Urgente petición de solidaridad para sindicalista de "Acepar"

Por este medio, denunciamos ante la comunidad internacional y alertamos, que en Paraguay, se está dejando morir a Hugo González Chirico, un sindicalista digno, quien lleva más de 70 días en huelga de hambre, que lucha por la justicia para el colectivo al que pertenece, y a quien nunca han podido demostrar un sólo caso de corrupción. En su persona, se manifiesta la injusticia cometida con todos sus compañeros que solo defienden aquello que les corresponde.

Las demandas del sindicato de ACEPAR, exigen por parte del gobierno paraguayo, acciones urgentes que permitan un entendimiento entre las partes, y esperamos, como mínimo, una intervención en tiempo y forma, con inteligencia, con la urgencia que el caso lo requiere, de los representantes de los poderes del Estado. Un Estado que en lo formal se comprometió a velar por el cumplimiento de los Derechos Humanos, el Derecho a la Vida y los Derechos Laborales, ratificados por Paraguay en los diversos convenios internacionales que ahora mismo, se están incumpliendo sistemáticamente.

González Chirico está reivindicando el derecho de sus 350 compañeros que fueron despedidos y despojados de lo que alguna vez fue el ente público “Aceros del Paraguay” (Acepar), administrador de la industria metalúrgica del país. Despedidos y despojados. De que eso a lo cual llaman leyes laborales es sólo un fragmentito más de la gran farsa institucionalizada, cualquiera puede dar fe.

Por todo lo anterior, hacemos un llamamiento a las organizaciones sindicales, políticas y sociales a que se manifiesten denunciando al mundo esta injusticia.

Paraguay Resiste en Madrid. Somos paraguay@s residentes en Madrid en defensa de la democracia y los Derechos Humanos en Paraguay.

URGENTE PETICIÓN DE SOLIDARIDAD PARASINDICALISTA DE "ACEPAR"

Década de los 90 del reciente siglo pasado. El Paraguay no es la excepción en la región
y es sumergido por sus gobernantes a una serie de políticas neoliberales, entre ellas, la
privatización de algunos entes públicos. Los obreros sindicalizados de Acepar, entre
ellos, González Chirico, emprenden la lucha para evitar el traspaso de la metalúrgica
nacional a manos del capital privado. La suerte estaba echada, y lo que en un tiempo
anterior fue una empresa importante para la economía del país, termina entre idas y
vueltas casi en poder total de un empresario extranjero.

Lo de “casi” es porque los obreros de Acepar, no se dieron por vencidos y decidieron
jugarle a los vendepatria sometiéndose a sus mismas reglas, a su “legalidad”
tan propugnada. Nucleados en una cooperativa, y acorde con lo establecido en la
Constitución Nacional, los obreros lograron convertirse en asociados del 33,33 % de
las acciones de la empresa. Al fin y al cabo, los profetas del libre mercado siempre nos
dicen que todos tenemos las mismas oportunidades de ser grandes inversionistas. El 66,
66% mayoritario de las acciones quedó para un grupo empresarial de nombre “Cerro
Lorito”, del cual, posteriormente, en el año 2003, el 51% se vuelve propiedad de un
empresario ítalo-argentino de nombre Sergio Taselli.

El grupo empresarial y Taselli comienzan la persecución a los trabajadores con los
subsiguientes despidos y convierten ACEPAR en una bíblica cueva de bandidos.

Por si esto fuera poco, el Poder Judicial declaró ilegal una huelga indefinida de los
trabajadores en el año 2010 para justificar el despido de 350 trabajadores; 14 de ellos,
murieron de infarto por el daño físico y emocional que les supuso haber quedado en la calle.

Las denuncias infatigables de los trabajadores y los sucesivos escándalos por
vaciamientos de fondos de la empresa, obligaron a las autoridades paraguayas a
fiscalizarla desde el mismo Estado, ya en el gobierno de Horacio Cartes; pero el único
resultado de esa intervención es que ahora el presidente golpista ha cedido a una
empresa de capital brasileño por diez años el 33% de las acciones que pertenecen a los
trabajadores.