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Colombia, Colombia :: 24/12/2014

Navidad, dulce navidad

Daniel

* Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia, Región Suroccidente. 23 diciembre 2014

Entradas las fechas festivas de la natividad de Jesús nos encontramos una vez más expuestos a las voraces fauces del marketing, la publicidad y los agentes garantes del consumo sin límites. Será válido poder hablar de celebración de la navidad o más bien de una apología del consumismo. Seguro una revisión de los anales de la historia moderna nos da cuenta de la profunda metamorfosis que ha sufrido la celebración de la navidad en manos del capitalismo y su espíritu Omnipotente.

No pongo en duda que la navidad es una época especial del año; para algunos nostálgica, para otros de felicidad, devoción o la excusa perfecta para reunirse con la familia o los amigos. Para la industria y el comercio, el trampolín perfecto para ensanchar el oxígeno del mercado, ese respirito que necesita el ciclo del consumo indispensable para el sostén del sistema económico, que llevan a cuestas los trabajadores que se endeudan para poder regalar un detalle en estas fechas.

Sin el ánimo de desproveer las buenas intenciones, deseos y valores fraternales que consigo puede traer el verdadero significado de la navidad junto con su tradición judeocristiana, es menester señalar el carácter superfluo, subyugador, explotador e ignominioso que arrastra una de las épocas más representativas en la tradición occidental. Año tras año se repite, más por una suerte de acción mecanizada y ritualizada, desprovista de la más mínima toma de conciencia y reflexión del por qué se hace parte de ello reproduciendo hábitos y prácticas que pareciesen estar eternizadas y frente a las cuales no cabe objeción alguna porque lo dice un libro sagrado o fue escrito en piedra.

La cultura y las tradiciones son producto del accionar colectivo del ser humano, es por esto imposible entender al hombre sin tener en cuenta el sistema de creencias y hábitos representados en su nicho cultural, en este orden de ideas, toda tradición o conmemoración por más prolongada que parezca no es ajena de su transformación, sustitución o abolición y ejemplos de ello en la historia de la humanidad redundan en tanto diversidad cultural hay.

Hacemos un llamado a todos los compañeros y revolucionarios para que nos aunemos al ambiente de la festividad decembrina con suma responsabilidad, sentido de justicia y que nos convirtamos en replicadores elocuentes de la trasformación cultural necesaria. Ya que en nuestro accionar se construye la nueva sociedad socialista que en su proceso de consolidación, ira movilizando y transformando paso a paso aquellas prácticas derrochadoras, arribistas, hedonistas y viciosas que penetran tradiciones representando festividades, hábitos y comportamientos colectivos producto de las malversaciones que la burguesía necesita incorporar en el Pueblo para mantenerlo adormecido y explotado. Obnubilado con las fiestas y en el falaz mundo del consumo. Bajó esta misma lógica ocurrió con la festividad pagana nacida en el 300 d.c y acogida por la Roma de Constantino que como resultado de la evolución de los sistemas económicos, prontamente se convirtió en un vehículo de subyugación y adoctrinamiento racional de millones de fieles que en esencia siguen siendo el pueblo, pueblo que aunque adormecido permanece insoslayable al despertar del impulso emancipador.

Ese espíritu insurrecto es el de los revolucionaros que seguimos por las sendas del proyecto político antiimperialista de Simón Bolívar, porque para edificar la sociedad soñada por El Libertador y su ejército no basta con conquistar el poder si antes no se descoloniza el pensamiento de Nuestra América de la dupla judeocristiana – capitalista representada en los cientos de ritos y tradiciones con los que nos programaron la mente. Con la invasión europea colonizaron nuestra forma de apreciar y sentir el mundo, usurparon nuestro conocimiento, acribillaron nuestras tradiciones culturales, políticas y económicas.

No pretendo satanizar o deslegitimar la fiesta de la navidad en su sentido popular, pues ello solo obedecería a intenciones de dominación de los opresores y de los atornillados al poder. Al igual que a este servidor que les escribe como a los millones de colombianos que buscamos la manera de llevar alimento y regalos a nuestras familias para tener una noche navideña digna, nacimos y nos criamos con una tradición tan válida como cualquiera otra pero que lamentablemente es objeto primordial de la sociedad del consumo queriéndola llenar de un sentido frívolo y sin mayor relevancia para el ejercicio de unidad y solidaridad que en realidad nos debe motivar en estos momentos.

Por eso nuestra invitación como Movimiento Bolivariano para estas bonitas fechas de reconciliación y unión familiar es que sean precisamente eso y no el regalo lujoso corporativo, la bebida excesiva y el consumismo desproporcionado. Así mismo el llamado más importante es a que combatamos el sistema económico no bajo la idea de dejar de consumir, lo cual sería, más que absurdo una contradicción a la filosofía materialista de la humanidad, por el contrario se debe luchar consumiendo responsable y justamente.

Una de las cualidades más bellas de la especie humana es la capacidad de tomar conciencia de las prácticas para regular el comportamiento de acuerdo a una Ética, que se generaliza en la cultura y se constituye como socialmente aceptado o no. De manera que desde esta perspectiva, es impostergable boicotear las arterias del capitalismo voraz; hacer realidad una cultura del consumo responsable y regulado, haciendo buen uso de los recursos, planificando gastos y compras de manera colectiva logremos controvertir los llamados insultantes de los anuncios publicitarios irreflexivos e individualistas de las corporaciones y entidades financieras, transformar entre todos la sociedad a través de la propia existencia.

Quizás para muchas personas dejar de consumir durante de estas fechas sea prácticamente imposible, sin embargo, esta es una invitación bolivariana a la sensatez y a la solidaridaridad, reivindicando el derecho a la familia, al respeto de la diferencia, la convivencia pacífica y por la reconstrucción de los valores más nobles de los colombianos. Respetuoso con el medio ambiente (elección de lo que no contamine y tenga repercusiones medioambientales) y justos con el proceso productivo y su mano de obra (consientes de la explotación y condiciones de trabajo inhumanas e indignas de las y los trabajadores, especialmente en mujeres y niños) para tener un país más amable con quienes lo construyen a diario.

Nos quieren meter en la cabeza que celebrar la navidad es ir de compras, que no hay otra manera de expresar nuestros mejores deseos y sentimientos de amor, felicidad o gratitud, pero sabemos que esto es un sofisma mediático que inventaron los dueños del mercado mundial. El pueblo sabe que ser feliz y demostrar amor y amistad es algo más que comprar cosas que no necesita, la felicidad es el triunfo de la revolución, una patria Digna, soberana, con trabajo, techo y pan y educación para los hijos. Desde los diferentes frentes de lucha del Movimiento Bolivariano calurosamente hacemos llegar un abrazo sempiterno a tantas familias colombianas que sin el menor recelo creen y construyen una Nueva Colombia en Paz con justicia social.

www.mbsuroccidentedecolombia.org

 

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