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Venezuela :: 18/04/2013

La revolución exige desmontar el golpe neofascista

Felipe Cuevas Méndez
Burguesía y fascistas siguen su marcha, buscan prolongar su proceso de tensión y desestabilización para conseguir su deseo de crisis política

El argumento del “fraude” es el ideal tramado por el imperialismo, la burguesía española y la burguesía venezolana; porque explotando este supuesto de defensa a la democracia, cree que obtiene un código indescifrable de sus maquinaciones ante un país y un continente que les rechaza por su intervencionismo y neoliberalismo para plagarnos de hambre y miseria. Las clases dominantes diseñaron este escenario mucho tiempo atrás, para que en ausencia de Chávez la cobertura seudo democrática facilitara la conspiración para tomar el poder político.

Entonces en el discurso justificante del golpismo la realidad de los problemas sociales pasó a un segundo plano, el reconteo de votos les hizo posible pasar a la excitación del terror. Pero nadie puede negar que la burguesía capitalizó los problemas del proceso bolivariano para preparar la actual situación. Ahora dicha clase lucha contra el tiempo, según se han delatado, tienen fraguado un golpe de Estado en el marco de los primeros cinco días posteriores a las elecciones (aparte del plan que se les confiscó semanas atrás, según información difundida en el programa La Hojilla la embajada gringa advierte que habrán nuevos hechos de violencia). Luchan contra el tiempo para que Nicolás no se afiance en la ruta socialista y acumule fuerzas junto a los explotados y oprimidos.

Como suele decirse en estos casos, en el mismo orden de ideas la exitosa campaña difamatoria contra “los enchufados” funcionó en sus propósitos a la oligarquía, que la trabajó y depuró de los elementos que la delatan a ella misma como clase también beneficiada en el marco de las relaciones capitalistas aún vigentes en la sociedad. La renta petrolera redistribuida a partir de la era chavista enchufó a toda la sociedad, a través de gasolina barata como regalía general, recursos públicos a toda la industria privada y pública, salud, educación, vivienda, 90 % de la población urbanizada, cultura, deporte, convivencia…

Justamente los resultados electorales mostraron tanto las debilidades del proceso como el accionar político oligárquico. En el marco de la campaña electoral el pueblo fue víctima de una guerra de cuarta generación –camuflaje de propósitos, ataque sistemático en todos los ámbitos sociales y golpeteo constante a las conquistas del pueblo–, de ésta suerte, los votos de Capriles son resultado directo del enchufe pequeñoburgués a su modo de vida, la guerra mediática, y la manipulación de las molestias como “alianza” entre opresor-oprimido. Mas los llamados votos de rabia no son de conciencia, ni son para toda la vida, ese efectismo acaba pronto a medida que las manos fascistas se manchan con la sangre del pueblo. En este formato de la política burguesa se evidencian algunas de las causas de la tendencia en el descenso porcentual electoral de la revolución que ya venía sintiéndose años atrás, producto de los problemas irresueltos, postergados y/o saboteados, hábilmente utilizados por los interlocutores de la burguesía para derrocar al gobierno bolivariano.

Burguesía y fascistas siguen su marcha, buscan prolongar su proceso de tensión y desestabilización para conseguir su deseo de crisis política, mientras tanto aseguran que el país vive una crisis económica justo cuando más ha crecido incluida ella misma. Golpean y retroceden, a fin de no hacerse responsables de sus actos y tener nuevos márgenes de acción, ya que creen tener la medida al pueblo revolucionario, su gobierno y las organizaciones.

Todavía peor es la demostración fehaciente de que esta situación es 'made in USA', subsidiada, organizada e instigada por el Departamento de Estado, la CIA y la Embajada, tiene dos matrices de diseño: 1.- la del ascenso al poder hitleriano, 2.- del tipo de ofensivas que agotaron el último aliento de la Europa del Este, y de las acciones contra Siria.

