Colombia. Agencias. 16/04/02.- Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP) entraron en una nueva etapa del conflicto armado: el de las acciones milimétricamente planeadas, que se valen de la sorpresa y el engaño para que sean golpes perfectos, tales como el secuestro masivo de diputados en la Asamblea de Cali y las últimas acciones en Bogotá y Villavicencio realizadas por la guerrilla más antigua y numerosa de América Latina.

De eso están convencidos mandos militares, de Policía, analistas y expertos del poder, que señalan que el "cinematográfico" secuestro de 12 diputados en pleno centro de Cali, los artefactos explosivos colocados en Bogotá y las acciones con bomba en Sibaté y en Villavicencio demuestran que las FARC están intensificando su actividad en las ciudades sin que el ejército ni su genocida Plan Colombia puedan hacer nada.

A pesar de que el ejército colombiano rompió intencionadamente el proceso de paz y entró a sangre y fuego en la zona desmilitarizada bajo control de las FARC, varios jefes militares acusan resignados a la guerrilla de haber utilizado esa zona para fortalecerse. "Los tres años de vigencia de esa área despejada les sirvieron a las Farc para planear todo lo que hoy están haciendo. Después del 20 febrero, cuando se rompió el proceso de paz, decidieron meterse en las ciudades y para ello tenían que hacerlo con nuevas estrategias", dijo el general Fernando Tapias, comandante de las Fuerzas Militares.

"Están utilizando su plan B que consiste en articular un plan terrorista selectivo y urbano que ha cogido a las autoridades y al Gobierno prácticamente desprotegidos", sentencia por su parte el general retirado Miguel Alfredo Maza Márquez. "Recurren a algo parecido al efecto dominó, donde ellos ponen el señuelo para que la autoridad pique el anzuelo. Ya lo vimos en Villavicencio, en Bogotá y Sibaté", agrega el general retirado.