El cerco estratégico y la quintacolumna

x Profesor J

La resistencia continental avanza a pasos seguros: Desde el norte avanzan los zapatistas, las comunidades originarias y grupos autónomos entre estudiantes y periferias de las ciudades de México, consolidando territorios y espacios sociales. La represión reacciona golpeando en diversos estados en una vana tentativa de contener el aluvión.

Desde el sur, en Argentina avanzan las asambleas populares y los más diversos grupos autónomos en barrios, periferias, estudiantes y trabajadores. Varias fábricas argentinas se encuentran siendo dirigidas por sus obreros, y los trabajadores desempleados de Lanús, Solano, Alte. Brown y otros barrios, desarrollan formas de economía popular paralela al mercado.

Desde el sur también, en Chile, la resistencia mapuche golpea ocupando teritorios ampliando su accionar a otras regiones. La represión democrática se desata furiosa y ya hay una centena de de luchadores de este pueblo en la prisión, mientras otros deben pasar a la clandestinidad protegidos por las comunidades y prometiendo una tenaz resistencia. Comienza a despuntar el accionar autónomo de los desempleados que organizando, por ejemplo en Buin, periferia de Santiago, ollas comunes, se agrupan y manifiestan mientras miles de estudiantes se enfrentan a la policía en Valparaíso donde grupos de choque fascistas atacaron un encuentro libertario dejando varios heridos. También los desempleados de Buin fueron atacados por la policía, pero se han reagrupado y continuan resistiendo y, además, están participando de la convocatoria al encuentro para desarrollar las asambleas del pueblo.

Ese es un cerco estratégico contra las estructuras de poder a nivel continental, y será importante canalizar apoyo solidario desde Europa, Estados Unidos, Canadá, Australia y otros lugares, para estos dos frentes de batalla, el norte, México, especialmente a los zapatistas, y el sur, Argentina y Chile.

Por su parte las otras regiones del continente no se quedan atrás. Los campesinos, trabajadores y comunidades originarias del Paraguay han dado una soberana paliza a los poderes establecidos, obligando al gobierno de turno a echar pié atrás con la privatización de las empresas, deteniendo su marcha de miles de componentes a pocos kilómetros de la capital. Muchas lecciones se pueden extraer de la actual movilización popular paraguaya, especialmente el papel de las masas marginadas que en notable acción han conseguido poner en pié a ese pueblo que parecía dormido y ajeno a la crisis continetal.

Así nuevas fuerzas se suman a la agitación que vive el continete. Poco faltó para ocupar la capital, como ya habían hecho los ecuatorianos, los argentinos y ahora los bolivianos que marchan por miles hacia el objetivo de la asamblea constituyente sin partidos políticos.

Esperamos que las movilizaciones acaecidas en Perú y Uruguay puedan también avanzar al plano de ampliar las luchas donde los marginados y el pueblo pobre en general pueda tener el protagonismo que ya presenta en otros lugares.

Colombia y Venezuela continuan en seria crisis. En Colombia ha ganado las elecciones el candidato más duro, pero ha sido ya castigado con una elevadísima abstención mientras las guerrillas y comunidades autónomas consolidan sus posiciones. En Venezuela las amanezas de golpe continuan y las debilidades de Chavez sólo podrán ser contornadas con la organización independiente de las masas.

En Centroamérica aún estamos esperando que los sectores revolucionarios del FMLN y del sandinismo, o los sectores que se han desprendido de ellos, retomen el accionar popular combativo para influis en Guatemala y Honduras. En República Dominicana, ya en el Caribe, la abstención macisa de las últimas elecciones y la fuerte organización de barrios auguran futuras próximas movilizaciones.

Y en Brasil? Ah, Brasil. Los llamados socialistas del PT se encuentran remando para el lado contrario de la resistencia continental por vía de la alianza electoral con el Partido Liberal proponiendo a las masas incorporarse a las instituciones burguesas para humanizar el capitalismo.

Los sectores más concientes o las alas revolucionarias al interior del MST y de la izquierda del PT se encuentran de manos amarradas mientras el campo autónomo y libertario crece en las universidades y en algunas periferias de ciudades. Ocupaciones de universidades y movilizaciones de estudiantes están mostrando una extensión de este movimiento desde abajo, basándose en las prácticas asamblearias con horizontalidad y autonomía.

El cerco estratégico popular se consolida, aunque todavía hay algunos reformistas e institucionalistas que intentan arrastrar a las masas al juego del poder. Acaba de realizarse en Bolivia un encuentro contra el Alca y allí estaban los partidarios de la humanización del capitalismo vendiendo su pomada, que quieren promover también en Argentina con el engendro de los Forros Suciales. Es impresionante como Attac y otros grupos quintacolumna se lanzan contra las propuestas autónomas y combativas. Ya se vió en el último (dios te oiga) Forro Sucial de Poto Alegre como marginaron alegremente a los zapatistas, a las Farc, a los cubanos, a las Madres, en fin a los que luchan.

Pensamos que la situación de crisis no se puede mantener mucho en el tiempo y como es muy difícil repetir la gracia de los golpes militares, es muy probable que el Imperio y las clases dominantes locales acentuen una estrategia que apunte a la recuperación paulatina del control sobre las masas, para lo que cuentan también con la eventual victoria de Lula en Brasil, país eje de la construcción de un proyecto económico, político y militar para la continuidad de la dominación continental.

