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Medio Oriente, Anti Patriarcado :: 28/06/2016

Guerra permanente del régimen turco contra las mujeres

Yeniyol
Lo que ha hecho contra el feminicidio o la violencia machista ha sido promulgar leyes que refuerzan a la familia, dificultan el divorcio y desarman a las mujeres

El gobierno del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) está impulsando una guerra sangrienta contra las mujeres en Turquía. Todas las formas de violencia contra las mujeres han aumentado un 1 400 % desde que este partido accedió al poder en 2002. Al menos tres mujeres mueren asesinadas cada día (5 406 han sido asesinadas entre 2002 y 2015), en su mayoría a manos de sus maridos o ex maridos, por pedir el divorcio. Lo que ha hecho el gobierno del AKP contra el feminicidio o la violencia machista ha sido promulgar leyes que refuerzan a la familia, dificultan el divorcio y desarman a las mujeres. El poder judicial, que está totalmente controlado por el gobierno, apoya el asesinato de mujeres mediante la impunidad.

En 2011, el ministerio para la Mujer y la Familia pasó a denominarse ministerio de la Familia y la Política Social y dejó de preocuparse de los derechos de las mujeres para pasar a proteger a la familia y a las mujeres como grupo vulnerable equiparable a los huérfanos y las personas con discapacidad. Aunque el gobierno ha intentado ilegalizar el aborto, no ha logrado prohibirlo debido a la reacción del público. Desde que [el entonces primer ministro y actual presidente Recep Tayip] Erdoğan declaró en 2002 que el “aborto es genocidio” y que el “ control de la natalidad no puede ser compatible con la estructura familiar musulmana”, el aborto y los contraceptivos se han vuelto inaccesibles para muchas mujeres. Según estudios realizados por feministas y organizaciones sanitarias, es casi imposible para las mujeres obtener estos servicios en muchos hospitales públicos porque los médicos evitan prestarlos debido a las presiones gubernamentales.

Estas políticas contrarias al control de la natalidad y los derechos sexuales son coherentes con su proyecto neoliberal y social islamista, que pone la carga de los cuidados y las responsabilidades domésticas sobre las espaldas de las mujeres, que solo se consideran seres humanos válidos si paren hijos. Recientemente, Erdoğan, quien a menudo encarece a la gente que tenga como mínimo tres hijos, declaró que las mujeres que prefieren no tener hijos ni ocuparse de su hogar son “deficientes”, tengan o no éxito en el ámbito empresarial.

En mayo de 2016, la comisión parlamentaria formada para investigar las causas de divorcios y los factores que afectan negativamente a la unidad familiar formuló varias propuestas políticas que destruirían muchas conquistas de las mujeres en Turquía en nombre de la prevención de divorcios. La comisión, fiel reflejo de los propósitos y la mentalidad del AKP, propone establecer varios obstáculos a la anulación del matrimonio por parte de las mujeres, incluso si estas sufren actos de violencia. El informe, que prácticamente no contiene referencia alguna a la igualdad de género, recomienda sesiones obligatorias con un intermediario profesional en casos de violencia doméstica o divorcio, reclama audiencias a puerta cerrada en todos los casos relacionados con el derecho familiar “para proteger la privacidad de la familia”, y propone la introducción de un plazo limitado para el pago de alimentos. Recomienda además que intervengan consejeros religiosos en casos de divorcio para reconciliar a las parejas, lo que a su vez incrementará la influencia de las leyes islámicas machistas en la sociedad. Otro problema con el informe es que los casos de divorcio deben mantenerse en secreto para proteger la privacidad de la familia, impidiendo así que mujeres activistas puedan acudir como observadoras a los juicios.

La violencia sexual contra menores es un problema de calado en Turquía, como han demostrado numerosos casos en los últimos años. La actitud del gobierno y de los medios ante los abusos infantiles tiende a encubrir u ocultar los casos y a individualizar los problemas acusando únicamente a algunos “pervertidos”. Al conocerse un caso reciente en que numerosos niños fueron violados durante años en una escuela de una fundación islamista progubernamental llamada Ensar, el gobierno se negó a que el Estado inspeccione todas las escuelas y afirmó que no hubo negligencia por parte de la fundación. “ Un incidente aislado no debe servir de excusa para difamar a una institución que se ha destacado por sus servicios”, dijo el ministro de Asuntos Familiares.

De acuerdo con el informe de la mencionada “comisión sobre el divorcio”, la edad legal para contraer matrimonio debería pasar a 15 años en vez de los 18 actuales, y si las menores de menos de 15 años que han mantenido relaciones sexuales con adultos deciden casarse, no habrá acusación de pedofilia.

El gobierno del AKP presidido por Erdogan ha tomado muchas medidas para cambiar tanto el Estado como la sociedad en un sentido más autoritario y patriarcal, y seguirá haciéndolo si no logramos resistir. Entiende que la opresión de las mujeres y su confinamiento en las funciones de género tradicionales, además de su explotación en trabajos remunerados, es un requisito para naturalizar y consolidar otras formas de desigualdad. Si se aprueban las propuestas de dicha comisión, las mujeres y las niñas y niños perderán muchos derechos concretos. Y si pierden, perderán todos los oprimidos, y el peligro es enorme.

europe-solidaire.org/spip.php?article38248. Traducción: Viento sur

 

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