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Argentina, Argentina :: 02/06/2017

"Plan SanCor": más de 1.000 despidos y cierran 4 plantas a cambio de "ayuda" oficial

Mario Hernández

La Asamblea General Extraordinaria convocada en Sunchales, aprobó por unanimidad el "Plan SanCor", un Fideicomiso Financiero de Administración para avanzar hacia la reestructuración de la cooperativa más importante del país. Como puntos principales se destacan la venta de algunos de sus activos, más de 1.000 despidos, la asistencia del gobierno nacional, a través del Fondo para el Desarrollo Económico Argentino (FONDEAR) por $ 450 millones, la regularización gradual de los pagos pendientes y la incorporación de socios estratégicos.
Sin embargo, en medio del parate que afecta a la mayoría de las 16 plantas y las inundaciones en la cuenca lechera, un sector de los tamberos acentuó sus críticas a la gerencia luego de que el miércoles pasado se definiera en una reunión preparatoria que solo podrían votar 80 de los 150 delegados que representan a los 900 cooperativistas.
Hoy, Sancor recibe menos de 1 millón de litros diarios de leche, porque muchos productores asociados derivan 500.000 litros en materia prima a La Serenísima, Willner, Illolay, Saputo y Mastellone, entre otros.  Esos tamberos no tuvieron voto como delegados de la asamblea del martes, según se resolvió en línea con una cláusula del estatuto reformado en 2012, que exige dos años de antigüedad en la entrega de producción para cumplir ese rol.
El objetivo es conseguir financiamiento por $1.500 millones para "hacer un puente hasta octubre".
Según los cálculos de la gerencia, es posible llegar a esa cifra con la venta de productos en garantía (o warrant), del depósito compartido con Vicentín en Córdoba y del 10% restante de la línea de yogures, frescos y flanes que Sancor conserva tras ceder el 90% a esa firma en 2016 por U$S 100 millones.
La meta se completaría con el préstamo a tasa subsidiada comprometido por el Ejecutivo, que hasta ahora solo entregó $ 200 millones. La reestructuración incluye el recorte de 1.200 puestos en sus 16 plantas a través de retiros voluntarios y el cierre definitivo de los establecimientos de Brinkmann y Charlone (Córdoba), Centeno (Santa Fe) y Moldes (Buenos Aires), donde ya hubo protestas de los pobladores y empleados para preservarlos en funcionamiento.
Con esos cambios, Sancor espera retomar niveles de producción cercanos a los 1,5 millones de litros diarios. Luego de descartar la vía del concurso que abría la puerta a potenciales embargos, el ala dura de Cambiemos -encabezada por el Gabinete- aguardó que Sancor modifique su estatuto y se convierta en su mayoría en Sociedad Anónima, con la expectativa de vender las líneas más rentables (quesos, mantecas y cremas) y así "capitalizar" a la empresa. Por ahora los socios no quieren dejar de ser cooperativa y si bien son varios los inversores interesados, ninguno está dispuesto a comprarla en su totalidad.
Bajo una fuerte presión, que incluyó un duro cuestionamiento de Mauricio Macri al gremio, Atilra aceptó el 5 de mayo pasado reducir los aportes patronales de $3.300 a $1.500 para las empresas grandes y $ 750 para las chicas, junto con la condonación de deudas a las Pymes y la revisión del Convenio colectivo de la actividad. En tanto, con la primera inyección del fideicomiso, la cooperativa empezó a pagar parte de los $2.000 millones en pasivos que acumula, entre salarios, materia prima, fletes e insumos.
Los trabajadores recibieron semanas atrás $ 13.000, mientras que a los transportistas se les canceló deudas y a los tamberos la producción de marzo y parte de abril. La compañía fijó un precio mínimo de $5,15 el litro y decidió abonarlo en tres tramos del 33% a partir del 23 de mayo, el 30 de ese mes y el 7 de junio.

Se desploma el consumo de lácteos

Los precios de los lácteos se dispararon 40% en 2016 y el consumo de estos productos de primera necesidad se derrumbó hasta niveles de 2002, momentos en los que el país atravesaba una profunda crisis económica. La demanda de leche en polvo -consumida mayoritariamente por los sectores más humildes de la población- cayó un 45% en los doce meses del año pasado, hasta alcanzar la marca más baja en lo que va de este siglo.
Lejos de recuperarse en el arranque del 2017, el sector lácteo registró una sostenida baja en la demanda de sus productos durante el primer trimestre, según estadísticas oficiales del Ministerio de Agroindustria. Los datos del Gobierno indican que en 2016 se tomaron cuatro litros menos de leche por habitante respecto de 2015, lo que significó una baja del 9,2%. La ingesta por persona se redujo así a 40,1 litros anuales, el nivel más bajo desde 2002. En leche en polvo, la demanda pasó a 1,6 kilos por habitante. Diez años atrás se consumía 4,43 kilos de leche en polvo, una marca que casi triplica el consumo actual. El consumo de yogures tuvo récords de descenso anual del 9,4%: se compraron en 2016 menos de 10 kilos por persona, algo que no pasaba desde 2004. La demanda de quesos bajó al mínimo de los últimos cinco años con un consumo de 11,92 kilos anuales por persona, con una baja del 10% en los blandos, los más populares. La venta de dulce de leche perforó el piso de 3 kilos por habitante, algo que no se veía desde 2006, de acuerdo con las estadísticas oficiales.
La retracción continuó en el primer trimestre de este año, según los números provistos por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina. En ese período, las ventas de lácteos cayeron 10,9% interanual, con bajas fuertes en leche líquida (10,4%) y yogures (14,9%). La caída de la venta de lácteos se da en el marco de una brusca suba del 40% de los precios, contra un 26,7% de incremento en los alimentos. Los lácteos quedaron como los artículos comestibles con mayor aumento durante 2016, sólo detrás de los aceites.

