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Mundo, James Petras, Medio Oriente :: 12/08/2015

La política de Turquía, Washington, Israel, es destruir Siria

James Petras - La Haine
La idea es destruir los países que apoyan a los palestinos, destruir a los países que están haciendo contrapeso de Israel en Medio Oriente. Como destruyeron Libia

Análisis de James Petras en CX36, lunes 10 de agosto de 2015. Escuchar: http://www.ivoox.com/analisis-james-petras-cx36-lunes-audios-mp3_rf_6466849_1.html

Efraín Chury Iribarne: Podemos comenzar con el resultado de las primarias en Argentina que delinearon los candidatos rumbo a octubre.

JP: Si analizamos los candidatos no hay mucho para elegir. Es obvio que Mauricio Macri –que fue segundo en término de votos- es el más derechista, ha modificado algunas propuestas, aceptando algunas medidas sociales. Mientras que por el otro lado, el candidato del gobernante Frente Para la Victoria, (Daniel) Scioli, indicó que va a dar más incentivos para el capital.

Entonces, la ultraderecha se está acercando a la derecha y la derecha se está acercando a la ultra derecha. Y en este contexto, como siempre, el peronismo es la bandera que todos están reflotando, pero en realidad hay poco para elegir. Lo mejor que podría ocurrir es que guarden algunos cambios sociales realizados hace diez años y lo peor, sería revertir algunas medidas, como las nacionalizaciones de empresas como Aerolíneas, YPF, etc.

Pero los contratos con Chevron, con los grandes capitales extranjeros, la política agro exportadora., van a seguir igual.Las reformas sociales se van a parar provocando el comienzo del retroceso. Argentina enfrenta una situación donde las principales expresiones progresistas y de izquierda, van a estar por fuera del gobierno, van a surgir de la lucha de clases, desde las organizaciones sociales. Volveremos a ver una lucha entre las reivindicaciones sociales por parte de sectores sindicales y los gobernantes.

No veo que haya un gran giro. Tal vez con Scioli, si gana las elecciones, veremos menos críticas al imperialismo norteamericano, más acomodo con Washington. Tal vez Scioli siga el camino de Tabaré Vázquez, quizás algo menos derechista, pero en esa onda.

EChI: Me voy a Siria. ¿Cuál es la situación hoy?

JP: Hay una escalada de agresión contra el gobierno y el pueblo de Siria. Ahora Turquía afirma que va a entrar en el conflicto y dicen que están atacando a los terroristas, al EI. Pero las noticias que tenemos es que por los ataques aéreos al EI, solo dos o tres, hubo cientos de ataques aéreos contra los kurdos; los kurdos en todas partes, los kurdos en Siria, en Irak, kurdos que están luchando contra el EI. Entonces, objetivamente EEUU y el gobierno de Turquía están ayudando al EI porque los kurdos son más combativos, o más efectivos en la lucha contra el Estado Islámico.

En todo caso, la política de Turquía, Washington, Israel y todos los enemigos de Siria, es destruir el país. Yo creo que las guerras que están lanzando y todos los diferentes grupos que están financiando no son capaces de gobernar el país. Entonces ¿Por qué están involucrados financiados, bombardeando al pueblo sirio, desplazando a más de cuatro millones, forzándolos a salir del país como emigrantes? ¿Por qué hacen tanto daño al pueblo sirio supuestamente para salvarlos?

Yo creo que la idea es la que está proponiendo hace tiempo Israel. Destruir los países que apoyan a los palestinos, destruir a los países que están haciendo contrapeso de Israel en Medio Oriente. Esa es la idea. No es conquistar, es destruir. Como destruyeron Libia.

El modelo para Siria y que está en la mira de Washington, Tel Aviv y otros países, incluso Turquía, es destruir Siria. Destruir un país independiente, que defiende a los palestinos, que tiene sus propias alianzas con Irán, con Rusia, con otras regiones; destruirlos para que no pueda levantar ninguna resistencia, ni prestar apoyo, ni defenderse de las agresiones.

Esas son las conclusiones que estoy elaborando porque no veo ninguna posibilidad de que los grupos que EEUU está apoyando sean capaces de gobernar, particularmente los sectores terroristas como Al Qaeda, Al Nusra, que reciben armas y asesores de Washington. Y los turcos siguen apoyando al EI a pesar de lo que dicen, porque la forma en que luchan es 50 ataques contra los kurdos por cada ataque supuestamente contra el EI.

EChI: ¿Y qué pasa con este inicio del diálogo sirio – saudita bajo la mediación rusa?

