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A 20 años de la muerte de Lennon: El sueño no ha terminado
Manuel Pérez García

Imaginemos un hombre genial, rebelde, paranóico, cotradictorio, lúcido, frágil y violento, poeta y visionario, ángel y demonio. Imaginémoslo y encontraremos a John Lennon. Vivió sólo cuarenta años, los suficientes como para al morir, ser ya una de las referencias del siglo XX.

Había conocido la gloria, estado en la cima y los abismos, en una palabra había vivido de prisa y cuando murió, como un mártir de la locura contemporánea, tras buscar amor, paz y libertad, lo alcanzó todo. Habían sido necesarios los cinco tiros que perforaron su cuerpo a la puerta un edificio en el Central Park de Nueva York, donde vivía. Eran las 11 y 45 de la noche del lunes 8 de diciembre de 1980 cuando su asesino, un admirador de 25 años, que luego dijo sentirse estafado, lo baleó. Poco después moría en el hospital Roosvelt y su herencia era asumida inmediatamente en todo el mundo. La figura de Lennon, con sus ideales de ecologismo, pacifismo y fraternidad, los mismos que configuraron sus canciones y que él mismo defendiera de forma activa y militante en muchos momentos de su vida, pasaron a ser referente obligado de la contracultura y los movimientos pacifistas.

El camino de John había estado marcado desde su nacimiento por la ausencia de su madre y la consiguiente carencia afectiva, soledad y diferencia. Naciera en Liverpool el 9 de octubre de 1940 y desde joven escribió poemas, pintó y sobre todo tocó la guitarra y compuso. A los 17 años conoció al resto de los que formarían el grupo más famoso de la historia de la música contemporánea.

Junto a Paul Mc Cartney, George Harrison y Ringo Starr, escribe, especialmente desde 1962, esa página asombrosa, que por espacio de 10 años llevará a The Beatles a ser una auténtica revolución sociológica, convulsionando no sólo mundo del pop y el rock, sino también las costumbres y la propia vida.

John Lennon, configurando como el indiscutible líder del grupo, junto a Paul Mc Cartney, forma el tándem que hace posible que, en el lapso de una década y unos cuantos discos, los Beatles se conviertan en un vellocino de oro y en un fenómeno que hasta nuestros días, aun permanece inédito en el mundo de la música con giras por todo el mundo, escándalos, drogas y cientos de miles de seguidores dispuestos a seguir a sus ídolos, no sólo en su forma de vestir y comportarse, sino incluso en la forma de pensar. Fue muy significativa en ese sentido la estancia del grupo en la India, siguiendo al gurú Maharishi, que puso de moda las religiones orientales.

Canciones The Beatles hoy en día siguen siendo auténticos himnos de varias generaciones, un fenómeno difícil de explicar como el de que, una recopilación reciente de los número uno de sus éxitos alcance, a más de 30 años de la desaparición del grupo, el récord de 13 millones de copias vendidas en tres semanas.

Tras haber estado casado con Cinthia, con la que tuvo un hijo, Julián, en 1966 John Lennon conoce a Yoko Ono, una artista conceptual japonesa, en la que pronto encuentra su alma gemela. Dos años después forman pareja y se casan en Gibraltar en 1969.

Yoko Ono sigue siendo un personaje enigmático. Durante muchos años fue considerada por los admiradores del grupo como la responsable de su disolución. Lo cierto es que las tensiones existentes desde hacía tiempo, se hicieron más evidentes con la aparición de la artista japonesa hasta finalmente decidir la disolución del grupo no sin antes firmar un acuerdo por el que nadie, fuera de ellos, podría volver llevar el nombre de The Beatles.

La imagen de la mujer oriental es la de una esclava o una fiera, decía Yoko Ono, yo hablaba en términos de igualdad con John y eso perturbaba la gente, yo era la fiera.

Yoko pertenece a la aristocracia japonesa, creció entre su país y Estados Unidos y desde muy joven se sintió atraída por la música, la poesía y la pintura. Cantaba o más bien profería gritos desgarradores, se atribuía ser la creadora del arte conceptual y su influencia sobre Lennon fue tal que la vida de ambos cambió sustancialmente desde que se conocieron. Se dice que el Beatle siempre estuvo buscando a su madre y posiblemente en esa mujer mayor que él, y con mucho más realismo pragmático, encontró el afecto y protección que precisaba.

Desde el comienzo de la relación ambos se convirtieron en activistas a favor de la paz, pro-clamando sus famosos lemas: Haz el amor, no la guerra o Dadle una oportunidad a la paz. Aquellas campañas que de pronto hoy pueden ser consideradas hasta ingenuas, tuvieron sin embargo un tremendo impacto en los movimientos sociales de la década de los setenta, (ecologísmo, contracultura, pacifismo) aunque la cruda realidad les hiciera fracasar.

Desengañado del poco éxito de su trabajo en favor de la paz y cansado del desgaste que su imagen había tenido al convertirse él mismo en una especie de gurú, John Lennon decide seguir su carrera musical en solitario alternando períodos de fuerte adición a las drogas con otros de desin-toxicación.

A mediados de los setenta John y Yoko se separa por más de un año para, a partir del reencuentro y por cinco años, retirarse de toda vida pública. Nace el hijo de la pareja y Lennon entrega a su mujer el control de su inmensa fortuna calculada por entonces en 150 millones de dólares.

Se dice que el día que murió Lennon se lloró no sólo al ídolo caído sino también a unos ideales que parecían definitivamente perdidos.

Entonces parecía que la profecía de la vieja canción de John "El sueño ha terminado" se había cumplido. Veinte años después hay quienes han retornado al pequeño jardín que conmemora la muerte del músico, para recordarle y sobre todo para dejar constancia de que su mensaje sigue vivo.

Imagina que el soñador no ha muerto... que la utopía es todavía posible... Imagina que el mundo no existe... que todos sus hombres son iguales... que el amor es una realidad que puedes tocar con los dedos... Imagina a todos los pueblos compartiendo el mundo...

Imaginemos lo que John Lennon escribió, entonces el sueño no ha terminado.

(Publicado el 15 de diciembre en el semanario Liberación - Suecia)

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