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La Europa del euro se estrena con 12 millones de parados
Antorcha

La crisis económica comienza a notarse en Europa, que se ha encontrado con Japón y Estados Unidos en la senda bajista. Los índices de paro comienzan a dispararse. Numerosos monopolios han acometido dramáticos recortes de plantilla. Por primera vez desde 1997, en este año 2002 la Unión Europea verá crecer el número de parados hasta alcanzar la cifra de 12 millones de desempleados, medio millón más que este año.

El porcentaje de parados pasará del 8,3% el pasado año al 8,6% de 2002, porque el ritmo de creación de nuevos puestos de trabajo está experimentando un claro deterioro. En 1999, la tasa de creación de empleo en esa zona fue del 1,9% y se mantuvo sólo dos décimas por debajo en 2000. En 2001 bajó al 1,2% y en 2002 se limitará a sólo un 0,2%.

Los datos más preocupantes son los referidos a Alemania. En 2001 su balance neto de creación de empleo fue nulo, pero este año registrará una tasa negativa del 0,3%, hecho que también se producirá en Austria. Incluso en países donde crecerá el empleo, los porcentajes no superarán en ningún caso el 1%.

Los Gobiernos europeos se preparan para afrontar la dura realidad de que, mientras el año pasado vieron que en la zona euro se creaban 2,4 millones de puestos de trabajo netos, cuando en el periodo 2001-2003 sólo se crearán 3,3 millones de empleos.

España, con la tasa de paro más elevada de la Unión (14,1% en 2001 y 13% en 2002), también sufrirá un grave deterioro en su capacidad para crear empleo. Desde 1998, la tasa neta de nuevos puestos de trabajo ha estado siempre por encima del 3%, pero en 2001 bajó al 2,3% y en 2002 al 1%.

Entretanto, la Comisión Europea ha adviertido que el escenario que dibuja puede incluso empeorar. Durante la cumbre de marzo de 2000 en Lisboa, los Quince prometieron que lograrían el pleno empleo en 2010. El éxito se alcanzaría cuando trabajen el 70% de todas las personas en edad laboral, el 60% de las mujeres y el 50% de los mayores de 55 años, porcentajes que el año pasado se situaron, respectivamente, en el 63%, 54% y 37%.

ALEMANIA

La República Federal de Alemania viene a suponer un tercio del potencial total de los Quince. El paro ha repuntado hasta el 9,4% en septiembre, después de permanecer estable en el 9,3% durante los tres meses anteriores, ante la debilidad de la demanda interna. Así que Alemania ha comenzado a recortar puestos de trabajo. Entre los muchos recortes ya anunciados destacan los cerca de 17.000 puestos de trabajo que pretende reducir el grupo industrial Siemens (afectado, ante todo, por la crisis en telecomunicaciones) y los hasta 30.000 empleos que, a lo largo de los próximos años, se perderán en el sector financiero (que acusa el golpe del mal comportamiento de las bolsas). Sorprendentemente, una de las compañías más afectadas por las consecuencias de las acciones del 11 de septiembre, Lufthansa, no ha anunciado ninguna pérdida de empleos, aunque sí habría amenazado a los sindicatos con una reducción de entre 2.000 y 4.000 puestos de trabajo si éstos no aceptan su propuesta de recortar costes, por ejemplo, a través de una reducción de la jornada semanal de trabajo hasta 31 horas.

En principio, según subrayan una y otra vez los presidentes de las compañías y entidades afectadas, los recortes se realizarán a través de prejubilaciones o recurriendo a la práctica normal de no cubrir los puestos que quedan vacantes. Este tipo de recorte, sin embargo, es cada vez más difícil de mantener y, al menos en el sector bancario, ya se está comenzando a recurrir a despidos.

En 2001 en Alemania han quebrado cerca de 30.000 empresas (un 10% más que en el 2000), lo que ha conducido a la pérdida de 500.000 empleos.

SUECIA

Entre los países nórdicos, las empresas suecas han sido las que han realizado la mayor supresión de puestos de trabajo. En orden de importancia corresponde señalar al sector de telecomunicaciones como el más afectado por esta situación, seguido por la industria metalúrgica, fábricas y talleres y en un tercer lugar por las líneas aéreas. Ericsson, la empresa de mayor peso en el conjunto de las exportaciones suecas, ha sido la más castigada. Los 101.553 empleados que el consorcio tenía a finales de 2000 han quedado reducidos a unos 80.000 y no se descarta que nuevos despidos puedan producirse en 2002. Las causas de la supresión de puestos de trabajo en las mayores empresas suecas son variadas, aunque tiene su base en la disminución de ventas y, en el caso de Ericsson, por las enormes pérdidas acumuladas en la división de telefonía móvil. Pero también se han producido traslados de fábricas enteras a otros países que ofrecen condiciones más favorables, especialmente mano de obra más barata y menos impuestos.

