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Mundo :: 30/07/2008

Nápoles: Hasta el cuello en basuras, el pueblo se rebela

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El conflicto generado en relación con el tema de la basura no recolectada que se encuentra apilada en grandes cantidades en las calles de Nápoles se ha venido dando durante muchos meses y no muestra señales de debilitamiento. El inicio reciente de envíos de este material residual para su incineración en Alemania ? un tren de 56 carros que llevarán 700 toneladas todos los días durante las próximas once semanas ? no se espera que resuelva completamente el asunto fundamental de si la futura disposición de estos residuos será hecha o no a expensas de la salud y la seguridad de las personas. A continuación se presenta una versión editada y resumida de un artículo que apareció en el número de febrero de la revista maoísta italiana Proletari Comunisti.

La emergencia de las basuras en Nápoles y toda la región circundante de Campania está más viva que nunca donde las protestas del pueblo continúan. La decisión del gobierno, apoyada por la oposición, para nombrar a De Gennaro como comisionado extraordinario para el problema, expresa claramente las intenciones del estado y la clase dominante para tratar esta emergencia principalmente como un problema de orden público.

Su estrategia es limpiar las calles no solo de las basuras sino también de las personas que están luchando. La policía ha continuado atacando a mujeres, ancianos y niños. Los gobiernos nacional y local, así como la mafia política y económica que maneja todo el proceso de reciclaje de las basuras en Campania, la cual fue inicialmente convertida en una fuente de riqueza para ellos mismos, están descargando ahora sobre la población su incapacidad para manejar el problema. Su “solución” es quemar la basura en grandes vertederos para producir energía y más beneficios. Para poner fin a la emergencia, el estado busca poner fin a la revuelta generada.

Es una revuelta. Comenzó en Pianura, una barriada en la zona occidental a las afueras de Nápoles, y luego se esparció a los vecindarios suburbanos de Quarto y Pozzuoli, provocada por el anuncio del comisionado extraordinario de la reapertura del mega-vertedero de Pisan. La población reaccionó inmediatamente. Ese vertedero ha sido el responsable de muertes por cáncer, del nacimiento de bebés con deformidades, es un área entera que hiede y su agua y su suelo están envenenados. Las instituciones han prometido un renacimiento económico y una limpieza ambiental. En vez de esto, el pueblo se encontró a sí mismo enfrentado a una sentencia. El movimiento de masas inicial tuvo un carácter pacífico, y cuenta con una agenda donde se incluyen encuentros masivos, peticiones y grandes manifestaciones. La clase oficial respondió enviando a cientos de policías antidisturbios completamente armados.. Las personas resistieron la violencia de la policía, combinando varias formas de lucha, desde la quema de autobuses hasta marchas y procesiones con antorchas. Los jóvenes estuvieron en el frente, combatiendo la policía local y nacional.

Esta reacción y el contra-ataque fueron deformados mediante una violenta campaña de medios. Llamaron a los rebeldes bárbaros, criminales y miembros de la Camorra (la mafia regional). Esta última acusación contradice los hallazgos de una investigación judicial: que la familia Camorra estuvo interesada en los mega-vertederos porque en los últimos años han visto el cierre de la mayoría de los vertederos “legales e inspeccionados” que ahora están llenos de inmensas cantidades de basuras tóxicas y nocivas. Toda la cadena de disposición de basuras ha sido principalmente un dominio privado y beneficioso controlado por las personas vinculadas al crimen organizado. Recientemente la Camorra ha hecho dinero botando basuras en canteras, terrenos baldíos, etc., de los cuales toman posesión como si fueran propios.

La legítima y necesaria revuelta ha tomado ahora diferentes formas combativas e improvisadas. El pueblo ha resistido a la policía, atacando las cámaras CCTV y a los policías y bomberos quienes intentan apagar las barricadas de basuras en llamas en las calles, así como a los equipos de los noticieros de televisión y especialmente las estaciones de policía y las oficinas de los funcionarios locales. Los jóvenes se han ganado un consenso popular. Ha sido difícil para los comentaristas de la televisión encontrar personas que se desasocien a sí mismas de ellos.

Como en los banlieus (los suburbios de la clase trabajadora baja) de París, los jóvenes –la mayoría de ellos con una vida dura– han ido de un estado más o menos desorganizado a un nivel más alto de organización y combate en el servicio de una lucha justa por la salud y la vida de las masas del pueblo. Para muchas personas, los mega-vertederos no son solo un ataque a la salud de las personas sino que también simbolizan el desempleo permanente y la existencia precaria en las áreas de las grandes ciudades que se han visto forzadas a vivir siempre una vida en los márgenes de la ilegalidad. Una gran cantidad de las personas que viven en esas áreas se ha unido a la lucha, como muchísimas mujeres con sus bebés y otros habitantes urbanos de los estratos de menos ingtresos..

Es verdad que la familia Camorra no ha estado ausente. Ellos “manejan el territorio” y quieren mantener el control ante esta revuelta. Está confirmado que ciertos elementos fascistas de poca monta y lumpen unidos a ellos han estado tratando de jugar un determinado papel en repetidas ocasiones. Pero en gran medida no han tenido éxito. A menudo su presencia ha sido apoyada por la malvada cadena de comando de los gobiernos nacional, regional y local, en alianza con los partidos de centro-izquierda que por muchos años han sido responsables del sistema de eliminación de residuos en la región.

Un amplio rango de fuerzas políticas radicales ha estado profundamente involucrado.

 

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