Las contradicciones de la MUD

La Mesa de la Unidad (MUD), coalición opositora en Venezuela, convocó a una “mega movilización” este miércoles 14 de septiembre, con la finalidad de presionar al Consejo Nacional Electoral (CNE) a ofrecer una fecha para la recolección de firmas correspondientes al 20% del padrón electoral, siendo este el siguiente paso para activar el Referéndum Revocatorio para el presidente Nicolás Maduro.

El pasado 29 de agosto, la rectora del órgano electoral, Socorro Hernández, anunció en un entrevista realizada en Venevisión, que la recolección de las rúbricas se realizará la última semana octubre de este año, es decir, de 24 al 30.

“La exigencia (de la fecha) ya tiene una respuesta, esa recolección del 20% se va a hacer entre el 24 de octubre y el 30 de octubre, es en esa semana y son tres días. Eso es la información para todo el país”, indicó Hernández.

Sin embargo, esto no es suficiente para los conservadores, pues lo que se busca es calentar la calle para obligar al CNE a activar la consulta este mismo año, o en su defecto, obligar al presidente Maduro a renunciar.

Ante estas acciones, el ente comicial mantiene que no cede ante amenazas de ningún tipo, pues deben cumplir los pasos previstos en los instrumentos legales que regulan el sufragio en Venezuela, entre esos instrumentos está la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

¿Qué será lo que quiere la MUD?

Si bien es cierto que todos los partidos integrantes de la MUD, quieren salir “como sea” de la Revolución Bolivariana, también es cierto que a cada uno de ellos se les ve las costuras, es decir, que cada quien quiere llegar a la silla presidencial y de diferentes formas, lo que ha ocasionado enfrentamientos entre dentro del cónclave ultraderechista.

En la llamada “Toma de Caracas”, en la que se movilizaron unas 30 mil personas adeptas a la oposición, los líderes opositores se peleaban por quién tomaría el micrófono para leer el comunicado que llamaba a realizar dos acciones contundentes: cacerolazo a las 8 de la noche y movilizaciones a las sedes del CNE en cada estado venezolano.

Más recientemente, la dirigente del partido Vente Venezuela, María Machado, sostuvo a través de su cuenta Twitter que con ella no cuenten “si se acuerda el referendo revocatorio para el 2017”. Mientras, el diputado del partido ultraderechista Voluntad Popular, Juan Requesens, no tardó en responderle “no contamos contigo y ganamos el 6 de diciembre”. Es bien conocido por la opinión pública, las aspiraciones presidenciales que tiene Machado, pues fue precandidata en las elecciones internas de la MUD para seleccionar el contendor del presidente Chávez en el 2012.

Mientras, el partido Primero Justicia, padre de Voluntar Popular y gran protagonista en el Golpe de Estado del año 2002, se ha mantenido con bajo perfil. Todos menos Henrique Capriles, quien mantiene una fuerte campaña por las redes sociales, ya que ningún medio de comunicación, público o privado, le da pantalla. Sus constantes indirectas a otros personajes de la oposición, como a María Machado y a Jesús Torrealba, ponen en el tapete las fuertes diferencias existentes en la "Unidad".

Por otra parte, el actual presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, viejo dirigente de Acción Democrática, utiliza toda su verborrea para insultar a todo aquel que se atreviese en su camino a Miraflores. Mientras, dentro del Poder Legislativo se discute quién será el sucesor del adeco llegado el 5 de enero del próximo año. Dentro de la Unidad, sólo cuatro partidos políticos -Primero Justicia, Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo y Voluntad Popular- toman las decisiones “importantes”, dejando por fuera otras pequeñas organizaciones que se conjugan en este espacio.

La apuesta de Maduro: El diálogo

Mientras cada vocero de cada partido asume posiciones diferente, con apuesta a vías, también diferentes, para derrocar al gobierno constitucional de Venezuela, el Gobierno Revolucionario promueve espacios de diálogo.

El presidente Maduro en su programa “En Contacto con Maduro” número 66, transmitido el martes 13 de septiembre, informó sobre una reuniones gobierno–oposición realizadas recientemente, en la que participaron Carlos Ocariz (Primero Justicia), Timoteo Zambrano (Un Nuevo Tiempo), Freddy Guevara (Voluntad Popular) y Luis Aquiles Moreno (Acción Democrática). Estas reuniones se mantuvieron en secreto a solicitud de los representantes opositores.

La agenda a tratadas fueron las mismas acordadas en las jornadas de diálogo efectuadas en República Dominicana en mayo pasado, gracias a las gestiones de los ex presidentes Rodríguez Zapatero, Ernesto Samper, Martín Torrijos y Leonel Fernández. En estos encuentros se trazó una agenda de futuras reuniones durante el mes de septiembre y octubre, en función de los intereses de la paz del país. Sin embargo, fueron los mismos voceros de la MUD quienes por diferentes vías, emitieron declaraciones sobre la evolución de las reuniones, cruzando informaciones entre ellos mismos: Jesús Torrealba emitió un comunicado informando sobre quiénes han participado activamente en las reuniones. Capriles lo niega. Ramos Allup lo certifica. María Machado lo desestima.

La MUD y sus movilizaciones infructuosas

Luego de la rotunda desmovilización de los simpatizantes de los opositores el 1S, varios intentos de protestas de calle se han desvanecido al instante. Un primer “paro” de 10 minutos fue su segundo intento el pasado miércoles 6. Luego, una movilización nacional para el 14 de septiembre que fue pospuesta para el viernes 16.

Sin embargo, en el estado Táchira, uno de los más afectados con las Guarimbas del 2014, fue planificada la toma de la capital de la entidad, San Cristóbal, en siete puntos diferentes. Así lo denunció el gobernador José Gregorio Vielma Mora a través de su cuenta oficial Twitter (@VielmaesTáchira).

Mientras, el chavismo se mantiene movilizado en todo el país. Concentraciones [multitudinarias] en la sede principal del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en rechazo del fraude que quiere cometer la MUD con firmas de dudosa procedencia, otras en apoyo a la cumbre de los Países No Alineados que se realiza en la Isla de Margarita y otras para mostrar el apoyo al proceso revolucionario, es el llamado del Mandatario venezolano para evitar amenazas o acciones violentas de la ultraderecha.

Extractado por La Haine