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EE.UU. :: 30/04/2015

Mientras sigue la violencia policial en Baltimore, matan a joven afroamericano en Detroit

Agencias / La Haine
En medio del estallido social en Baltimore por el racismo policial, otro joven afrodescendiente murió baleado por un policía blanco en la ciudad estadounidense de Detroit

El jefe de la policía de Detroit, James Craig, confirmó que Terrance Kellom, de 20 años de edad, murió el lunes luego de ser baleado por un oficial de la fuerza y afirmó que el joven, sospechosos de un asalto, no portaba armas de fuego sino "un martillo", en un intento de justificar el asesinato policial.

Sin embargo, el padre de Terrance, Kevin Kellom, citado por medios locales, aseguró que "Mi hijo murió con los puños cerrados. No tenía un martillo ... Ellos asesinaron a mi hijo en mi cara".

La Coalición contra la Brutalidad Policial en Detroit organizó una marcha para esta noche para protestar por el incidente, que elevó la tensión en la comunidad sobre la conducta de la policía a la luz de los recientes tiroteos fatales en varias ciudades del país.

"A la luz de los incidentes nacionales, nos encontramos con este último tiroteo terrible, angustioso, y despreciable y con que otro hombre negro joven tiene que ser asesinado en su casa en frente de su familia con varios disparos", se quejó Ron Scott, director de la coalición que convocó la marcha.

La muerte de Kelloom ocurrió ayer (lunes 27) a las 13:13 cuando el equipo de Aprehensión de Fugitivos de Detroit fue a la casa del sospechoso para, teóricamente, dar cumplimiento a una orden de arresto que posteriormente se supo que no existía. Un oficial del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) -que formaba parte del equipo- le disparó y lo mató.

Según la Policía, cuando el grupo de trabajo llegó a la casa, Kellom estaba escondido en el ático.
Su padre, al ver la orden de arresto, los dejó entrar. En un momento, Kellom salió del ático y se acercó a un agente federal para entregarse, supuestamente "armado con un martillo" y el agente atacó con múltiples disparos.

A pesar de las poco creíbles versiones policiales, el padre niega que su hijo haya estado armado y asegura que los oficiales le dijeron que tenían una orden de allanamiento para entrar en la casa, pero no se la mostraron. Agregó que la orden de registro no se materializó hasta tres horas después de que su hijo fue muerto a tiros.

El agente que mató a Kellom, cuyo nombre no ha trascendido, no fue despedido sino que goza de una licencia administrativa.

Se aclaró que no hay evidencias de que Kellom, que fue declarado muerto en un hospital de la zona, portara un arma de fuego. Además, se reveló que el agente disparó su arma mientras Kellom se retiraba.

A los pocos minutos del asesinato ya había una multitud congregada y clima de agitación. Cámaras de televisión capturaron a oficiales frenando con malos modos a las personas cuando trataban de acercarse a la cinta amarilla de la escena del crimen.

La muerte de Kellom ocurrió pocas horas antes de que en Baltimore, estado de Maryland, estallaran protestas y represión violenta por la muerte del joven negro Freddie Gray, quien fue muerto bajo custodia policial por falta de atención médica.

 

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