¡Preparando la guerra!

El imperialismo yanki y sus aliados han utilizado tradicionalmente, y siguen haciéndolo en la actualidad, catástrofes humanitarias, provocadas por ellos mismos o de carácter accidental, como elemento para justificar el inicio de intervenciones militares o de guerras en su sentido global.Guerras o intervenciones militares que tenían ya previamente decididas por cuestiones políticas y/o económicas pero para las que necesitaban o necesitan un calentamiento de la opinión pública.

El caso del acorazado Maine, fondeado en la bahía de La Habana es uno de los clásicos de ésta historia.
En la mañana del 15 de febrero de 1898 una explosión hundió este navío de guerra estadounidense, cuya tripulación estaba compuesta por 328 marineros y 26 oficiales. Los EE.UU. sin esperar a los resultados de ninguna investigación independiente, investigaciones que acabaron concluyendo en su mayoria que la explosión había tenido un origen interno, achacaron ésta a un sabotaje externo auspiciado por la marina española. Curiosamente de los 226 fallecidos a causa del hundimiento del buque todos eran marineros menos dos oficiales, el resto de la oficialidad casualmente estaba fuera del barco.

La campaña mediática a favor de iniciar una guerra contra España, fue extensa e intensa. Los principales periódicos yankis del momento triplicaron su tirada utilizando como elemento agitativo el hundimiento del referido barco. Hasta el mismísimo Bufalo Bill publicó un articulo apoyando la declaración de guerra.
El 19 de abril de 1898, respondiendo a una petición del presidente McKinley, el Congreso de EE.UU. aprobó una resolución que daba el visto bueno al inicio de la guerra. El objetivo era claro, impedir el avance definitivo del movimiento independentista cubano, hacerse con el control de la isla y con los restos ultramarinos del Imperio español: Puerto Rico; Filipinas... cosa que consiguieron en el tratado de París del 10 de diciembre de 1898 entre EE.UU y España.

Hacer un repaso de episodios similares durante los últimos cien años sería demasiado prolijo, por lo que sólo recordaremos "la información" sobre la posesión por Sadam Husein de armas de destrucción masiva, facilitada por la administración Bush, información que formalmente justificó la invasión de Irak.

EE.UU., el imperialismo anglo-americano necesita de forma inminente y absoluta la extensión de la guerra.

El frente oriental, Rusia, es ahora una de sus prioridades, junto a oriente medio, y no pararán de organizar provocaciones hasta que consigan un ambiente favorable para ella.
El caso del avión de las aerolíneas malasias, caído en el este de Ucrania, accidental o intencionadamente, reúne todos los requisitos del listado referido.

EE.UU. y sus aliados occidentales, antes de que haya concluido, prácticamente ni tan si quiera se ha iniciado, ninguna investigación mínimamente rigurosa (estudio de las cajas negras, autopsia de los cadáveres, información de los controladores aéreos...) achacan con todo su potencial mediático a "los rebeldes prorusos" y a la misma Rusia la responsabilidad sobre los hechos. La solicitud de una investigación seria y estructurada por parte del Gobierno ruso es totalmente obviada. Las 28 incógnitas por resolver sobre el caso MH17 siniestrado en Ucrania

Es tarea esencial del movimiento progresista la denuncia de las políticas guerreristas de EE.UU. y sus aliados. Es tarea esencial del movimiento progresista luchar contra la guerra y desenmascarar las grotescas manipulaciones mediáticas que hacen los que apuestan por esta.

Izquierda Castellana
Castilla 26 de julio de 2014