto de Donetsk y que Moscú dice que está dispuesto a dialogar con Poroshenko.

JP: Sí, es lo que estamos diciendo. Rusia busca mejorar sus relaciones internacionales con Poroshenko como el mal menor; y va a ignorar la represión y masacres contra sus partidarios en el este, que no los tiene como prioridad. Es la gran tragedia ahora para los demócratas y los independentistas en Donetsk, porque el auto-gobierno y la auto-defensa va a enfrentar una feroz represión en este período post electoral.

Sobre Colombia, podríamos decir que la gran victoria es para el ausentismo. El 63% del electorado no votó o votó en blanco. Sólo el 37% del electorado votó, y entre ellos el sector totalitario klepto-narco-paramilitar ganó con un porcentaje cercano al 30%. Ganó Óscar Zuluaga, que es un clon de Álvaro Uribe, el peor y más sangriento presidente en toda la historia de Colombia.

Ahora, Juan Manuel Santos consigue el 26% en esta primera vuelta. En la segunda vuelta, el próximo mes, van a unificarse sectores de centro y centro izquierda apoyándolo para culminar el tratado de paz.

El hecho importante es que en Colombia hay 3,7 millones de personas dispuestas a apoyar una versión totalitaria del fascismo sangriento. Hay un sector como en la Alemania nazi que quiere ver un gobierno dispuesto a matar a cientos de miles de personas para mantener el poder los oligarcas y los sectores más retrógrados del capitalismo latinoamericano.

Santos no es un santo, es un derechista también pero está en negociaciones de paz con las FARC y está sometido a las presiones de las masas populares, particularmente sindicatos y movimientos campesinos. En este caso lo que está en juego es que EEUU apoya a cualquiera de los 2 mientras permite a las 7 bases militares continuar, mientras mantengan el tratado de libre comercio bilateral.

Pero Colombia me parece un país totalmente polarizado entre el 63% que no votó y la derecha dura que tiene el 30% y entre las dos fuerzas uno puede mediar otras fuerzas. Colombia está a punto de relanzar una feroz guerra contra las clases populares, contra la insurgencia. Y ya veremos si en las próximas elecciones Santos trata de capturar el voto progresista o si empieza a adaptarse a las presiones de los sectores fascistas.

EChI: ¿Y las elecciones europeas cómo las entendemos?

JP: Vamos a analizar eso porque hay malos entendidos. Muchos hablan de la victoria de los fascistas, y me parece muy superficial, particularmente si analizamos el contexto del voto. La derecha nacional, lo que algunos llaman ultraderecha, el nacionalismo derechista, avanzó mucho. ¿Por qué? Porque la derecha neoliberal, que incluye a los socialdemócratas, los democratacristianos, apoyan una institución, la Unión Europea, que está controlada por los banqueros.

En Bruselas los parlamentarios ganan €120.000 al año de salario, más €60.000 por gastos: €180.000 por trabajar 5 minutos por día. Es un robo total. Pero más que nada los planes económicos y las imposiciones de la UE, implantaron la austeridad que generó millones de desocupados perjudicando las economías locales, dictando políticas sin consultar con el electorado.

Así, la derecha atacando a la Unión Europea como antidemocrática y antipopular, gana apoyo. Y toda la izquierda que habla de democratizar la UE está tirando piedras en su propio tejado, porque todos saben que no hay ninguna posibilidad de reformar la UE. La única forma de lanzar otra política es romper con UE y volver a las raíces nacionales donde los gobernantes tienen que responder directamente al electorado. Y la derecha hábilmente capitalizó este sentimiento antidictatorial, anticapitalista, con un capitalismo nacional, un capitalismo que apoya a los productores locales. Y simplemente tachar eso de fascistas me parece perder la pista.

La derecha es muy contradictoria, la derecha nacional, porque los mismos capitalistas por un lado se quieren proteger y por otro tienen vínculos con los bancos internacionales. Los que están apoyado este planteamiento de la derecha dura está confundiendo los problemas de inmigración con los problemas del capitalismo, porque el mismo capitalismo está bajando los salarios, sea extranjero o nacional. Son los mismos capitales que quieren bajar los gastos sociales y las pensiones.

La plataforma anti-Europa, anti-Bruselas mejor dicho, es un discurso demagógico en el sentido de que atrás de este anti-euro hay una política capitalista igualmente reaccionaria vinculada con políticas antipopulares en lo sindical y en lo social.

Pero mientras tanto, la derecha neoliberal ha sufrido grandes golpes. En Inglaterra el grupo euro-esceptico ganó la primera votación. En Francia el Frente Nacional ganó la primera votación. Pero en Grecia, donde la izquierda puede capitalizar la hostilidad hacia Bruselas, la izquierda más consecuente ganó. Pero vamos a ver si llegan al gobierno, están a la altura de romper con Bruselas porque esa es la clave. Bruselas y la dominación del euro, es un tipo de imperio, un tipo de poder colonial que dicta la política de cada país fijando los presupuestos, los gastos, las inversiones.

