Trinidad, Bolivia. Agencias/La Haine. 24/10/02.- Graves disturbios sacudieron ayer a Trinidad, donde centenares de mototaxistas, estudiantes de secundaria y universitarios pidieron la renuncia del Comandante de la Policía Departamental, a quien responsabilizan por las torturas que el sábado sufrió un estudiante a manos de la policía.

El pasado sábado 19 de octubre, informes policiales señalaron que Abel Arteaga Jiménez, de 22 años, "estaba en estado de ebriedad y ocasionó destrozos cuando compraba una entrada en una de las taquillas del estadio de fútbol Lorgio Zambrano".

El joven, estudiante de segundo curso de Administración de Empresas en la Universidad Técnica del Beni (UTB), fue detenido y torturado en las celdas de la Policía.

El lunes, la población de Trinidad se enteró de que el universitario había sido intervenido por graves complicaciones en el páncreas y diversas lesiones de gravedad perpetradas por los policías que lo arrestaron, información que enfureció particularmente a los estudiantes de la UTB, que ayer iniciaron las protestas "contra la brutalidad policial".

Las protestas comenzaron cerca de las 16.45, cuando los manifestantes marcharon por las calles de Trinidad hasta llegar a la plaza principal, donde se encuentra la mayoría de las oficinas públicas.

Los manifestantes quemaron instalaciones de la Policía Forestal y de la Policía Técnica Judicial (PTJ), además destrozaron vidrios de la Fiscalía de Distrito y la Corte Superior de Justicia. Además sitiaron por unas horas al comandante de la Policía, coronel Héctor Macuaga, quien se hallaba junto a unos 50 efectivos de la unidad en el Comando del Departamento.

Los disturbios continuaron hasta cerca de las 21.00, cuando un contingente de la Policía Militar, al mando del comandante de la Sexta División de Ejército, coronel José Castillo, intervino y apaciguó los ánimos y logró la liberación de la autoridad policial.

A las 21.45, el prefecto Romero dijo que la situación había sido controlada. No obstante, a esa misma hora, la gasolinera El Chaparral estaba a punto de ser incendiada y los manifestantes continuaban con su protesta ante el deslplazamiento de las tropas militares por las calles del ciudad.