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Medio Oriente, EE.UU. :: 24/02/2017

Adiós al doble discurso: la aterradora visión del régimen de Israel para el futuro de Palestina

Ramzy Baroud
Los guardianes de la gran farsa de la solución de dos estados, que infantilmente adhirieron el "proceso de paz" y bailaron al son de cada melodía israelí, están confundidos

La evidencia empírica histórica combinada con poco sentido común son suficientes para decirnos el tipo de opciones futuras que Israel tiene para el pueblo palestino: el apartheid perpetuo o la limpieza étnica, o una mezcla de ambos.

La aprobación de la "Ley de Regularización” de los asentamientos el 6 de febrero es todo lo que necesitamos para imaginar el futuro previsto por Israel. La nueva ley permite al gobierno israelí reconocer retroactivamente los puestos de avanzada judíos construidos sin permiso oficial en tierras palestinas de propiedad privada.

Todos los asentamientos - asentamientos reconocidos oficialmente y puestos no autorizados - son ilegales según el derecho internacional. Naciones Unidas así lo han declarado en múltiples ocasiones y, más recientemente, se pronunció con claridad inconfundible en la Resolución 2334 del Consejo de Seguridad de la ONU .

La respuesta de Israel fue el anuncio de la construcción de 6.000 nuevas viviendas, que se construirán en todos los territorios palestinos ocupados, la construcción de un nuevo asentamiento (el primero en 20 años), y la nueva ley que prepara el camino para la anexión de amplios sectores de la Cisjordania ocupada.

Sin lugar a dudas, la ley es el "último clavo en el ataúd de la solución de dos estados", pero eso no es importante. Nunca le ha importado a Israel, de todos modos. La palabrería sobre una solución era mera cortina de humo por lo que se refiere a Israel. Todas las "conversaciones de paz" y la totalidad del "proceso de paz", incluso cuando estaba en su cenit, rara vez ralentizaron las excavadoras israelíes, frenaron la construcción de más "casas judías" o acabaron con la limpieza étnica de los palestinos.

Escribiendo en 'Newsweek', Diana Buttu describe cómo el proceso de construcción de asentamientos siempre, siempre ha estado acompañado por la demolición de casas palestinas. 140 estructuras palestinas fueron demolidas desde comienzos de 2017, de acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios en los Territorios Ocupados.

Desde que Donald Trump tomó posesión, Israel se ha sentido liberado de su doble discurso. Durante décadas, los funcionarios israelíes hablaron con pasión de la paz, e hicieron todo lo posible para obstaculizar su consecución. Ahora, simplemente no les importa. Punto final.

Han perfeccionado su toma y daca, simplemente porque tenían que hacerlo, porque Washington lo esperaba, lo exigía. Pero Trump les ha dado un cheque en blanco: pueden hacer lo que quieran; los asentamientos no son un obstáculo para la paz; Israel ha sido "tratado muy, muy injustamente” y va a corregir esa injusticia histórica, y así sucesivamente.

Casi inmediatamente después de la inauguración presidencial de Trump el 20 de enero, todas las máscaras se cayeron.

El 25 de enero, el verdadero Benjamin Netanyahu resurgió, abandonando la farsa por completo, y declaró con un descaro envidiable : "Estamos construyendo, y vamos a seguir construyendo" asentamientos ilegales.

¿De qué más hay que hablar con Israel en este momento? De nada. La única solución que le importa a Israel es su propia "solución", siempre impulsada con un ciego apoyo estadounidense, la inutilidad Europea y siempre impuesta a los palestinos y a otros países árabes, por la fuerza si es necesario.

Los guardianes de la gran farsa de la solución de dos estados, que astutamente diseñaron el "proceso de paz" y bailaron al son de cada melodía israelí están confundidos. Han sido marginado por los terribles planes de Israel que ha disparado su "solución" justo entre los ojos, dejando a los palestinos la elección de someterse, humillarse o la cárcel.

Jonathan Cook está en lo cierto. La nueva ley es el primer paso hacia la anexión de Cisjordania o, al menos, de la mayor parte de ella. Una vez los pequeños puestos sean legalizados, tendrían que ser fortificados, ( "naturalmente") ampliados y protegidos. La ocupación militar, que dura ya 50 años, ya no será temporal y reversible. El derecho civil se seguirá aplicando a los judíos en los territorios palestinos ocupados y las leyes militares a los palestinos ocupados.

Es la definición misma del Apartheid, en caso de que alguien todavía dude.

Para satisfacer las “necesidades de seguridad” de los colonos, se construirán más carreteras ‘solo para judíos’ de circunvalación, se erigirán más muros, más puertas para mantener a los palestinos fuera de sus tierras, escuelas y medios de vida y tendrán que soportar más puestos de control, más sufrimiento, más dolor, más ira, y más violencia.

Esa es la visión de Israel. Incluso Trump está cada vez más frustrado por la falta de vergüenza y el atrevimiento de Israel. Ha hecho un llamamiento a Israel en una entrevista con el periódico 'Israel Hayom’ a "ser razonables con respecto a la paz."

"Hay una cantidad limitada de tierra. Y cada vez que ocupan tierra para los asentamientos, hay menos tierra", dijo Trump. Está dando marcha atrás en relación con sus promesas de trasladar la embajada de EEUU a Jerusalén y apoyar la expansión sin control de los asentamientos, porque se está dando cuenta de que Netanyahu y sus partidarios estadounidenses le han llevado a un acantilado y ahora le piden que salte.

Pero poco importa, de todos modos. Tanto mantenga Trump su posición extremadamente favorable a Israel o vuelva a una posición ambigua similar a la de su predecesor, Barack Obama, la realidad es poco probable que cambie - porque sólo a Israel le está permitido, en última instancia, influir en los resultados.

La aprobación del proyecto de ley por los legisladores israelíes es, de hecho, el fin de una era.
Hemos llegado al punto en que podemos declarar abiertamente que el llamado "proceso de paz" era una ilusión desde el principio, porque Israel no tenía ninguna intención de ceder jamás Cisjordania y Jerusalén oriental ocupados a los palestinos.

La dirección palestina es culpable también de todo esto.

El error más grande que ha cometido la dirección palestino (aparte de su desunión vergonzosa) es haber confiado en los EEUU, el principal facilitador de Israel, en la gestión de un 'proceso de paz' que ha permitido ganar tiempo y recursos a Israel para terminar sus proyectos coloniales, mientras que los derechos palestinos y sus aspiraciones políticas eran desbastados.

Volver a los mismos viejos canales diplomáticos, utilizar el mismo lenguaje, que solo busca la salvación en el altar de la misma vieja "solución de dos Estados", no logrará nada más que perder más tiempo y energía.

Pero las humillantes opciones planteadas por Israel a los palestinos también se pueden leer de una manera diferente. De hecho, es la obstinación de Israel la que ahora está dejando a palestinos (e israelíes) con solo una opción: la igualdad de los ciudadanos en un solo estado o un apartheid horrible y más limpieza étnica.

En las palabras del ex presidente Jimmy Carter , "Israel nunca encontrará la paz hasta que permita a los palestinos ejercer sus derechos humanos y políticos básicos."

Ese "permiso" israelí, sin embargo, todavía no ha llegado, lo que deja en manos de la comunidad internacional la responsabilidad moral de exigirlos.

counterpunch.org. Traducción: Enrique García para Sinpermiso. Extractado por La Haine

 

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