lahaine.org
Brasil :: 21/07/2014

La crisis del fútbol brasileño es una metáfora de la vida cotidiana

Mario Hernández
Entrevista con el sociólogo del trabajo brasileño Ricardo Antunes :: Fue la Copa de la FIFA, de los ricos, de las transnacionales y no la Copa del pueblo

Mario Hernández (MH): Damos comienzo a “¿Sin salida?”. Entrevistamos a Ricardo Antunes con la idea de poder hacer un balance del Campeonato Mundial de Fútbol que concluyó hace una semana.

Ricardo Antunes (RA): Por una parte propiamente más política podría decirse que el Mundial brasileño empezó en un clima de mucha confrontación y huelgas, pero con intensa represión y manipulación, aunque por otro lado está lo deportivo. Los equipos, los partidos, algunos espectaculares, fueron creando un natural involucramiento de la población, sobre todo en la semana que pasó entre la victoria de Brasil a Chile y la derrota vejatoria con Alemania.

Por otra parte, la población brasileña siguió acompañando los partidos hasta el final y se podría decir en el plano deportivo que fue una Copa muy positiva, con muchos partidos lindos y disputados, con una fuerte presencia sudamericana, con sorpresas como Costa Rica y algunos equipos africanos.

Con el cierre de la Copa en Brasil comienza una situación nueva. ¿Qué será de las luchas y cuál será la repercusión política de una Copa más o menos bien organizada, que fue vista así por los visitantes de todos los países? Más allá de la tragedia para el fútbol brasileño. Y Argentina fue derrotada en el último partido contra Alemania pero podría haber obtenido una victoria.

En el caso brasileño hay una metáfora. Cuando Lula en el 2008 intentó conseguir la Copa del Mundo para Brasil, imaginaba que en el 2014 su ciclo virtuoso encontraría al país en un paraíso, pero nosotros no estamos allí sino en un momento de mucha tensión, del inicio de una disminución del crecimiento económico, en un contexto electoral donde infelizmente las elecciones son una disputa entre los partidos del orden.

La oposición de izquierda es muy pequeña y no tiene fuerza suficiente para cambiar la situación, a pesar de lo cual el país reingresará en un nuevo ciclo de movilizaciones, pero ahora más vinculadas con las reivindicaciones del día a día.

Este será un año económico depresivo, de mucha discusión política y la evaluación que se podría hacer es que la crisis que atraviesa el fútbol brasileño, que fue visible por lo menos en los dos últimos partidos, lamentables, es también un poco una crisis de vida en el país.

Hay un paralelismo, una metáfora de la tragedia. No se sabe si la participación brasileña fue una tragedia o una farsa, para recordar una frase clásica, o un poco de ambas. La situación brasileña tiene cierta similitud con la situación crítica que pasó la selección de fútbol. El fútbol es una metáfora de la vida cotidiana real.

Fue la Copa de la FIFA, de los ricos, de las transnacionales, no la Copa del pueblo

MH: Brasil no ganó el Mundial, pero tuvo un récord, el mayor despliegue de fuerzas de seguridad de la historia en un acto deportivo.

RA: Si en la Copa de las Confederaciones, el año pasado, la rebelión social que vivimos impulsó el desempeño de los jugadores, ahora se pasó a una cosa que va más allá de un equipo con muchas limitaciones, porque la tensión social del país amedrentó a los futbolistas que sabían que había mucha expectativa depositada en ellos.

Los brasileños somos un poco diferentes de los argentinos, creo que los conozco un poco a ustedes. Nosotros no aceptamos una victoria si no es consagratoria, de dos o más goles y siempre con espectáculo. Si ganamos uno o dos a cero, pero no jugamos bien, es como si fuera una derrota.

¿Qué pasó en la vida real? Un blanqueamiento de los estadios a los que solo accedieron los ricos. Los pobres fueron excluidos. Y además un estado de excepción, porque la policía militar, estadual, civil, municipal y la seguridad privada tornaron las ciudades donde se jugaron los partidos en ciudades de excepción donde apresaban a la gente con acusaciones completamente falsas, forzadas.

Creo que lo más triste fue que un gobierno aparentemente de centro-izquierda, que no lo es, fue responsable de la Copa de la FIFA sin los pobres ni los negros y, por otro lado, en una situación de un verdadero Estado de excepción con la policía haciendo la más dura represión que se haya visto en Brasil, en algunos momentos similar o mayor que durante el período de la dictadura militar.

Este es el triste saldo de la Copa del Mundo de Brasil, que perdió en lo futbolístico, pero también las libertades democráticas que consiguió en los últimos años y la capacidad de los pobres, de los negros, de los trabajadores, de vivir el fútbol en los estadios, con placer. No había ni pobres ni negros ni asalariados en los estadios mientras duró la Copa del Mundo. Fue la Copa de la FIFA, de los ricos, de las transnacionales y no la Copa del pueblo.

MH: Te agradezco mucho este balance y las comunicaciones que tuvimos a lo largo del Mundial que nos permitieron seguir el aspecto social y político de esta Copa. Esperemos que dentro de cuatro años nos vaya mejor futbolísticamente a ambos países.

RA: Claro que sí y que las luchas sociales puedan recuperar los espacios públicos, menos terror del Estado y más libertades democráticas. Estoy seguro que retomaremos las movilizaciones de los movimientos sociales en Brasil, lo cual será muy positivo. Para mí fue un placer dialogar con vos y tus oyentes y felicitaciones a los argentinos por el subcampeonato.

La Haine

 

Este sitio web utiliza 'cookies'. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas 'cookies' y la aceptación de nuestra política de 'cookies'.
o

La Haine - Proyecto de desobediencia informativa, acción directa y revolución social

::  [ Acerca de La Haine ]    [ Nota legal ]    Creative Commons License ::

Principal