Repensar el voto en blanco: un debate urgente en la izquierda argentina
Para quienes conozcan la historia del peronismo, el viraje hacia Scioli no es una sorpresa. La flexibilidad peronista para adecuarse a los requerimientos de legitimación del poder político y mediación en las exigencias del sistema económico son conocidas. El peronismo no va contra la corriente. Ese es el famoso “pragmatismo” peronista, que posee el olfato de operar algunas mediaciones estatales para crear consenso entre los sectores subalternos. Los menciono así porque hace décadas que el movimiento obrero ha sido desplazado del “movimiento” peronista hacia lugares marginales y subordinados. En cambio, el macrismo está decidido a barrer con las medidas redistribuidoras que el kirchnerismo diseñó en su ensayo, finalmente precario, de construir un “país normal”.