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Medio Oriente :: 24/09/2013

El arsenal químico de Israel vuelve a la actualidad

Jonathan Cook
El plan de inspeccionar y destruir las armas químicas de Siria concentra la atención en las armas de destrucción masiva no declaradas del régimen de Israel

Nazaret.- Hay una posibilidad de que los esfuerzos para destruir las armas químicas de Siria puedan servir de preludio para exigir a Israel que elimine sus armas de destrucción masiva (ADM) no declaradas.

Israel mantiene una postura que califica de “ambigua” sobre si posee armas nucleares o químicas. Pero la opinión general [certeza en Gobiernos y comunidad científica] es que Israel tiene un gran arsenal de bombas nucleares, ocultas al escrutinio internacional, y hay fuertes 'sospechas' de que ha desarrollado en secreto un programa de armas químicas.

Estas preocupaciones se intensificaron después de la revelación, este mes, de un informe confidencial de la CIA de que Israel habría creado un importante arsenal de armas químicas a comienzos de los años ochenta. Israel se ha negado a firmar el Tratado de No Proliferación de 1968, que cubre la regulación de armas nucleares, y a ratificar la Convención de Armas Químicas de 1993, que obliga a los Estados a someterse a la supervisión internacional y a destruir los agentes químicos que posean.

En los últimos días ha habido una serie de acciones de otros Estados de Medio Oriente para atraer la atención internacional a las ADM de Israel. Estos esfuerzos tuvieron lugar después de la ratificación por parte de Damasco de la Convención de Armas Químicas la semana pasada y del anuncio, el fin de semana, de un programa, acordado por Rusia y EE.UU. para desarmar a Siria de sus arsenales químicos, que durará hasta mediados del próximo año.

Ahora Israel es uno de los seis Estados que se niegan a implementar la Convención, junto a Egipto, Myanmar, Angola, Corea del Norte y Sudán del Sur. Este hecho ha suscitado la preocupación de que Israel podría convertirse rápidamente en un Estado paria en este terreno.

Shlomo Brom, exgeneral israelí y actualmente investigador en el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional en la Universidad Tel Aviv, calificó de “poco sensata” la política actual de Israel sobre armas químicas:

“La realidad en Medio Oriente ha cambiado desde que Israel se negó a ratificar la convención. Ya no existe una buena razón para que [el régimen de] Israel permanezca con el puñado de regímenes que se oponen.”

Esta semana algunos Estados árabes presentaron una resolución al organismo de control nuclear de las Naciones Unidas, el Organismo Internacional de Energía Atómica, llamando a Israel a colocar sus instalaciones nucleares bajo el régimen de inspección del OIEA como parte de los esfuerzos para crear una zona libre de armas nucleares en la región. Sin embargo, los funcionarios estadounidenses rechazaron la acción de los Estados árabes en el OIEA.

El domingo pasado, el ministerio de Exteriores de Irán instó a la comunidad internacional a “adoptar medidas serias” para obligar a Israel a respaldar la Convención de Armas Químicas.

El Tratado de No Proliferación Nuclear que Israel se ha negado a firmar se estableció en 1968, al año siguiente de que Israel consiguiera su primera ojiva nuclear.

Un informe de dos expertos publicado el domingo estimaba que Israel había construido un total de 80 bombas nucleares en 2004, el año en el que 'se cree' que detuvo la producción. El mismo informe concluyó que Israel tiene existencias de material fisible suficientemente grandes como para duplicar en breve plazo la cantidad de bombas.

“Gobierno responsable”

Después de la ratificación de la convención por parte Siria, su embajador en la ONU, Bashar Jaafari, dijo que “el principal peligro de las ADM es el arsenal nuclear israelí”, y agregó que Israel posee armas químicas pero que la mayoría de los demás Estados no están dispuestos a hablar del tema.

Según informaciones en los medios israelíes, las embajadas israelíes en el exterior han recibido directivas para que evadan las preguntas planteadas por periodistas y diplomáticos con respecto a las armas químicas israelíes.

El ministerio de Defensa israelí se negó a hacer comentarios a 'Al-Jazeera', enviando las preguntas a la oficina del primer ministro. David Baker, un vocero de Netanyahu, también se negó a comentar, calificando cualquier discusión semejante de “especulación”. No estuvo dispuesto a decir si Israel había impartido directivas a sus funcionarios.

