La experiencia extraída de Gamonal

Sobre la paralización, supuestamente definitiva, de las obras que originaron el conflicto del barrio burgalés de Gamonal (aunque la cuestión de fondo es la política antisocial del Estado burgués) mantuve que se trataba de una estrategia para ganar tiempo y en dos o tres semanas, tratar de desmovilizar a la gente. De igual manera debieron percibirlo los vecinos, porque instalaron turnos de vigilancia cerca de la obra.

Es obvio que la maniobra iba por esos derroteros pues el propio alcalde no daba lugar a dudas, afirmando que no daría su brazo a torcer y, pese a ello, decía estar dispuesto a hablar con los colectivos sociales afectados, es decir, y visto de otra manera, iba a tratar de crear la confusión, la duda y la división dentro del movimiento.

Pero el viernes se desencadenó la “remodelación estratégica”. Por la mañana el alcalde aseguraba que "en modo alguno" iba a paralizar las obras, poco después realizó un Pleno del ayuntamiento donde el PP tiene mayoría y basándose en el hecho de que ser el más votado significa que la ciudadanía está de acuerdo con su gestión (lo cual es un mentira alevosa porque la gente cambia de punto de vista), tratar de darle “legitimidad” al asunto. Ni que decir tiene que dicho pleno sacó adelante el reanudar los trabajos del bulevar y el acalde salió reforzado; sin embargo, horas después anunció la paralización definitiva de las obras.

Desde mí punto de vista la estrategia sigue siendo la misma, si bien ha variado. Ahora lo que hacen es desarrollarla no en 15 o 20 días, sino a más largo plazo porque el capitalismo no puede renunciar a su esencia: la especulación, el saqueo y la explotación. No es lógico, pues, un cambio tan radical en cuestión de pocas horas, ahora bien ¿por qué sucedió?

Entiendo que alguien desde arriba dio nuevas órdenes ante el cariz de los acontecimientos que se regaron de forma violenta (violencia legítima ante la violencia estatal) por otras ciudades y lo que es peor: que la gente comienza a percibir como imposible el diálogo pacifico con el enemigo de clase cuya arma principal de “debate” es la represión brutal. Sin ir más lejos, en la noche del sábado al domingo, 18 personas más fueron detenidas en distintos puntos del país en manifestaciones que se han seguido produciendo en apoyo a Gamonal.

Visto lo anterior, el camino a seguir es ni fiarse ni relajarse, crear comités populares de apoyo y vigilancia durante el tiempo que dilaten el problema para impedir, u obstaculizar, que, antes o después, vuelvan a intentarlo que lo harán. La organización y capacidad de lucha en todas sus formas, es lo único que nos queda para detener, no sólo en Burgos sino en todo el Estado, y no sólo contra unas obras sino contra las políticas antipopulares que, en definitiva, son el detonante de estos estallidos.

Esta ha sido una pequeña victoria, pero hay que aprender de la experiencia y desarrollarla para que la espontaneidad deje paso a la organización si pretendemos ser libres.

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