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Venezuela :: 05/11/2016

Pese al apoyo de EEUU, fracasa el golpe de Estado en Venezuela

Vicky Peláez
El venezolano elegido jefe de los jesuitas por Francisco I sentenció en 2014 que "...me refiero a este régimen como un sistema de dominación, no como un sistema legítimo"

Envalentonada y enceguecida por su victoria al ganar la mayoría de la Asamblea Nacional, la derecha venezolana decidió darle el golpe de gracia al presidente, Nicolás Maduro, y de paso cortar de tajo el chavismo al declararse "en rebelión" el pasado 23 de octubre, desconociendo todas las autoridades y las decisiones de los demás poderes públicos. Pero les salió el tiro por la culata, la movilización de las masas hizo fracasar las intenciones antidemocráticas.

No entiende la oposición que el pueblo no le ha dado el mandato para ello en las elecciones del 2015 ni la potestad para dar un golpe de Estado ni para gobernar según los intereses de la oligarquía nacional e internacional. Esto explica el rotundo fracaso de su Gran Paro Ciudadano Nacional de 12 horas el pasado 28 de octubre, que prácticamente no fue acatado por casi ningún venezolano.

Sí hubo movilización en el este de la capital, donde residen las clases altas acostumbradas a ser jefes, directores, dueños del país y tener el poder que la revolución bolivariana logró recortar parcialmente. A nivel nacional, hubo un brote de violencia con el saldo de un policía muerto, varios heridos y más de 140 personas detenidas. En Táchira, Mérida, Amazonas, Lara, Nueva Esparta, Carabobo, Aragua, Falcón, Guárico y Anzoátegui, los opositores trataron de reeditar guarimbas y violencia al estilo de 2014. Sin embargo, los sectores vitales de la economía siguieron su jornada laboral cotidiana a nivel nacional sin alteración e inclusive la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción (Fedecámaras), estrechamente ligada a la oposición, no apoyó abiertamente el paro y dejó libertad de acción a cada empresa.

Desde el momento en que asumió el poder legislativo el pasado 5 de enero, la oposición, aglomerada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), hizo una interpretación errónea del mensaje del pueblo que les facilitó un limitado acceso al poder. Pensaron que los venezolanos, azotados por la crisis económica, les habían dado el visto bueno para "acabar de raíz con la revolución bolivariana", según el líder de la AN Henry Ramos Allup. En realidad, el voto de los venezolanos en el 2015 no daba el apoyo a la MUD para acabar con el chavismo, sino contenía un mensaje de protesta, alerta y advertencia a las autoridades de encontrar la forma de terminar con la guerra económica interna que está haciendo estragos, y encontrar urgentes respuestas para ordenar la casa y poner todo en su lugar.

El pueblo estaba exigiendo a las autoridades tener la valentía y una alta dosis de creatividad para definir y poner en práctica un sendero económico, no solamente para ahora, sino para los años venideros, sin apartarse del marco teórico chavista, que sigue siendo apoyado por la mayoría de la población. Este sector está empujando al Gobierno de Maduro para que adopte la consigna 'O inventamos o Erramos', del mentor de Simón Bolívar, el maestro Simón Rodríguez —el hombre de proyectos y necesidades—, quien escribió en su obra 'Sociedades Americanas' que las ideas no andan solas, sino "vienen de las cosas". Entonces, es hora para que el Gobierno bolivariano encuentre ideas y aplicarlas en práctica para solucionar los problemas que están azotando al país.
Solamente la mención de Simón Rodríguez le produce un escalofrío a la oposición venezolana, al acordarse de su frase que rezaba que "no hay libertad donde hay amos ni prosperidad donde la casualidad dispone de la suerte social".

Por eso no fue de extrañar que el primer gesto del nuevo presidente de la Asamblea Nacional y líder de la MUD, Henry Ramos Allup, fue ordenar que retiren los retratos de Simón Rodríguez, Simón Bolívar y de Hugo Chávez. La oposición detesta las invenciones porque está educada, entrenada y controlada por sus mentores globalizados de Washington de no 'inventar' nada nuevo, sino seguir las órdenes de la Casa Blanca para mantener a su país y a sus 600.000 millones de barriles de petróleo en el 'patio trasero' norteamericano.

