Chimalapa, México: Historia de un capitalismo disfrazado de desarrollo
Relativamente aislados durante la Colonia, hasta las primeras décadas del siglo XX los zoques permanecieron en sus bosques y selvas como únicas poblaciones presentes, siendo relativamente poco amenazados por el comercio de madera y terrenos que, en este periodo, comenzaba a darse alrededor de su territorio. Este tráfico iba de la mano con los estudios para abrir distintas vías interoceánicas y con la creación de haciendas norteamericanas como la “Mexican Land and Coffee” y “El Corte and Chicago Titla and Trust” y de extensiones de propiedad extranjera como el “Hearst State”, del magnate periodístico norteamericano Randolph Hearst, quien también había acaparado enormes extensiones en la Selva Lacandona. El despojo había empezado y aunque en 1850 el General José Joaquín Herrera, presidente de México, reconoció los títulos primordiales zoques, con la revolución agraria de 1910-1915 y el consiguiente cambio en la legislación, los chimas se vieron obligados a buscar un nuevo reconocimiento.
Foto: Tierra comunal de Santa Maria.