Veamos los factores con que juega el enemigo para el análisis. Si Lula pierde, existe el temor de que en plazos muy cortos las masas brasileñas se incorporarán multitudinariamente al ritmo de la lucha continental, con fuertes desprendimientos de militantes del PT y de movimientos sociales hoy bien amarrados por la máquina, aunque los sectores predominates de ese partido garantizan la desmovilización aunque pierdan, siempre y cuando se les ofrezca esperanzas para las elecciones siguientes o se les invite a participar de una u otra forma en el botín del otro candidato ganador.

Eso no significa que apoyamos la derrota de Lula. En realidad no estamos ni ahí si gana o pierde, pues la estrategia se va a decidir en la lucha de masas y no por arriba, que ya vimos en Chile como acaba. Nuestro apoyo a la abstención en las elecciones brasileñas obedece a la necesidad de valorizar la lucha desde abajo y evitar el peso de la institucionalización de las demandas. De esa forma las clases dominantes apoyarán al de los cuatro candidatos socialistas que ofrezca las mejores condiciones de contención de la protesta para acondicionar a las masas al proyecto estratégico de recuperación de la hegemonía a nivel continental. Analizemos a los candidatos: Serra, del Partido Socialista Democrático Brasileiro PSDB, representa el continuismo de Cardoso, esto es, estabilidad económica basada en una elevada ganancia y una enorme marginación social bien controlada por ejércitos de policías militarizados que cada día matan de cinco a diez personas en las favelas o en las calles, pero ya se le están presentando grandes dificultades de control de la población.

Garotinho es del Partido Socialista Brasileño PSB con gran apoyo en Rio de Janeiro y de sectores de las iglesias evangélicas, pero no cuenta con bases organizadas a nivel del país que tengan dominio sobre organizaciones populares, por lo que no sirve.

Ciro Gomes un teórico neoliberal, ex-ministro de finanzas, gran amigo de Estados Unidos y niño mimado del Banco Mundial, FMI y otras grandes modalidades del capital financiero internacional, se incorporó recientemente al Partido Popular Socialista PPS, ex- Partido Comunista teniendo una poderosa base de apoyo sindical en São Paulo y en uno o dos estados más, entre ellos Fortaleza. Fuera de eso, no cuenta con ningún apoyo en el resto del país ni con formas organizativas capaces de controlar a los movimientos barriales, campesinos, juventud y pobres en general, por lo que debe ser descartado, ya que justamente son esos sectores los que hay que amarrar.

Quedan solamente Lula y Serra, los más probables contendores de la segunda vuelta electoral.

Lula, de la derecha del PT, del peor reformismo y socialdemocracia posibles, se ha aliado con el Partido Liberal, cuyo presidente va de vice en la dupla presidencial junto a Lula. Este sujeto aporta dinero, esencial para la campaña, contribuye con votos, pues es pastor evangélico y arrastran millones de electores, y facilita las negociaciones con los empresarios, con lo que el PT se ha colocado al servicio de la humanización del capitalismo hasta tener con que substituirlo, o sea, afirmar la democracia, explotar y reprimir a los trabajadores, aparecer como extendiendo ciertos beneficios de la acumulación en la forma de migajas para los pobres.

Los empresarios brasileños aún no han decidido aceptar el proyecto neo-keynesiano de Lula, pues sus lazos con el capital financiero internacional les permiten mantener una de las más altas tasas de ganancia a nivel mundial y no parecen muy dispuestos a compartir la gallina de los huevos de oro en una alianza de clases donde tendrán que soltar prenda. Se inclina más al modelo democrático-represivo de Cardoso que garantiza el delfín Serra.

El Partido Liberal se ha encargado de las buenas relaciones de Lula con el Gran Hermano, y sus cuadros están promoviendo reuniones con empresarios.

Los empresarios se están preparando para la victoria de uno u otro, dispuestos al diálogo con Lula, sabiendo que con Serra ellos definen la economía y que con Lula habrá que negociar el reparto de la torta. Con Serra hay mucha más ganancia. Con Lula hay más control de masas, por tanto, más orden y disciplina social. Con ambos ganan. Lula tiene una máquina poderosa que dirige los principales movimientos del país como sindicatos, los sin tierra, profesores, metalúrgicos, funcionarios públicos, estudiantes, campesinos, barrios, en fin que tiene los resortes para mover o no mover amplios sectores de masas para presionar negociaciones, además de amplio acceso a las iglesias, orden de abogados y dominio absoluto de las ONGs, una de sus principales armas en el proyecto de la alianza con el capitalismo.

Con ese socio vale la pena humanizar un tantito la explotación soltando una que otra miga de pan. Además que los gobiernos petistas han sabido reprimir a las masas cuando se pasan de los límites y el PT ha iniciado conversaciones entre bambalinas con el PSDB de Serra para ofrecerles participación en el gobierno caso que gane Lula, así las cosas se arreglan bien amarradas por arriba y el circo electoral será el carnaval de la democracia.

Un gobierno Serra garantiza a Brasil como potencia regional, pero con grandes dificultades de interferir en los procesos populares del continente.

Un gobierno Lula, aliado al socialista Lagos que dirige la institucionalidad dictatorial en Chile, a Toledo en Perú y al gobierno uruguayo, permite comenzar a desligitimar a la resistencia continental mostrando que la salida humanista institucional es posible.

Así las clases dominantes esperan perforar el cerco estratégico con la quinta columna. Resta ver si los sectores honestos de la izquierda se prestarán a ese juego.

 
         
   
 

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