La finlandesa Nokia, la gran competidora europea de Ericsson, ha capeado hasta ahora el temporal, ya que ha tenido en lo que va de año buenos resultados, pero ha debido reducir 1.000 empleos de los 58.708 que tenía en el año 2000.

En el sector industrial, el poderoso consorcio Asea Brown Boveri (ABB) acaba de anunciar la supresión de 1.200 empleos, 700 de ellos en Suecia, del total de una plantilla de 160.818. Electrolux, el gran fabricante de electrodomésticos, que a mediados de 1997 anunció una reducción progresiva de 12.000 puestos de trabajo, ha cumplido esas metas y no se descarta que plantee nuevas reducciones. La plantilla del mayor fabricante de electrodomésticos de Europa era, el año pasado, de 87.128 trabajadores.

En el sector del transporte aéreo, la compañía SAS, de propiedad mayoritaria conjunta de Suecia, Dinamarca y Noruega, acaba de anunciar, tras la publicación de los resultados del último trimestre, una reducción de 3.000 empleados, sobre un total de 30.939.

ITALIA

La crisis económica no ha hecho más que agravar la situación de las grandes empresas italianas. La ocupación en las grandes empresas del país ha caído un 3,2% desde agosto de 2000 a agosto de 2001. En total, 26.000 despidos, en la mayor parte de los casos acogidos a la cassa integrazione, que equivale al sistema español de la regulación de empleo temporal. Una medida a la que recurre con frecuencia la empresa automovilística Fiat, el primer grupo privado italiano, que en octubre anunció una reducción de la producción de coches de 100.000 unidades. La situación es complicada, especialmente en el caso de dos colosos públicos que se encuentran en vísperas de privatización y reestructuración: los Ferrocarriles del Estado y Correos. Un caso particular, el de la compañía aérea de bandera, Alitalia, semiprivatizada e inmersa en una aguda crisis.

FRANCIA

Los cinco meses consecutivos de aumento del paro, de mayo a septiembre de 2001, son la principal señal del final de una dinámica de creación de puestos de trabajo que, desde junio de 1997, había permitido encontrar empleo a más de 1.600.000 personas y reducir el paro en un millón de personas, de manera que el porcentaje de desempleados pasó a ser de un 12,3% a un 8,9%, aunque ahora ha subido al 9,1%. Desde principios de 2001 empezaron a hacerse evidentes signos que indicaban que la economía iba a cambiar de ciclo. Primero, la creación de empleo se ralentizó antes de empezar a ser negativa. En un sector como el de la llamada nueva economía o de tecnologías de la información, nada menos que 18 sociedades especializadas tuvieron que cerrar.

Otro sector en el que se percibieron enseguida los síntomas del enfriamiento económico fue el de la publicidad, que ya durante la segunda mitad de 2000 sólo había mantenido la tendencia al alza gracias a un constante aumento de los precios. Y, tras la publicidad aparece la prensa. Ninguna de las empresas periodísticas en peligro o que recurre a los despidos figura entre las que tienen muchos empleados, pero el grueso del sector periodístico aparece con casi todas las luces rojas encendidas: France Soir, L'Humanité, L'Expansion, L'Express, Le Figaro o Libération han reducido sus plantillas.

Pero hay otros sectores que están atravesando grandes turbulencias. En el aeronáutico, AOM-Air Liberté-Air Litoral se han visto perjudicadas por la dificultades de su principal socio, Swisair, y las dos primeras se han fusionado, mientras que la tercera ha puesto en marcha un plan laboral de emergencia.

En la telefonía móvil las caídas han sido importantes, aunque la reciente decisión gubernamental de renunciar a los precios altísimos fijados para la red UMTS y conformarse con unos ingresos mucho menores puede ayudar a que las tres sociedades concernidas por el dossier acepten revisar su política de crecimiento al alza.

El cierre de Marks and Spencer se ha traducido en más de 1.500 despidos gracias a que sus almacenes han encontrado comprador en François Pinault, mientras que la temida reestructuración en Danone se ha hecho jugando con la movilidad y la flexibilidad de horarios, sin que haya tenido coste social.

REINO UNIDO

Aunque el Banco de Inglaterra descarta una recesión, los malos augurios ya se están plasmando en ajustes de plantilla. Un tercio de las empresas ya ha recibido cancelaciones de pedidos, el 25% ha puesto en marcha planes para reducir inversiones y un 10% pronostica que deberá recortar empleo y gastar más en seguridad. En octubre, y por primera vez en 2001, el número de parados registrados ha aumentado en 4.300, hasta los 951.100, un 3,2% de la población activa. Es el mayor incremento en tres años. Pese a ello, el sector manufacturero ha moderado la pérdida de empleo, con 3.803 empleos menos en el tercer trimestre frente a un acumulado de 128.000 en los primeros meses de 2001. Pero sigue siendo la gran sangría del empleo debido a las bajas tasas de inversión de los últimos años y el deterioro de su productividad. Los sectores que más sufren son el textil y confección (que ha perdido 28.000 empleos este año) y electrónica y equipamiento óptico (22.000).

