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Europa :: 10/09/2014

Qué hay detrás de la guerra contra el pueblo del este de Ucrania

Roger Annis
La lucha popular contra la austeridad ha dado una nueva dimensión a la lucha por la autodeterminación política

Versión editada de la intervención de Roger Annis en el Foro Social de los Pueblos, en Ottawa, Canadá, del 21 al 25 de agosto.

Voy a hablar de lo que veo como cuatro grandes malentendidos sobre la guerra en Ucrania. Debemos aclarar y superar éstos si queremos construir un fuerte movimiento de solidaridad con los pueblos que están siendo devastados.

Permítanme empezar mis comentarios señalando la magnitud de la crisis humanitaria que se ha creado por la guerra en el este de Ucrania. Los pueblos y ciudades están siendo bombardeados con artillería pesada de forma rutinaria. Sistemas básicos para la vida, el agua, la electricidad, el suministro de alimentos y la atención médica, son destrozados o interrumpidos. El transporte de suministros vitales se reduce o se interrumpe.

Muchos miles de personas han sido asesinadas. Casi un millón de personas han sido desplazadas como refugiados, la mayoría hacia Rusia, donde reciben asistencia, pero unos 120.000 desplazados están en Ucrania donde dependen en gran medida de la caridad para la supervivencia.

Además de las baterías de artillería, las tropas de choque sobre el terreno de esta guerra son las milicias militarizadas del Ejército y la refundada Guardia Nacional compuesta de voluntarios de los partidos de extrema derecha. Todo esto es apoyado por los países de la alianza militar de la OTAN.

Canadá ha contribuido con $ 5 millones en equipo militar. Al igual que otros países de la OTAN, ha enviado aviones de combate y un buque de guerra a la región para amenazar a Rusia. Las agresivas acciones militares de la OTAN se acrecientan.

Los principales medios de comunicación occidentales están jugando un papel cómplice en esta guerra al negarse a publicar los hechos básicos, incluyendo la participación de la extrema derecha en las milicias militarizadas del Ejército y en el nuevo Gobierno de Ucrania formado a principios de este año que es la raíz de la campaña de guerra. Medios que repiten como loros lo que dicen los servicios de propaganda de Kiev que hacen una parodia de los acontecimientos mediante la propagación de reclamos ficticios de "invasiones" rusas o intervenciones en el territorio de Ucrania. Mientras tanto, el fuerte bombardeo de pueblos y ciudades se presenta como algo normal y que era de esperarse. No hay ni un murmullo de indignación moral sobre los crímenes de guerra y la carnicería que está cometiendo Kiev y la OTAN.

1. Origen de la guerra

Los orígenes de esta guerra son dos. En primer lugar, Ucrania ha estado profundamente dividida desde la independencia en 1991 sobre su destino económico y político. ¿Puede Ucrania co-existir con sus dos poderes económicos vecinos, la Unión Europea hacia el oeste y la Unión Aduanera liderada por Rusia al este? ¿En qué forma? ¿Debe elegir uno sobre el otro? Esta división fue resuelta por la fuerza y la violencia en febrero con la llegada al poder del gobierno neoconservador que incluye la participación de la extrema derecha y los partidos fascistas. El gobierno se ha comprometido a un giro brusco y duro a la austeridad al estilo de Grecia y una hostilidad desenfrenada para todo lo ruso.

El este de Ucrania reaccionó enérgicamente a esta decisión del nuevo gobierno, diciendo que no representa la voluntad o las aspiraciones políticas de la región, que es un nuevo maquillaje, y que es necesaria una descentralización de Ucrania para resolver sus divisiones históricas. Las demandas de autonomía ('federalización') fueron rechazadas por Kiev y la extrema derecha. En vez de eso comenzaron una campaña de violencia militar para forzar a la gente en el este a rendirse y someterse. El este no organizó otra cosa que la defensa propia. La violencia del gobierno pro-austeridad y de las milicias de extrema derecha se ha intensificado desde entonces.

En segundo lugar, la OTAN ha estado presionando e incitando al gobierno derechista. Esto es posible porque Kiev y los derechistas son aliados útiles en la meta histórica de la OTAN de debilitar e incluso desmembrar la antes Unión Soviética y ahora Federación Rusa. La OTAN se ha expandido a varios países en Europa oriental, hasta el punto que ahora trata de llegar a las fronteras de la propia Rusia, ya que atrae a Ucrania al redil fatídico. Este es un curso imprudente y una violación directa de los acuerdos realizados en el momento de la caída de la Unión Soviética en el sentido de que la OTAN no se aprovecharía de la desorganización para fortalecer su posición militar en la región.

