El mamarracho teorico del «capitalismo andino»

En el debate teórico que se ha abierto con motivo de la coyuntura electoral, han surgido una serie de conceptos de índole política que es preciso analizarlos para un esclarecimiento conceptual de todos y cada uno de ellos.

Entre estos conceptos manejados alegremente con un candidato vicepresidencial, sobresale ampliamente aquel que se refiere al CAPITALISMO ANDINO, como una especie de camino intermedio entre el socialismo y el capitalismo clásico.

Comenzaremos diciendo que ya V. I. Lenin en su obra sobre el "Imperialismo, fase superior del Capitalismo", había vaticinado que el capitalismo de libre empresa ya no podía darse en un país sometido precisamente al imperialismo porque las burguesías "nacionales" ya eran tales pues se encontraban sujetas y subordinadas al dominio abrumador del monopolismo imperial y que se habían convertido en burguesías simplemente compradoras.

Empero no se trata solamente de la palabra autorizada de un autor clásico como Lenin, sino de la realidad objetiva del mundo contemporáneo. Es pues en este contexto que nos interesa analizar aquello del "capitalismo andino" propuesto por el aludido candidato.

En todo el país, es decir en los Andes, en casi todo el occidente boliviano y también en el oriente, se ha desarrollado un capitalismo dependiente que ha subordinado casi por completo otras formas de desarrollo económico como son la economía mercantil simple y la economía comunitaria. Los vastos sectores campesinos o son pequeños propietarios parcelarios o son propietarios de comunidades en parte indivisas y en parte también parceladas.

La industria manufacturera del occidente andino, igualmente o es una pequeña industria casi artesanal o familiar o tiene dimensiones mayores pero subordinadas al mercado y las leyes del mercado capitalista monopólico.

El comercio y el intercambio en el occidente andino son completamente capitalistas dependientes sin posibilidad alguna de lograr una autonomía por lo menos relativa. Finalmente las finanzas occidentales bancarias están absolutamente dominadas y subordinadas a la financiarización nacional y global.

En estos contornos es pues, aberrante hablar siquiera de un capitalismo nacional independiente. Los siglos de atraso que sufre el país, ocasionado, en gran parte por nuestra condición dependiente, hacen imposible un capitalismo burgués de tipo clásico. Empero si hablamos de los Andes, nos estamos refiriendo a los Andes campesinos de origen aymara y quechua, la situación en este caso es incluso mucho más impensable, en realidad se trata de un argumento de mala fe, manejado por un verdadero y auténtico impostor que cada día va mostrando más claramente su verdadero rostro.

El llamado proyecto de "capitalismo andino" pretende convertir a todos o a la mayoría de los campesinos de estos orígenes en señores empresarios. En este sentido cabe la siguiente pregunta: ¿De dónde sacarán nuestros precarios "capitalistas" andinos sus respectivos proletarios? Naturalmente acá se demuestra que el propio concepto es una verdadera y auténtica aberración teórica y mucho más una aberración política que no puede sostenerse un solo minuto en debate alguno.

El mamarracho de "capitalismo andino" se contrapone radicalmente al proyecto de un movimiento social hacia el socialismo que rechaza explícitamente la continuación capitalista dependiente y culpable de todo nuestro atraso. El socialismo verdadero que sostenemos los comunistas es la única alternativa para salir de la pobreza y la miseria de nuestros pueblos originarios.

El hecho de que el término "socialismo" se haya convertido en un slogan vacío por la demagogia de políticos y politicastros que pretendieron sobre todo en el pasado inmediato engañar al pueblo llamándose pomposamente "socialistas" (los Borth, los Cortés, los Velasco, los Morales (Rolando), etc., etc.), no puede desacreditar el concepto mismo del socialismo revolucionario y democrático que plantea del marxismo.

El "capitalismo andino", como consigna, y peor como postulado programático y electoral debe ser combatido en el seno mismo del Movimiento al Socialismo, so pena de convertirse en otro partido defensor del establecimiento y del capitalismo a secas.

Mucho más será y es rechazado el concepto por quiénes apoyan críticamente el proyecto de "Evo Presidente". Está demás concluir que la desgraciada consigna del "capitalismo andino" que sugestivamente no ha sido repetida por el candidato, puede causar un daño irreparable al proyecto del MAS.

Ahora el candidato, en su última "contribución" al Juguete Rabioso, quiere que solamente "imaginemos" el socialismo, porque su realización se debe dejar para las calendas griegas y cambia el capitalismo andino por el capitalismo andino-amazónico. Cuando se le pregunta si su capitalismo andino es marxista responde, sin rubor alguno, que es marxista clásico, pero después retrocede rápidamente y dice que es una herramienta con la que trabaja su propuesta.

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