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Salón Erótico: no cuela
El vídeo "Patria" de Amarna Miller para el Salón Erótico de BCN, tan cacareado en "redes sociales", en Público o en el Diario, no deja de ser un discurso vacío
No cuela. Vamos, conmigo, no cuela. El vídeo "Patria" de Amarna Miller para el Salón Erótico de BCN, tan cacareado en redes sociales, en Público o en el Diario, y que tiene una producción y una fotografía muy chulos, no deja de ser un discurso vacío lleno de tópicos pero con una potencia visual que parece, ha seducido a muchísima audiencia.
Enhorabuena, Amarna, por el éxito recogido. Esto no va del todo contigo, pues valoro tus reflexiones en muchos otros foros y aunque no lo comparta, me has hecho pensar. Pero no me gusta demasiado tu trabajo en el porno: creo que proyectas una imagen normativa de mujer, que has trabajado en producciones que reproducen la dominación patriarcal más que cuestionar los límites del deseo, y que tu descuelgue de la industria del porno es más discursivo que material. Yo sigo viendo un porno en el que no me siento representada, lo que no obsta para que me guste, como me gustan las hamburguesas del McDonalds o la ropa del Zara aunque no me entre, pero al final estás buena, eres joven y te tragas la corrida. Nada nuevo bajo el sol.
De todos modos, el debate sobre porno feminista, postporno y demás películas lo tengo un poco abandonado porque ya me torturé cuando quería ser muy posmoderna viendo cosas de María Llopis y como que tampoco acabaron por gustarme, así que no me considero con la capacidad ni conocimiento para juzgar la pornografía no normativa. De momento, me conformo con acabar con la normativa, con lo que representa y con los monstruos que genera.
Al final, Patria se limita a reproducir tópicos de indignados (muy 2011 todo) asumibles por gran parte de la población y que podrían aparecer en un artículo de Pérez Reverte de esos que circulan por el Facebook, o en una columna de Risto Mejide, hasta de Frank de la Jungla. Son verdades como puños pero no extrañan ni provocan a nadie a estas alturas.
Pero el fondo ¡ay, el fondo! siempre aparece para joder las buenas intenciones. Y el fondo, en este caso, es un Salón del Porno que se vale de trabajadores voluntarios a los que no remunera por sus horas de curro. De hecho, un sindicato ha denunciado ante la Inspección de Trabajo a la red de prostíbulos Apricots por pedir voluntarios que, a cambio de una entrada para el Salón Erótico de Barcelona, trabajen gratis en el evento como taquilleros, camareros o repartidores de flyers.
Red de prostíbulos. Empezamos mal. Y es que los principales promotores del evento es una empresa de Prostitución cuya página web ofrece un catálogo de chicas que pueden seleccionarse como el que compra un pantalón por Amazon y se te presentan en casa "vestidas muy discretitas". No me hagáis explicar one more time que el feminismo y esto es contradictorio porque me da perezón.
No vamos a tirar más de la manta porque ya sabemos de sobra lo que hay detrás de gran parte de esta industria: empresarios de la ultraderecha, tramas de corrupción y volquetes de putas para peperos de la trama Púnica y sus colegotes, y demás calaña. No dudo que haya emprendedores como Amarna, brotes verdes de la pornografía que paguen sus impuestos y sus autónomos y ya tal, que diría Rajoy, pero en una industria con el cuerpo de la mujer como producto principal entiendo que se debe hacer un poco más cuesta arriba ir de legales. ¿Que las mujeres tienen que empoderarse y tomar control del porno? ¿Que es un negocio que genera millones de millones y que no puede simplemente escupirse sobre él? Vale, te compro el argumento aunque no lo comparta. Pero mientras vaya de la mano de explotadores sexuales, empresariado corrupto, Torbes y compañía, contigo no, bicho.
El fondo es una productora que el año pasado hizo el mismo producto pero con un tonillo pseudihippie con Nacho Vidal, que ahora va de zen y de que hace viajes de ayahuasca, pero ha sido y es amiguito de empresarios de dudosa calañan, amén de un empotrador referente en machistas y amantes de Torrente de varias generaciones a costa del inefable vaso-de-tubo.
El fondo, Amarna, es que no hay fondo. Y sin fondo, sin una denuncia firme, quedándonos en el vídeo de 1 minuto compartido en todas las redes sociales pero sin entrar a debatir por qué sucede lo que sucede, al final aquí solo hay un ganador: El Salón Erótico. Que poco o nada tiene que ver con salir de esta crisis capitalista en la que estamos.
Que no, que no cuela.
