Jerusalén. Agencias/La Haine. 05/11/02.- Los 50.000 habitantes de la ciudad cisjordana de Jenín se "mueren de sed" después de que las tropas israelíes destrozaran la red del agua corriente e impusieran el toque de queda que impide a la población salir a la calle, informó el domingo su alcalde, Haider al Shed.

El Ejército de Israel ocupó la ciudad hace diez días y destrozó las tuberías del agua, la red eléctrica y el asfalto de todas las carreteras en una operación de castigo colectivo contra la población palestina. La ocupación se produjo con la excusa de que un activista suicida saliera de esa ciudad y causara la muerte de 14 personas en el norte de Israel.

"OCUPACIÓN TOTAL"

Al Shed relató que "la ocupación de la ciudad es total" y que "las tropas han tomado todos los edificios más altos en los que se han apostado francotiradores de elite que disparan contra el que osa a violar la prohibición de salir de las casas".

"Han causado enormes destrozos. Kilómetros de calles en la ciudad han sido levantados por las excavadoras que las han convertido en caminos de tierra", denunció. Los soldados israelíes derribaron esta madrugada dos viviendas de familiares de miembros de la resistencia palestina.

Desde que el Ejército israelí entró en Jenín hace diez días, ha demolido con excavadoras o dinamitado trece viviendas.

"NOS VAMOS A MORIR DE SED"

Según el testimonio del alcalde, en varios casos, los militares israelíes no sólo derribaron las casas de supuestos activistas palestinos, sino también las de cualquier vecino, sobre todo cuando se trataba de un edificio de varias plantas.

En sus correrías por la ciudad, las tropas israelíes arremeten con los tanques contra las fachadas de los edificios y entran en los comercios y las viviendas para cometer actos de "puro vandalismo".