2. Resistencia a la austeridad y a la política pro-OTAN

Por muchas razones históricas y socio-económicas, las poblaciones del este y el sur de Ucrania, así como Crimea se opusieron firmemente al giro neoconservador de Kiev. Tomaron la actitud de legítima defensa frente a la violencia desatada contra ellos por las milicias de derecha y luego por las fuerzas armadas de Ucrania.

Las violaciones de los derechos políticos y populares en estos últimos meses se han profundizado, la lucha popular contra la austeridad ha dado una nueva dimensión a la lucha por la autodeterminación política. El movimiento de solidaridad debe tener en cuenta esta realidad en evolución y apoyar el derecho de esos pueblos a decidir su futuro político.

3.- Crimea en el mapa

Debido a su historia particular y su ubicación geográfica, el pueblo de Crimea fue capaz de llegar a una solución rápida y distinta a la amenaza de una guerra civil que vino con el nuevo régimen en Kiev. Un plebiscito de autodeterminación se celebró en marzo y una gran parte de la población optó por la secesión. Mientras que el voto puede no haber estado a la altura de los ideales 'democráticos' en una situación de tiempos de paz, el hecho es que una gran mayoría de Crimea votó a favor de salir del camino elegido por Kiev, evitando así la guerra civil por la secesión. Es importante señalar aquí que los lazos históricos de Crimea y su composición étnica están mucho más cerca de Rusia que de Ucrania. Crimea sólo quedó bajo la administración de Ucrania a través de una decisión arbitraria de la Unión Soviética en 1954.

La celebración el 16 de marzo del plebiscito proclamó la adhesión pro-rusa en Crimea. Rusia, por supuesto, tenía intereses de seguridad nacional de peso que coincidieron con la voluntad del plebiscito de Crimea. Su única base naval de aguas cálidas se encuentra en Simferópol. Por eso acogió con satisfacción el plebiscito y tomó medidas decisivas junto a los funcionarios locales para bloquear a los paramilitares derechistas de Ucrania que se infiltraban en Crimea con el fin de sembrar la violencia y el caos.

Yo enfáticamente rechazo una descripción de los eventos en Crimea como una "anexión". Creo que Crimea aprovechó la única opción política realista a su alcance para evitar dejarse llevar por el curso de Kiev a la austeridad y la guerra civil. Su opción política elegida cumple con cualquier definición razonable de autodeterminación política

4. El movimiento Maidan y el ascenso de la derecha nacionalista en Ucrania

En los años posteriores a la independencia, la ideología derechista ha llegado a dominar el nacionalismo ucraniano. Haría falta una sesión entera y más para examinar a este. Parte de él tiene sus raíces en la historia post-1917 de Ucrania y la opresión nacional profunda, instituida bajo el régimen de Stalin (que reproduce la opresión de la era pre-revolución bajo los zares rusos) y la aceptación de los postulados nazis. También se explica esto por la confusión ideológica generada por el colapso de la Unión Soviética cuando esto se presentó como un fracaso del socialismo como ideología y programa.

En los grandes movimientos de protesta ciudadana que surgieron en el oeste de Ucrania en 2013/14 (el "Maidan" o movimiento 'Euromaidan'), muchos de los participantes protestaban genuinamente contra el gobierno autoritario y la desigualdad económica. Pero la debilidad de los que tenían un punto de vista socialmente progresista en el movimiento se juntó con un ascenso agresivo del nacionalismo de ultra derecha, produciendo un resultado tóxico. Con las ilusiones sobre lo que la Europa capitalista podría ofrecer a Ucrania, así como la falsa noción de que 'Rusia' es responsable de los males del país, los multimillonarios capitalistas que controlan la economía pudieron ganar un espacio a favor de la ideología de la derecha en ascenso.

5. ¿Qué pasa con Rusia?

Esta es la pregunta madre de todas las preguntas en la guerra de Ucrania, debido a que los ucranianos, así como los observadores internacionales, son bombardeados por todos lados con el mensaje de que la raíz de los males de Ucrania y del conflicto militar es la ambición territorial de Rusia sobre este y otros países. Esta es las más arraigada, perdurable y peligrosa de todas las falsas interpretaciones del conflicto actual.

