QUITO, 24 de septiembre. Granma/La Haine.- Nuevas protestas de trabajadores, sindicatos, campesinos y desocupados contra la política económica gubernamental y en reclamo de salarios, recalientan el tenso clima social que vive Sudamérica por los efectos de la crisis.

Dice PL que la aparente calma que se respira en Ecuador en medio de la campaña electoral por las presidenciales de octubre próximo, fue interrumpida hoy por las marchas de empleados estatales, docentes, estudiantes y jubilados hasta la sede del Congreso, para pedir incrementos salariales.

El Frente Popular y las centrales sindicales exigen al Legislativo la aprobación de una ley que aumente los bajos salarios de los ecuatorianos, considerados los peor pagados en toda el área.

En el vecino Perú, también el Frente Patriótico del sureño departamento de Loreto (provincia) anunció para este miércoles el reinicio de un paro de las actividades laborales por 72 horas con un pliego de varias demandas socioeconómicas al presidente Alejandro Toledo.

Los pobladores del departamento más extenso de esa nación andina reclaman hace tiempo la presencia de una delegación gubernamental para que escuche viejas demandas que tienen que ver con la prolongada desatención de Lima, en materia de electrificación y caminos, entre otros problemas.

Una tensa calma se respira, por su parte, en Uruguay, después de haber sido levantada una huelga general de la Federación de Estudiantes Universitarios que entraba este martes en sus 40 días.

Estudiantes y docentes de varios liceos y centros de altos estudios de Montevideo tomaron los recintos académicos para exigir al Gobierno el respeto a la enseñanza pública y una asignación de mayores recursos a la educación.

De otro lado, el Gobierno del presidente paraguayo, Luis González Macchi, enfrenta otra multitudinaria movilización de trabajadores, campesinos, empresarios y productores agrícolas, quienes demandan la derogación de los nuevos impuestos al gasoil y agua.

La protesta, bautizada en Paraguay como "civilazo", se inició ayer en seis departamentos del país y en la capital, y sus organizadores amenazan con extenderla varios días si el Ejecutivo no revisa la cuestionada Ley de Transición Económica, que establece una severa reforma fiscal, entre otras cuestiones.

En Argentina, organizaciones sociales, sindicales, partidos de izquierda y desocupados protagonizaron en la noche un "apagón" nacional de 15 minutos en contra del alza estrepitosa de los servicios públicos.

Esta nueva modalidad de protesta social busca el rechazo de los llamados "tarifazos" del agua, la electricidad y el gas, en medio de la precariedad en que viven millones de argentinos, debido a la crisis económica que soporta este país sudamericano desde 1998.

Asimismo, se escucharon también los acostumbrados "cacerolazos" en distintos puntos de Buenos Aires, y los automovilistas hicieron sonar las bocinas de sus vehículos.