A la búsqueda de alternativas al cierre y desocupación de las plantas

En Centeno se levanta una de las cuatro plantas en que la cooperativa láctea SanCor paralizó la producción al agudizarse su crisis. Allí se produce, entre otras cosas, queso muzzarella de exportación. Hoy son 61 trabajadores que no saben qué va a pasar con su fuente de trabajo. En total serían 51, mientras que entre 10 y 11 que están cerca de la edad jubilatoria se acogerían a retiros voluntarios. La fábrica está tasada en unos 50 millones de pesos, que se corresponde con el monto estimado en torno al pasivo laboral.
Desde que la planta quedó por fuera del "operativo salvataje" acordado entre SanCor, el gobierno nacional y el sindicato, en Santa Fe se discuten distintas alternativas. La Tarantela, una marca de quesos y ricotas de la localidad de Navarro (provincia de Buenos Aires), analiza con el gobierno santafesino un acuerdo para la compra.
Pero todavía no hay acuerdo. Si no se cierra la venta, la fábrica podría continuar su actividad pero en forma de cooperativa, en este caso gestionada por sus propios trabajadores. El Ministro de Producción de la provincia, Luis Contigiani, aseguró que si no prospera la venta "ya tenemos acordada y negociada la creación de una cooperativa, por lo que los empleados pasarían a ser dueños de la planta, que comprarían con sus propias indemnizaciones".
En Brinkmann (Córdoba), el intendente de la localidad, Gustavo Tévez, confirmó el cierre de la planta emplazada en esa ciudad. "Entra dentro de las cuatro plantas que está previsto cerrar dentro del proceso de reestructuración que anunció Sancor", señaló el mandatario. Por otra parte, el jefe municipal señaló que se está evaluando "la posibilidad de poner en marcha un nuevo emprendimiento fabril contando con el edificio e instalaciones que tiene Sancor hoy en Brinkmann y permita generar mano de obra y amortiguar el cierre de la planta". Tévez agregó que están analizando el futuro de los empleados: "Algunos podrán ser reabsorbidos en caso de que se ponga en marcha un nuevo proyecto y otros verá la empresa", señaló. Según explicó 19 personas pueden pasar a retiro voluntario y quedarían otros 101 empleados.
El gobierno de Santa Fe, encabezado por Miguel Lifschitz, fue crítico de la ayuda de Cambiemos hacia el sector lechero en la provincia. La semana pasada, el Ministro de la Producción Luis Contigiani calificó de "relato duránbarbista" la asistencia del Estado nacional para el sector por las inundaciones sufridas en el verano y defendió la administración cooperativa frente al "desprestigio" y la "mirada privatista" impuesta desde el Gobierno nacional.
"El mundo maneja la lechería en entornos cooperativos y la Argentina está penando en un camino inverso", advirtió Contigiani y recordó que a mediados del año pasado había entregado junto a Lifschitz una propuesta "nacida del diálogo con todos los productores" al Ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile. Contigiani aseguró que "una vez más la provincia se hace cargo de la emergencia con fondos propios, y ya ha otorgado 150 millones de pesos a 566 de los 1.300 tamberos de la cuenca láctea santafesina".  Recordó que "el año pasado, cuando Santa Fe sufrió una emergencia hídrica de las peores de su historia, con un daño en el aparato productivo y económico de U$S 2.500 a 2.700 millones, sólo llegaron de la Nación $ 55 millones. Y este año, cero".
También el diputado provincial Joaquín Blanco señaló que la Nación está incumpliendo con la entrega del dinero comprometido para la capitalización del Fondo de Inversión y Desarrollo destinado a paliar la crisis de los tamberos. "A dos meses de su implementación, la provincia ya entregó préstamos por un monto promedio de 300.000 pesos, mientras que desde la Nación utilizan trabas burocráticas para no enviar los fondos", señaló el legislador. "Confiamos en que no se demoren más y evitar que la crisis se transforme en algo terminal", concluyó.

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