La Federación de Rusia de hoy en día surgió de la decadencia política y económica y el colapso de la Unión Soviética. Ese descenso fue largamente previsto por los marxistas. A diferencia del capitalismo, el socialismo no puede prosperar o incluso sobrevivir por medio del látigo. El objetivo del socialismo no es crear una versión mejorada de la expansión productivista y páramo autoritario llamado capitalismo. Su objetivo debe ser elevar a la humanidad a un plano social y cultural más alto. La emergencia del cambio climático a la que nos enfrentamos hoy es el recordatorio más duro y más convincente que el socialismo no es sólo una alternativa deseable al capitalismo, es un imperativo de vida o muerte para el planeta.

Pero para tener éxito, el socialismo requiere de la participación voluntaria y creativa de los ciudadanos, que en el curso de su compromiso común enriquecen y mejoran no sólo la sociedad en general, sino también a sí mismos como individuos. La posibilidad de crear un sistema de este tipo y resistir los cantos de sirena del consumismo capitalista se fue diluyendo en la Unión Soviética en el transcurso de los años 1920 y 1930 debido a la privación extrema que la Primera Guerra Mundial y después la Guerra Civil de 1918-1921 impusieron, así como la pesada carga que supuso prepararse contra la invasión alemana antes y durante la Segunda Guerra.

La Unión Soviética floreció en una especie de nueva manera de productivismo tras la Segunda Guerra Mundial. Pero también fue encerrada en una decadencia política y cultural debido a la debilidad o ausencia de compromiso popular de los ciudadanos en la toma de decisiones fundamentales. Todo esto llegó a un punto de quiebre al final de la década de 1980 cuando los sistemas burocrático-socialistas en la Unión Soviética y Europa oriental se derrumbaron. Lo que sucedió después fue la mayor ola de privatizaciones que el mundo haya conocido jamás.

Los que llegaron al poder en Ucrania y Rusia no lo hicieron por tener habilidades particulares o por su contribución social. Más bien fue porque ellos fueron los únicos que pasaron a tener acceso a la financiación, o que pudieron ubicarse en los lugares de la toma de decisiones y podrían adquirir los activos estatales que se privatizaban, o crear nuevas empresas capitalistas.

Si la nueva Rusia ha surgido más próspera que Ucrania, gran parte de esto se debe a los ingresos gracias a las ventas de sus vastos recursos naturales, en particular petróleo y gas. Además, el Estado ruso fue capaz, con el tiempo, de imponer un cierto orden en sus 'nouveaux riches' mientras que el Estado ucraniano está dominado completamente por los nuevos millonarios y ha fracasado en crear un proyecto nacional de alguna envergadura.

Rusia es hoy una potencia capitalista media, que se asemeja mucho más a sus socios del grupo BRICS que a cualquiera de los principales socios imperialistas como Francia, el Reino Unido o Canadá, dejando de lado a EEUU, Japón o Alemania (y dejando de lado también su capacidad militar). Una vez más, este es un tema complejo que requiere mucho más tiempo de lo que tenemos hoy. Permítanme decir que los movimientos de izquierda y marxistas a nivel internacional han fracasado en desarrollar suficientemente un análisis materialista de lo que pasó con la Unión Soviética. Estamos pagando un precio muy alto hoy en forma de confusión ideológica y un declive y división política sobre cómo responder a la ofensiva de guerra de la OTAN y Kiev en el este de Ucrania.

Un excelente lugar para empezar en ponerse al día en el terreno perdido en la comprensión de Rusia es leer el nuevo libro de Ruslan Dzarasov titulado "El enigma del capitalismo ruso: La Economía Post-Soviética en el Sistema Mundial", (Pluto Press, diciembre 2013). Hice mi propia, modesta contribución al debate necesario en la forma de un artículo hace dos meses: "La tesis de Rusia 'imperialista' es equivocada y una barrera a la solidaridad entre el pueblo ucraniano y el ruso".

6. Autodeterminación, la unidad de la clase y la solidaridad internacional

Al comienzo del conflicto en el este de Ucrania en marzo y abril, las demandas populares de la región eran de 'federalización', es decir, no es algo muy diferente a la configuración constitucional descentralizada en Canadá y los EE.UU. Debido a la guerra en el sureste, las políticas en este país se han radicalizado. La guerra ha creado profundas heridas que son poco probable que sanen sin llegar a una separación formal de Ucrania. Sobre esa base, pueden surgir nuevas formas de asociación y la unidad de clase.

De hecho, la asociación y la unidad a través de las divisiones políticas de Ucrania son necesarias. Europa y EEUU (y Canadá) tienen grandes ambiciones en abrir Ucrania a la implacable penetración capitalista. Y quieren utilizar a Ucrania como una plataforma para penetrar y abrumar a la economía rusa, también.

Links. Traducido por FM. Revisado por La Haine

 

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