lahaine.org
:: 28/06/2014

A 41 años: Aunque el cántaro se rompa…

Irma Leites

Pasaron más de cuatro décadas de aquel 27 de junio de 1973 [día del golpe de Estado] y advertimos que en medio del mundial de fútbol y la campaña electoral necesitamos de sonidos muy contundentes, para abrirnos camino entre entregas y mentiras organizadas. ¡Mudos y maniatados nos quieren los mediadores, en medio de los dos circos!

Luce la firma de Lucía Topolansky al pie de la Ley 19.211 cuyo artículo 1 narra así aquel momento: Declarase el 27 de junio de cada año "Día de la Resistencia y Defensa de la Democracia" honrando la memoria de quienes defendieron la libertad y la plena vigencia del Estado de Derecho.”

¡Habíamos decidido en la clandestinidad (elegida a conciencia) ser parte de la rebelión internacional buscando justicia social, contra aquella dictadura de clase cada vez más militarizada! ¡El pleno estado de derecho ya nos había asesinado, torturado encarcelado, secuestrado, desaparecido para perpetuar la dominación, la explotación! ¡La Justicia militar nos ponía –le ponía a Lucía entre tantas- Asociación subversiva 45 años de prisión!

En estas sociedades donde toda la humanidad siente la soledad de andar un tiempo sin tiempos para sentir y oír lo que nos rodea…nos preguntamos cómo volver a sentir el hilo invisible, la identidad de las búsquedas de los sueños…y compartirlo. ¿Cómo? ¿Cómo desarticular la infame mentira? Saldrán a decir que somos los sesentista de siempre. No luchamos por aquella ni esta democracia, luchamos por la revolución; sin dudas nos dirán, “eso es un panfleto”.

En este mundo donde de a poco el cemento de las pasteras sustituye ríos, arroyos y árboles, donde obligamos a los pájaros a emigrar…y donde ya los gurises creen que los tomates y las lechugas son fabricados por Devoto o Macromercado; parece que vamos olvidando dónde están las fuentes. ¿Es que ya no va el cántaro a la fuente por agua o el cántaro vuelve tan agujereado que llega sin agua?

Al principio –cuando se avecinaba el retiro de la dictadura cívico-militar- fue aquella exigencia desde las entrañas, inmediata: Ahora, ahora, resulta indispensable aparición con vida y castigo a los culpables. Era concreto: los tienen presos torturados libérenlos, íntegros física y sicológicamente.

Los familiares de desaparecidos –las madres de Plaza de Mayo, las Abuelas- entendían que con su lucha estaban socializando la maternidad. Que ellas, las madres habían quedado embarazadas para siempre en la búsqueda de sus hijos desaparecidos. Habían heredado el óvulo y el esperma. Para defenderlos, para reencontrarlos, necesitaban que fuese un reclamo de toda la sociedad. Todos fuimos y somos violentados. Circe Maia emocionó –emociona- con Otra voz canta, extraordinariamente hondo: Dicen que ahora viven, en tu mirada. Sostenlos con tus ojos, con tus palabras; sostenlos con tu vida que no se pierdan, que no se caigan.

Allá por 1985 este pueblo parecía ir camino de profundizar los programas emancipadores históricos, aparecían nuevos movimientos, que lentamente fueron desapareciendo. Parecíamos unidos por justicia. El tiempo pasó y esa consigna mutó en la exigencia de una aparición en términos de memoria. Se transformó en un movimiento en busca de sus desaparecidos, hallar a los culpables, castigarlos.

Pero ya sabíamos:

Estaban detenidos desaparecidos asesinados. En algún lugar estaban.

Los Estados articularon la negación, el olvido. Menen. Sanguinetti. Lacalle. En ese tiempo los movimientos de DDHH estaban en oposición a los Estados, separados por nuestros sueños y nuestros muertos.

Luego esa exigencia transmutó en discurso articulado en términos de conciliación-reconciliación. Año 2000, gobierno de Batlle. Los Estados van a reformularse en veedores de los DDHH. Y ya las autonomías de muchas de las organizaciones de DDHH quedaron jaqueadas. Los huesos de nuestras compañeras ¿buscados por todos? Los huesos de nuestros compañeros ¿reclamados por todos?

¿Desde EEUU a la Tierra del fuego? ¿Buscados por Estados que resolvieron y articularon la desaparición como política de exterminio? ¿Junto a movimientos sociales, Familiares y organismos internacionales? Estrategia restauradora, para fundar un nuevo Estado “democrático” tan dictador como la dictadura cívico-militar.

¡Los Estados son canalizadores, moderadores de los nuevos movimientos sociales! Se apropian de las banderas y las destiñen. Las levantan y las bajan a conveniencia demagógica.

Algunos juicios. Idas y vueltas. Puntos finales. Leyes de impunidad. La patota más notoria, la más denunciada, va a prisiones de impunes -VIP- y el tema es relativamente “acotado”. Pero sigue latente.

Es decir un fraude miserable. Tan falso y ruin como aquello de que las guerras “nacionales” de la sociedad capitalista, son las guerras del proletariado. Los ejércitos, vencedores y vencidos, los Estados correspondientes se unen para seguir su misión. Aunque ellos quieran hacernos creer que se produjo la “desintegración total del horror”

Fraude que queda al descubierto cuando la lucha de clases estalla en cualquier sitio de la sociedad. Y todos apuntan a someter el conflicto, a reducirlo a su mínima expresión. El dominio de clase ya no puede ocultarse y aparece el garrote empuñado por “los salvadores”. Mágicamente las FFAA se “reciclan” y “nada tuvieron que ver las de hoy con las dictaduras”. Por tanto, vuelven a ser reivindicadas en su rol represivo, eso sí, contra los que luchan hoy. Los grupos económicos que las necesitaron para parar la revolución, nada tuvieron que ver con los etnocidios, genocidios, masacres.

La perversión de estas posturas lleva a que se condene la tortura bajo la dictadura militar pero no provoca una reacción contundente contra la desaparición y la tortura bajo la dictadura de la democracia. Por los mismos Estados de turno.

El motivo central de la articulación de estos discursos “separatistas de los dictadores” es el fraude perpetrado por el gobierno sustituto con el único motivo de frenar la lucha de clases. Aparecen como la alternativa, ¿tal vez porque el cántaro va no va más a la fuente? ¿Por qué ya no sabemos dónde está la fuente? ¿O porque el cántaro se rompió? ¿O por qué tememos que el cántaro se rompa?

Tal vez debamos ir igual y aunque el cántaro se rompa sabremos de donde partimos para saber a donde no ir y colectivicemos hacia donde queremos ir. Para empezar a decir de verdad que no hay nunca más, que no hay salidas si no podemos juntos articular que es ahora indispensable reconstruir nuestra identidad de lucha, no permitir que sea el Estado o las mayorías hegemónicas quienes cuente la historia.

¿Ir a la fuente del proyecto social de nuestras desaparecidas-desaparecidos? Tal vez, aunque tengamos los cántaros resquebrajados traeremos el agua en las cuencas de las manos.

Por aquello de que seguiremos caminando siempre. Hasta el final. Caminaremos… aunque el cántaro se rompa…

La Haine

 

Este sitio web utiliza 'cookies'. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas 'cookies' y la aceptación de nuestra política de 'cookies'.
o

La Haine - Proyecto de desobediencia informativa, acción directa y revolución social

::  [ Acerca de La Haine ]    [ Nota legal ]    Creative Commons License ::

Principal