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Mundo :: 04/07/2015

Un señalero defectuoso (sobre Tabaré Vázquez y el "giro a la izquierda")

Rafael Fernández

El anuncio de Vázquez de un «giro a la izquierda» nos recuerda una frase atribuida a Perón: “hay que hacer un guiño a la izquierda y doblar a la derecha”. El presidente frenteamplista dejó mudo a su gabinete con su planteo, según afirman las crónicas periodísticas. No es para menos, el vazquismo hace rato ha abandonado todo izquierdismo, incluso retórico.

El gobierno debutó con un «giro hacia el Norte», tomando distancia de Venezuela y acercándose a la “Alianza para el Pacífico”, participando de las negociaciones del TISA e impulsando un TLC con la Unión Europea. Se anuncia un ajuste (desindexación salarial, rebaja del gasto público), mientras se mantienen las exenciones impositivas y los subsidios a las grandes empresas. Del retiro de las tropas de Haití ya nadie habla, pese a que es inocultable el carácter dictatorial del gobierno haitiano.

El supuesto giro a la izquierda de Vázquez ni siquiera contempla que salte el 'fusible' en el Ministerio de Defensa. Sostiene a un ministro repudiado por las organizaciones de derechos humanos, por los estudiantes y los sindicatos.

La cúpula dirigente del PIT-CNT se encolumna tras el eslógan «Para seguir avanzando», sin percatarse que está «retrocediendo». En el marco de una crisis que se agudiza, el gobierno responde de acuerdo a su condición de clase, defendiendo los mismos intereses que en los últimos diez años. Si en la etapa del boom exportador pudo hacer concesiones a los trabajadores (aunque siempre manteniendo la participación salarial en el PBI por debajo del período previo a la crisis), ahora busca asegurar las ganancias empresariales a partir de la rebaja del salario.

La única manifestación de un giro a la izquierda son las marchas y paros de los estudiantes y los gremios de la educación. Claro que muestran una tendencia hacia la izquierda de parte de los trabajadores, no del gobierno. El paro general del 17 de junio, convocado por centros de estudiantes de todos los niveles de la enseñanza, con 10.000 jóvenes marchando por el 6% del PBI para ANEP y la UDELAR, muestra una tendencia al choque con el gobierno del FA. Para llevar adelante una movilización consecuente por el salario, por presupuesto para la enseñanza, la salud y la vivienda popular, es necesario contar con una FEUU y un PIT-CNT independientes del gobierno.

La crisis griega (y europea) muestra el futuro para toda América Latina. Es necesario reconstruir una izquierda anti-capitalista, para que la crisis no la paguen nuevamente los trabajadores. Se ha puesto nuevamente a la orden del día la consigna del no pago de la deuda y de la nacionalización de la banca. Hoy esa bandera ondea en Atenas, en manos de miles que votarán el NO en el referéndum, pero también dicen NO a los ajustes que el gobierno de Syriza sigue negociando con la «Troika».

Un giro a la izquierda sólo puede venir de la mano de la movilización independiente de los explotados, para que la crisis la paguen los capitalistas, hacia un gobierno de trabajadores.

Semanario Voces

 

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