La Republica/La Haine

En un ataque a las vías de comunicación de la burguesía colombiana, la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dejó ayer incomunicada la Costa Caribe, en el norte, con el centro del país, al dinamitar dos puentes en el departamento del Cesar y otro en Caldas, informaron fuentes de la Policía de Carreteras. La acción bloqueó casi totalmente el transporte y el comercio en la región. Las mismas fuentes indicaron que las FARC volaron un tercer puente en el departamento de Caldas (centro oeste), lo que supuso una profundización en los efectos buscados.

El primero de los tres puentes destruidos por los rebeldes fue el que se encontraba en la denominada "Troncal del Oriente", entre las localidades de la Jagua de Ibirico y Chiriguaná, departamento del César, a unos 850 kilómetros al norte de Bogotá.

Según la Policía de Carreteras, la infraestructura fue detonada en dos camiones de carga pesada. De manera simultánea, a unos 80 kilómetros al sur del primer atentado, en las cercanías de la localidad de Curumaní y sobre la misma carretera, las FARC explosionaron dos camiones tipo tractor, por lo que la vía quedó destruida y tanto la ciudad de Valledupar, capital del César, como el centro del país, se encuentran incomunicadas.

Paralelamente, insurgentes del frente 47 de las FARC dinamitaron el puente sobre el río Cauce, en la carretera que comunica a las ciudades de Pensilvania y Manzanares, departamento de Caldas, a más de 350 kilómetros al oeste de Bogotá. Además, según las fuentes policiales, los guerrilleros quemaron tres autobuses de transporte público sin que se produjeran daños personales de ningún tipo.

Los informes policiales y militares indican que en la presente semana las FARC han volado otros cuatro puentes, uno de ellos en el departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador.

Desde enero pasado, las FARC mantienen una intensa actividad militar contra las infraestructuras viales y energéticas en respuesta al sangriento Plan Colombia, plan escogido por el presidente Andrés Pastrana a cambio de cancelar el proceso de paz que inició con la guerrilla desde comienzos de 1999.