JP: Siria siempre busca una solución diplomática, una forma de construir un consenso, y ellos creen que podría ser una oportunidad hablar con Arabia Saudí para ver si pueden parar el apoyo a los terroristas, si pueden sentarse en una mesa para compartir el poder con otros grupos, incluso grupos respaldados por los saudíes. Pero no creo que vaya a ir muy lejos porque los saudíes están en una onda agresiva, no solamente están involucrados en Siria, sino que están involucrados en todas las actividades terroristas, incluso están invadiendo Yermen con tanques, aviones y bombardeos terroristas, mercenarios….

Arabia Saudí no es un negociador muy confiable; es un país muy reaccionario; muy involucrado con los grupos terroristas; aliado con Israel de una forma discreta; y obviamente han respaldado todas las guerras norteamericanas entre Afganistán, Irak, etc. Entonces no creo que estos esfuerzos sirios lleguen a una negociación fructífera con Arabia Saudita.

EChI: ¿Cómo ves la situación en Venezuela?

JP: El problema de Venezuela es muy complejo, porque es difícil separara tres cosas: la intervención externa -principalmente de EEUU-; las intervenciones y las campañas de desestabilización internas, así como los esfuerzos para sabotear la economía y los actos terroristas; y tercero, el bajo precio del petróleo que sirve como fuente de financiamiento de los programas sociales del gobierno.

Las tres cosas están interconectadas porque Washington huele que podría debilitar al gobierno,  ya que las exportaciones están cayendo, los ingresos están bajando. Entonces aprovechan este momento para incluir presiones políticas y sociales, y financiar los grupos opositores, así como utilizar por ejemplo a Guyana -un país vecino- para crear un conflicto fronterizo; utiliza sus esfuerzos con Luis Almagro, el uruguayo secretario general de OEA, para presionar a Venezuela desde la OEA; utiliza sus instrumentos en el sector financiero y también está utilizando a la CIA para canalizar el apoyo armamentista hacia los grupos internos terroristas.

Además, la oposición no ha dicho en ninguna oportunidad que van a resolver los problemas con las elecciones.Siguen con el doble discurso: hablan de las elecciones y procesos legales, mientras siguen colaborando con los grupos violentos y las luchas callejeras.

Por otro lado, el gobierno sigue defendiendo los acuerdos con Rusia, China y financiar algún aumento de la producción de petróleo.Y está buscando formas de aumentar el sistema de seguridad interna. Esa me parece que es la principal respuesta, mejorar el sistema de seguridad para capturar a los grupos violentos y los grupos económicos que están saboteando la economía.

En este momento la situación es extremadamente tensa.Creo también que no habrá ninguna solución antes de las elecciones.Creo que la posibilidad de un resultado negativo en las elecciones es bastante fuerte. Digamos que estamos 50 y 50 entre el gobierno y oposición; y esto es muy grave para los países del Cono Sur, del Caribe y particularmente para Cuba, porque Venezuela es amiga de Cuba, han firmado acuerdos importantes con consecuencias económicas y sociales. Por tanto, más allá de Venezuela está en juego toda esta ola progresista que surgió hace diez o quince años en América Latina.

Si Venezuela sufre una derrota y el imperialismo logra suficiente influencia, podría tener repercusiones en toda América Latina. Sabemos que Brasil está en retroceso, que el PT está en una situación muy difícil; sabemos que el Frente Amplio (en Uruguay) se está derechizando con sus políticas fondomonetaristas; sabemos que Scioli (en Argentina) es un candidato más derechista que Néstor Kirchner. Entonces, si hay un problema en Venezuela, se van a fortalecer estas tendencias conservadoras en América Latina.

EChI: La OEA es un organismo bastante desacreditado en Latinoamérica, pero ¿de (el chileno José Miguel) Insulza a (el uruguayo Luis) Almagro no hay diferencias?

JP: No, no hay. La diferencia es que Almagro viene del gobierno de José Mujica, que tiene la imagen de haber sido progresista. Sabemos todas sus limitaciones, particularmente todas las concesiones que dieron a las grandes empresas de la agro industria y la venta de tierras uruguayas a los grandes capitales extranjeros.

Pero en el mundo, hacia afuera, Almagro como ex representante del gobierno de Mujica pintó un cuadro más independiente, que no era real. Desde que era Ministro de Relaciones Exteriores siempre fue enemigo de Venezuela; siempre trató de servir los intereses norteamericanos, particularmente en las relaciones con Venezuela.