Entre las grandes empresas, la acería anglo-holandesa Corus perderá 10.000 empleos en el Reino Unido desde el verano de 2000, 6.000 de ellos este año. Pero el aeronáutico es el sector más golpeado por los ataques del 11 de septiembre. British Airways ha aprobado un recorte de 7.000 empleos, y en enero puede decidir varios miles más. Rolls Royce, 5.000 (3.800 en el Reino Unido), y British Aerospace, 2.750 (1.250 en Gran Bretaña). Thomas Cook paga la crisis turística con 2.600 empleos (1.500 en el Reino Unido).

El ranking lo redondean el fabricante de automóviles Vauxhall (2.600) y la aseguradora Prudential (2.100 recortes).

ESPAÑA

La Encuesta de Población Activa de julio a septiembre de 2001 refleja una caída interanual en el ritmo de creación de nuevo empleo del 4,24% al 1,80%. Los despidos masivos aún se limitan a sectores, como el aéreo. La adaptación de las plantillas a los eventuales vaivenes se lleva a cabo con la no renovación de los contratos temporales. Los datos de septiembre recogen una caída de esa contratación temporal del 6,78% respecto al mismo mes de 2000. Se trata de un ajuste silencioso, porque es tal el grado de temporalidad del mercado de trabajo que las empresas no necesitan recurrir a expedientes de despido para adaptarse a las circunstancias de la coyuntura económica. Otra vía, a la que recurren las grandes empresas, es la prejubilación para aligerar la plantilla de trabajadores mayores de 52 años sin reemplazarlos por jóvenes. El sector que más lo usa es la banca, inmersa en una reestructuración crónica.

En el sector aéreo, la compañía Iberia prepara el más elevado ajuste: 2.516 empleados de una plantilla de 29.124 personas. Air Europa tiene previsto reducir sus 3.000 empleados en 450 personas. Esos efectos se han hecho notar también en Gamesa, en su producción aeroespacial destinada al mercado americano, y ya han provocado que la empresa haya propuesto un ajuste para 115 trabajadores.

Las telecomunicaciones experimentan problemas originados por un endeudamiento al que se han comprometido por la compra de licencias de UMTS, que asciende a 20 billones en el caso de las compañías europeas, junto al abandono de producciones. Los expedientes de extinción de empleo en el sector suman la pérdida de 4.905 puestos. Los mayores ajustes se van a aplicar en Lucent y su filial Agere System, con 1.548 empleos; Alcatel, con 1.300; Ericsson, con 855, y Xfera, con 424.

En el automóvil se ha producido una desaceleración, pero aún así en los 10 primeros meses de este año las ventas de coches han aumentado un 3,5%. Las empresas han reducido la producción, unas con flexibilidad interna llevando la jornada a niveles normales, y sin realizar horas extras, y otras con expedientes de regulación temporal de empleo. Éste es el caso de Nissan, donde afecta a 4.000 trabajadores, y que va a utilizar el expediente para un parón de la producción y ajustarla a los nuevos modelos. La suspensión temporal en Opel se extiende a 9.000 trabajadores. En el conjunto del sector, hay otras empresas que han aplicado también ese mecanismo y en total, los expedientes afectan a 13.200 operarios. Ese proceso ha tenido a su vez repercusión en las empresas de componentes de automoción, y ha causado un goteo de regulación temporal para un conjunto de 2.995 trabajadores, en empresas como Robert Bosch o Delphi.

La construcción tiene en marcha la extinción de 426 contratos fijos por cierre de pequeñas empresas, y de ellos 160 corresponden a Uralita por la reestructuración de la planta de Madrid. En la madera hay asimismo reducciones de empleo, que afectan a 227 personas, y que corresponden también a pequeñas empresas.

Unos efectos que también rozan a las empresas de joyería, bisutería o bienes de equipo. Así Perlas Majórica ha decidido iniciar los trámites de un expediente temporal para su plantilla de 550 trabajadores, y con la posibilidad de que se pueda incluir la extinción de 188 empleos. El Ministerio de Trabajo tiene también comunicación de los ajustes de empleo en Sintel, Marks and Spencer y Boliden, pero por problemas específicos y crisis de esas compañías.

La opción de las prejubilaciones es la utilizada por la banca que recurre a ella en un proceso intermitente. Para este año, tres grandes bancos quieren reducir sus respectivas plantillas de trabajadores mayores de 52 años de edad. El BBVA quiere prejubilar 1.500 empleados; el SCH, 1.300, y el Banco Popular, 200 trabajadores.

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