Esta perversa arremetida fascista usando a sectores descontentos para lanzarse al golpe de Estado, se presenta a las puertas de la lucha por el socialismo. Las agencias del imperialismo crearon esta situación de desgaste al chavismo, de sabotajes en todos los ejes de la vida social, de fracturarlo por todos los medios, y este escenario poselectoral es una cara de la realidad, el resultado que han conseguido como preámbulo a acciones que permitan una invasión gringa o un golpe de suerte para arribar a Miraflores. Para de esta manera plantearse una perspectiva inmediata de saqueo petrolero y nuevo territorio neoliberal. La banda fascista opera en estos desniveles, tira y se retira, pero subirán el tono en su escalada de violencia en tanto no se les golpee por el pueblo y el gobierno bolivariano.

El saldo fascista son daños materiales a instalaciones políticas, de salud, educativas, decenas de heridos y 7 muertes selectivas por todo el país, en este último hecho, los mártires del pueblo asesinados por los grupos fascistas que encabeza Capriles con sus crímenes de lesa humanidad. En su primera oleada pretendieron separar al pueblo respecto de Maduro, pero el tiro les falló tanto el terror que infundieron como por lo dicho por Capriles sobre la “lucha pueblo vs gobierno”.

Es indispensable sobreponerse a la violencia nocturna contrarrevolucionaria y la amenaza de paro insurreccional oligárquico, hay que actuar contundentemente recuperando el escenario, el espacio público y el debate político popular. El pueblo y sus instituciones deben resguardar todas las conquistas chavistas (CDIs, Industrias, plantaciones, almacenes, centros de enseñanza, instituciones públicas, instalaciones militares, el petróleo, el circuito eléctrico, la calle, las vías de comunicación, todos los recursos del país que en sí son patrimonio del pueblo. Pese a todas las problemáticas del proceso, sus aciertos son superiores, en la respuesta a los grandes males del capitalismo.

Las maniobras capitalistas se sucederán una tras otra para confundir, para obstruir que el pueblo recobre su orientación clasista, ello debe detenerse con coraje, así como se desenmascare cada una de sus mentiras, adelantarse a los hechos, dar respuesta a la agenda majunche imponiendo la agenda de la revolución contra las condiciones político-económicas del capital. No esperar los errores del majunchismo, no tomarlos como simples desviaciones, actuar sobre la médula de sus posiciones y de quienes las sostienen en tanto “factores” económicos monopólicos.
Tampoco se trata de pasar el vendaval solamente, en efecto debemos resistir, hay que actuar, prevenir, resolver, defender e impulsar la salida revolucionaria. Las condiciones lo expresan:

a) Es necesaria la movilización, la organización, el liderazgo en el combate, el discurso consecuente y diversificar la respuesta de la revolución.
b) Toca combatir los titubeos, la siembra de pánico y las guarimbas antichavistas. Corregir los problemas sobre la marcha inmediata de respuesta a la contrarrevolución, crecerse en las dificultades, es la difícil prueba del necesario transitar.
c) El pueblo debe encabezar su propio diálogo, desarrollar sus ideas y su relacionamiento propio contra las formas de dominación y control político-burgués.
d) La lucha exige diferenciar claramente al pueblo de la burguesía, neutralizar a la reacción y abordar los temas de la unidad en los sectores populares.
e) Los liderazgos deben asumir su rol, probarse en su papel a la cabeza del pueblo.
f) Así también dejar de buscar respuestas sólo en el pasado, el presente permite completar respuestas y soluciones concretas.
g) Profundizar el tejido democrático popular incluyente de las relaciones revolucionarias y progresistas en el seno de los explotados y/u oprimidos.
h) Reconstruir la voluntad de combate en el seno de las clases populares.

La revolución bolivariana se reforzará en sus pilares, es una exigencia de las condiciones de la lucha por el socialismo. Salir del ensueño, lo que hay es lucha de clases, el proletariado se lanza al combate, la juventud popular hace lo propio. Paso a paso, prudentemente, acumulando, recuperando, construyendo sus fuerzas. Cerrar filas con contundencia táctica, el marco de las elecciones obligó a cierta posición defensiva, ahora todo exige pasar a la ofensiva contra los neonazis.

Las y los revolucionarios, las organizaciones, el poder popular, el gobierno bolivariano; son abanderadas de la lucha y resistencia al bloque capitalista imperialista. El objetivo inmediato es desmontar el golpe de estado en preparación y desmantelar a la banda fascista que lo encabeza.

* Partido Comunista de México
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