Uri Avnery, periodista y expolítico israelí, dijo que los israelíes asumen que su país posee secretamente ese tipo de armas. “El Gobierno israelí ha sostenido siempre que Israel es una excepción, que es un 'Gobierno responsable' y que por lo ello no necesita someterse a convenciones internacionales, sean nucleares, biológicas o químicas. Los israelíes creen que debido al 'Holocausto' tienen derecho a protección especial, lo que en la práctica significa acceso a todo tipo de armas”.

Israel oculta armas químicas

Las 'sospechas' de que Israel pueda estar ocultando un programa de armas químicas han aumentado después de un informe reciente de 'Foreign Policy', una revista estadounidense, que revela que los satélites espías de EE.UU. localizaron una instalación de armas químicas en el desierto Néguev, de Israel, por primera vez en 1982.

Un informe confidencial de la CIA de 1983 revelado a la revista identificó “una probable instalación de producción y almacenamiento de un agente neurotóxico [arma química] cerca de la localidad israelí de Dimona, que se encuentra cerca del reactor nuclear de Israel. La revista dijo que también 'se cree' que las industrias químicas de Israel están involucradas en la producción de armas.

Según las interceptaciones de las comunicaciones militares israelíes que hizo entonces la Agencia Nacional de Seguridad de EE.UU., los bombarderos de la Fuerza Aérea de Israel habían realizado misiones simulando bombardeos con armas químicas en el Néguev.

El informe sigue: "Israel dispone, por lo menos, de agentes nerviosos persistentes y no persistentes, un agente de mostaza, varios agentes de control de disturbios y de los sistemas de lanzamiento adecuados”.

Israel ha seguido trabajando en agentes neurotóxicos en los años siguientes. Se sabe que Israel tiene un Instituto de Investigación Biológica en Ness Zioma, a unos 20 km al sur de Tel Aviv, que se describe como centro de investigación del Gobierno. Oficialmente el Instituto realiza investigación médica y de defensa y ayuda a que Israel se prepare contra los efectos de un ataque de armas químicas o biológicas.

El instituto también ha desarrollado en secreto capacidades ofensivas que se utilizaron, en el caso más famoso, en un intento de asesinato contra un líder de Hamás, Khaled Meshal, en Jordania, en 1997.

Meshal, a quien pulverizaron una toxina en un oído en una operación del Mossad, solo se salvó porque dos agentes involucrados fueron capturados mientras aún estaban en Jordania. Binyamin Netanyahu, el primer ministro israelí de entonces, como ahora, aceptó entregar un antídoto a cambio de la liberación de los agentes.

Armas experimentales

Ha habido 'sospechas' de que Israel utilizó una toxina igualmente difícil de detectar en la muerte, todavía no explicada, del líder palestino Yasir Arafat en 2004.

La conexión entre Israel y las armas químicas también salió a la luz después de la caída de un avión israelí cerca de Ámsterdam en 1992.

Los medios holandeses informaron de que el avión de El Al llevaba cantidades sustanciales de un importante componente químico del sarín, el agente neurotóxico utilizado en el ataque cerca de Damasco el mes pasado del que se culpó al Gobierno sirio. La compañía estadounidense que suministró el producto químico dijo que debía entregarse al Instituto de Investigación Biológica de Ness Ziona.

Una serie de informes, incluso de la 'BBC', a principios de la segunda Intifada palestina, hace una década, también acusó a Israel de utilizar una forma experimental de gas lacrimógeno que condujo a severas convulsiones a muchas de las personas que lo inhalaron.

Más recientemente, los repetidos ataques de Israel a Gaza han llevado a que utiliza municiones de Explosivo Metálico Denso Inerte (DIME), un arma experimental que todavía no está cubierta por los tratados internacionales. Su explosión causa severos daños internos a las víctimas y deja trazas de metales carcinogénicos, como el tungsteno, en los cuerpos de los sobrevivientes.

En el invierno de 2008-2009, Israel también fue ampliamente criticado por el uso de fósforo blanco en áreas residenciales de Gaza. Aunque está permitido para crear una cortina de humo en el campo de batalla, el fósforo blanco se considera un arma química cuando se utiliza en áreas en las cuales es probable que habrá civiles. Los pedazos ardientes del producto químico queman a través de la carne y los pulmones y son difíciles de extinguir.

Al Jazeera. Traducido para Rebelión por Germán Leyens. Revisado y extractado por La Haine

 

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