Ahora, como decíamos la semana pasada, la OEA no tiene actualmente gran influencia, sino que simplemente es como una plataforma para fortalecer la injerencia norteamericana. Pero no es la fuerza anterior, donde ser expulsado de la OEA tenía un efecto práctico sobre la política de los países de América Latina. Nadie toma en cuenta como factor determinante lo que dice la OEA.

EChI: Bien Petras, en los minutos finales, te pedimos no adelantes los temas en los que trabajas luego de esta breve licencia.

JP: Lo primero que quiero mencionar es que los policías blancos siguen matando afroamericanos (en EEUU). Este fin de semana encontramos en Texas otro asesinato de un afroamericano desarmado. Y las comunidades afroamericanas están muy críticas. Dicen que bajo Obama no ha cambiado nada en relación con las agresiones racistas; dicen que Obama es un Presidente que no defendió a la comunidad, que dio mucha licencia a la Policía para matar a su propia raza. Entonces ha perdido mucho prestigio, apoyo entre la comunidad, porque la Policía sigue tirando en vez de parar.

Lo segundo respecto a Obama, es que podemos decir que más personas negras en África y Medio Oriente han muerto bajo sus guerras y agresiones. Debemos anotar que Obama ha tirado bombas sobre siete países: Afganistán, Irak, Libia, Pakistán, Yemen, Siria, Somalia; y apoyan a Israel en su bombardeo al Líbano, a Gaza.

Esa idea de que Obama representa algo positivo porque abra una embajada en Cuba es falsa. Esta política con Cuba es la excepción y aún no sabemos el alcance, porque ya Washington declara que no va a acabar con el bloqueo, que no va a devolver Guantánamo. Vivimos un gobierno bastante derechista que utiliza con mucha sutileza el discurso progresista. Anuncia acuerdos con Cuba, acuerdos con Irán, habla del cambio climático, pero debemos poner todo eso en el contexto de un presidente sangriento. Más de cuatro millones de personas, la gran mayoría civiles, han muerto bajo la presidencia de Obama en diferentes regiones del mundo y están pendientes de otras guerras más, otras agresiones.

Entonces, muchos progresistas me preguntan –incluso de Uruguay- si no soy demasiado duro con Obama, porque no reconozco los acuerdos con Irán. Nosotros apoyamos los acuerdos con Irán, pero debemos descontar las agresiones y la escalada contra Siria que sigue ahora. El bombardeo de Siria no está dirigido contra los terroristas sino contra el gobierno de Bashar Al Assad. Buscan crear una base para lanzar los grupos simpatizantes de EEUU que tiene filiaciones con grupos extremistas islámicos.

Finalmente quiero comentar una cosa que está relacionada con Uruguay. Me refiero a Haití. Haití ahora tiene elecciones pero nadie las toma en serio, porque el gobierno de (Michel) Martelly es una dictadura, sigue en el poder a pesar de que no convocó a elecciones en los períodos indicados. Martell es un títere de Washington y lo defienden las tropas de ocupación, incluso los soldados uruguayos. Hay muchos asesinados diariamente por la represión de la Policía y hay muchos más que están sufriendo hambre, después del derrocamiento del gobierno electo de Bertrand Aristide.

Hay que recordar la fuente de esta situación. El golpe de Estado apoyado por EEUU derrocó al presidente elegido y popular y lo reemplazó con un títere que después estableció una dictadura; una dictadura que ha fomentado la corrupción masiva de la ayuda internacional Y esa situación se repite en toda la región.

Por ejemplo en El Salvador, donde miles de personas mueren. El Salvador sufre por el acuerdo de paz que les impone Washington, donde los guerrilleros y los grupos de choque quedaron sin trabajo, sin tierra, sin oportunidades, y se integraron a pandillas. Ni el FMLN ni la derecha ha tenido un programa para crear oportunidades, crear trabajo, realizar una reforma agraria. Solo acordaron la participación en elecciones y a partir de eso han marginado a miles y miles de jóvenes. Ahora las pandillas tienen tres veces más activistas, 72 mil jóvenes se integraron a pandillas; lo que duplica el número de activistas involucrados en las elecciones.

Es una tragedia. En cualquier lugar que se mete Washington para trabajar por la paz supuestamente, fomenta la guerra interna como en El Salvador; por la paz intervino para fomentar un golpe de Estado en Haití donde la gran mayoría del pueblo vive ahora en la pobreza y bajo una dictadura; por la paz intervinieron en Libia, derrocaron el gobierno progresista de Gaddafi y destruyeron el país que quedó como una selva entre diferentes grupos extremistas. En otras palabras, contrario a lo que dice Tabaré Vázquez, el imperialismo no ha cambiado, y si ha cambiado fue para peor no para mejor.

Extractado por La Haine

 

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