Precisamente para estos fines, EEUU ha estado remunerando a la oposición desde 1999. Se calcula que la MUD está recibiendo de diferentes departamentos estatales y de sus organizaciones no gubernamentales no menos de 10 millones de dólares anuales para desestabilizar el país organizando 'protestas pacíficas'. El memorándum del presidente estadounidense, Barack Obama, firmado el 23 de enero de 2014, da instrucciones muy claras a la oposición venezolana: "incitando la violencia popular podría ayudar a sacar al presidente (Maduro) del país". El mismo año, el presidente boliviano, Evo Morales, reveló que "Estados Unidos está apoyando a cerca de 30 organizaciones de oposición en Venezuela" (18 de febrero de 2014).

Se sabe oficialmente que en el período 2013-2014, el Departamento de Estado norteamericano mandó 14 millones de dólares por diversos canales a la oposición venezolana. Se calcula que esta cantidad se incrementó a 20 millones al ganar la derecha la mayoría en la Asamblea Nacional. La MUD recibió en el 2011 unos 100.000 dólares para "compartir con las organizaciones de oposición argentinas, bolivianas y nicaragüenses las lecciones aprendidas en Venezuela y permitir adaptar su experiencia en dichos países". Ahora y sin duda alguna, la MUD y sus organizaciones afiliadas están utilizando mucho más dinero para llevar a cabo el plan 'Rock and Roll', que es una réplica con ciertas modificaciones del golpe de la derecha chilena contra Salvador Allende que tuvo lugar hace 43 años. El plan tiene cuatro fases: la primera, del 14 al 21 de octubre; la segunda, del 26 al 28 de octubre; la tercera, del 29 al 9 de noviembre; y la cuarta, a partir del 9 de noviembre.

Comenzaron usando la misma consigna de Henry Kissinger: "El que controla el suministro de alimentos, controla a la gente". Ya desde el 2001, la derecha comenzó la campaña de acaparamiento y especulación de productos de primera necesidad. En la época del 'boom' petrolero no hubo gran problema, pero, con la caída del precio del petróleo, la escasez empezó a golpear fuertemente al pueblo venezolano a pesar de los enormes esfuerzos del Gobierno bolivariano para subsanar el problema.

Actualmente, debido al aumento del precio del petróleo y un ligero repunte de la economía venezolana, la situación económica empezó un lento proceso de mejoramiento. La tasa de interés agrícola bajó el 5%, dando un incentivo a los agricultores. La producción de la crema dental Colgate aumentó por primera vez a nueve millones de cajas de 100 mg. Desde diciembre de 2016, Venezuela empezará a exportar por tuberías unos 50 millones de pies cúbicos de gas. Aumentó también significativamente las exportaciones no tradicionales, el país envió en septiembre y octubre pasados 480 contenedores con cacao, plástico, pieles de bovino, ron, camarones, perfumería y otra variedad de productos. Ya está planificado erradicar la extrema pobreza que la revolución bolivariana bajó del 11% en 2001 al 4% actual. Tampoco hay que olvidar que el chavismo dio un apoyo especial a la mujer, reconociendo inclusive la labor de las amas de casa, creó condiciones especiales para los estudiantes, la música y el arte. Por algo el sector social absorbe el 75% del presupuesto del país. También están dando resultados los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) y las Tarjetas de Misiones Socialistas (TMS).

Todos estos logros que empiezan a sentirse están desesperando a los más ricos y poderosos, tanto nacionales como extranjeros. De allí que la oposición empezó a apurarse con la puesta en marcha su plan 'Rock and Roll' para dar un golpe de Estado a Nicolás Maduro y después al chavismo en general, actúan bajo la demagogia del golpe "en defensa de la democracia" al estilo de Pinochet. Pero el problema de la oposición consiste en no tener el apoyo de la Fuerza Armada, que sigue siendo fiel al Gobierno, a la Constitución venezolana y al chavismo. La unidad cívico-militar es bastante fuerte para frustrar los intentos de golpe de Estado.

