BOGOTÁ, 1 de noviembre de 2002. Granma.- La militarización de Arauca es tan completa que permitió a las autoridades de la ciudad, en el Norte del país, decretar el toque de queda y restringir el tráfico de vehículos, con lo que el control represivo es total.

El alcalde de Arauca, Jorge Cedeño, emitió un decreto que ordena el toque de queda, la restricción de la circulación de autos y motos, así como la Ley Seca para tratar de controlar la difícil situación de orden público en esa capital provincial, fronteriza con Venezuela.

Estas medidas persistirán hasta cuando la capital del departamento de Arauca vuelva a contar con fluido eléctrico, suspendido desde el martes pasado, precisó Cedeño.

Tales reglas represivas fueron certificadas por el Gobierno regional después que el lunes último un vehículo cargado con explosivos estalló, mató a dos policías e hirió a otras 11 personas, pocas horas antes de una visita del presidente Álvaro Uribe.

La ciudad de Arauca, junto con Saravena y Arauquita, conforman una de las dos zonas militarizadas que decretó en septiembre pasado el mandatario Uribe, y en donde las fuerzas militares tienen facultades excepcionales para efectuar detenciones y allanamientos sin orden judicial.