Entonces, romper con este imperio centrado en Bruselas es la precondición para lanzar cualquier política social. Y la derecha nacionalista reconoce eso y lo capitaliza. Y los pueblos reconocen eso, porque entienden que la política de la Unión Europea es la culpable de la desocupación, la inseguridad y el cierre de empresas que se reubican en otros países.

EChI: Petras, aquí se dice que bajaron los de centro y la socialdemocracia. ¿Eso es así?

JP: Si analizamos a Hollande en Francia, por ejemplo, autotitulado socialista, termina siendo el peor partido porque gasta enormes sumas en las guerras imperialistas, en Libia, en Siria, en África, mientras descuida todos los programas de inversión y de industrialización del país.

En este sentido, los que se llaman socialistas son socialimperialistas. Social en el nombre e imperialistas en la práctica. Y lo mismo en sus consultas con el capital sobre los programas de recortar impuestos a los empresarios, es una política claramente capitalista.

Entonces, lo que llamamos social-democracia en Europa ya no existe. En Grecia pactaron con la derecha, con el FMI, el PSOE en España lo mismo. Tenemos un fenómeno donde la antigua social-democracia se ha convertido en una nueva cara de la derecha tradicional.

Y en este vacío está la competencia entre la derecha nacionalista que hemos comentado y sectores de izquierda. Mientras la izquierda siga prestando apoyo crítico a la social-democracia, seguirá perjudicada. No están en posición de aprovechar el rechazo a la social-democracia. Y eso pasa en Europa, en Inglaterra y en Francia donde la izquierda socialista, los comunistas y los otros dieron apoyo crítico al Partido Laborista, a Hollande, y ahora sufren las consecuencias. La gente dice, por qué votar por esta izquierda radical cuando a final de cuentas está a la cola de los social-demócratas que están castigándonos.

En este caso, por la falta de opciones, en vez de votar a la izquierda contra la derecha optaran por la derecha nacionalista. Y al final de cuentas podríamos decir que es una derecha nacionalista con más retórica que implementación.

EChI: No nos vamos del tema elecciones porque queremos conocer tu análisis sobre Egipto.

JP: Sí, lo de Egipto no es una elección, es un concurso de belleza porque hay sólo un candidato que es el general Al Sisi, que es producto de un golpe de Estado violento, que aplicó medidas terroristas encarcelando a miles de opositores, censura de toda la prensa, prohibición de cualquier asamblea. Entonces, es una elección con un segundo candidato que es un ornamento y no tienen ninguna posibilidad de conseguir nada.

Este golpe-elección es lo que van a hacer en otros países. Hay una ola de golpes actualmente que debemos anotar. Primero en Egipto, después en Ucrania, después en Tailandia y después de cada golpe, los golpistas hacen una limpieza brutal contra la oposición. Y luego, en asociación con los países occidentales, convocan a unas elecciones donde la oposición no tiene ninguna posibilidad de participar efectivamente.

Pero debemos prestar atención, a ver si esta ola de golpes es la nueva estrategia del imperialismo. Apoyanr golpes derechistas para tratar de mantener la situación estable frente a la desintegración económico-social y frente al descontento.

Ojalá que no tengamos que pasar otra vez por los golpes como los de los '70 y '80 donde frente al desafío popular, los imperialistas con sus socios militares lanzaron golpes en Uruguay, Argentina, Chile, Brasil. Ahora lo vemos en Egipto, Ucrania, Tailandia, tratando de evitar cualquier expresión nacional y popular socializante.

Me parece que las elecciones son una forma de dar legitimidad a esta ola golpista. Y Egipto es un clásico caso de eso.

EChI: ¿Los latinoamericanos estamos fuera de esa tendencia?

JP: Lo que pasa es que en el caso de Uruguay, tal vez Brasil y otros países, los gobernantes que antes se identificaban como de centro-izquierda han optado por una posición proimperialista. No hay ninguna amenaza desde esos gobiernos, no hay ningún populismo, ningún nacionalismo. Entonces, ¿para qué dar un golpe?

En los '70 ocurrían porque tenías un Frente Amplio combativo, nacionalista, socializante, profundamente vinculado con la lucha de clases. Aquí tenemos ahora la lucha para conseguir más capitales y más bases militares. En este caso, cuando cumples con el FMI, nunca vas a encontrar golpes.

EChI: Muy bien Petras, agradecemos mucho el análisis que ha sido completísimo, cerramos por acá salvo que tú tengas algo para agregar.

JP: Bueno, si, comentar lo que creo que va a ocurrir a continuación en la Unión Europea. La respuesta de la derecha nacionalista será apoyarse en los sectores más retrógrados de Europa, van a buscar castigar a los inmigrantes y no a Bruselas.

Creo que la derecha va a crecer más pero va a tratar de acomodar a los liberales para ganar mayorías. Me parece que no hay ninguna amenaza de fascismo, hay un acomodo entre la derecha neoliberal y la derecha nacionalista. Y en esta mezcla van a resurgir las contradicciones, porque este pacto no puede solucionar los grandes temas que provocaron el brote derechista. Sólo un proyecto socialista que permita participar a la gente podría dar una respuesta contundente y consecuente.

Extractado por La Haine

 

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