Tampoco la MUD tiene la capacidad de controlar la calle, la que realmente pertenece al chavismo, que está a la cabeza de un fuerte movimiento popular bien organizado con alto nivel de conciencia social. Y si agregamos las 100.000 Kaláshnikov que Hugo Chávez distribuyó a los Comités de Apoyo a la Revolución Bolivariana, podremos entender por qué la mayoría de la MUD tuvo que aceptar a regañadientes el inicio del diálogo con el Gobierno de Nicolás Maduro debido a la iniciativa del papa Francisco. Sin embargo, no hay que tener muchas ilusiones respecto a los intereses reales de la iglesia católica. Basta leer la declaración del sacerdote jesuita venezolano, Arturo Marcelino Sosa Abascal, recién elegido Superior General de la Compañía de Jesus ('El Papa Negro'), quien involucionó del partidario de la Teología de Liberación y cercano al pensamiento del sacerdote guerrillero colombiano Camilo Torres, a un fiero crítico del pensamiento y obra de Hugo Chávez.

En el 2014, en una conferencia en Medellín, el futuro superior general de los jesuitas sentenció que "15 años de Gobierno chavista no han logrado establecer las bases de una nueva legitimidad política ni del chavismo ni otra. Entonces, me refiero a este régimen como un sistema de dominación, no como un sistema legítimo". Desde este punto de vista, la opinión de Arturo Sosa coincide con la conclusión del famoso intelectual antisistema Noam Chomsky, que cree que el "modelo de Chávez ha sido destructivo para Venezuela", lo que pone a ambos hombres 'ilustres' en el mismo campo de los globalizadores iluminados, que claman la urgencia de poner fin al chavismo y al régimen de Nicolás Maduro, por supuesto sin mencionar los intereses de EEUU en el petróleo venezolano.

Marco Bello Secretario general de la OEA confía en el Vaticano para diálogo en Venezuela El diálogo que están propiciando los representantes del Vaticano y del Departamento de Estado norteamericano entre el Gobierno bolivariano y la Mesa de la Unidad Democrática no traerá una paz duradera, sino un ligero respiro a Venezuela, porque el sistema que domina el mundo está apresurado en deshacerse de la Revolución Bolivariana, de la Revolución Ciudadana ecuatoriana y del modelo de Buen Vivir boliviano para hacer retornar a Latinoamérica a su 'patio trasero'. A los amos norteamericanos de la MUD no les interesa el deseo del 85% de los venezolanos de lograr un diálogo en el país para alcanzar una paz interna. Por eso el líder de la MUD, Henry Ramos Allup, ya declaró que, a pesar del diálogo, la oposición seguirá su agenda de enjuiciar y sacar del poder al presidente legítimo, Maduro, y proseguir con la marcha al Palacio de Miraflores programada para el próximo 3 de octubre donde planean tomar el poder.

Para no permitir este intento de golpe, la juventud bolivariana llamó a la concentración a sus miembros frente al Palacio de Gobierno desde el 2 de octubre y permanecer en constante vigilia para defender la democracia. La lucha de clases seguirá su ritmo y se agudizará con el tiempo y la derecha se hará más agresiva. La ventaja que tiene el chavismo es su unidad y la desventaja de la oposición consiste en la lucha interna de sus dirigentes por la Presidencia y su desunión. La oposición de la MUD resume una fábula del escritor ruso Iván Krilov (1768-1848) sobre el cisne, el cangrejo y el bagre. Cuenta el autor que un día el cisne, el bagre y el cangrejo se pusieron de acuerdo para tirar un carro. Los tres se engancharon pero, por más que se esforzaron, el carro no se movió un centímetro porque los tres animales estaban tirando hacia lados diferentes.

Todo esto tiene que tomar en cuenta el chavismo para aprovechar la falta de unidad en la oposición y así fortalecer su agenda, su capacidad de rebelión y su creatividad de 'inventar', sus propios mecanismos de defensa del legado del chavismo, de su propio modelo económico, enfocado no en el producto que está reclamando la gente, sino en la persona que lo está necesitando. Al cierre de este artículo, llega la noticia de que la oposición ha sopesado bien las actuales condiciones y la decisión del chavismo de defender su revolución. Por esto decidió cancelar la marcha del 3 de noviembre al Palacio de Gobierno, aparentemente debido al pedido del Vaticano, pero eso está por confirmarse.

Dijo alguna vez Eva Perón que "no hay nada que sea más fuerte que un pueblo. Lo único que se necesita es decidirlo a ser justo, libre y soberano".

https://mundo.sputniknews.com

 

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