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País Vasco

Análisis político de las elecciones al parlamento vascongado
Euskal Herriko Komunistak

El Pueblo Vasco ha salido victorioso de una tremenda ofensiva por tierra, mar y aire de todos los aparatos políticos, mediáticos y represivos del Estado capitalista español que tenía como fin destrozar al nacionalismo burgués y al abertzalismo popular y poner bajo control a las instituciones autonómicas. Era la culminación de una siniestra campaña diseñada perfectamente por los servicios secretos militares y puesta en marcha por el PP y el PSOE y por todos los aparatos mediáticos a su servicio desdeque se firmó el Acuerdo Democrático de Lizarra-Garazi.

No han ahorrado medios para poner de rodillas a las fuerzas que escapan del control del sistema imperialista español: provocaciones, criminalización de los dirigentes jelkides, ofensiva mediática, intento de infiltración y de escisión del PNV apoyando a los sectores pro-españoles y mas pactistas, ofensiva represiva sin precedentes contra Haika, Ardi Beltza, torturas etc.

La derrota del partido único capitalista y españolista PPPSOE es tremenda. No obstante, el triunfo aplsatante de las fuerzas nacionalistas burguesas se debe, en gran medida, al agrupamiento en derredor suyo de una parte importante del voto de la coalición Euskal Herritarrok, esto es, de las fuerzas más cons- cientes y combativas de Euskal Herria. De ahí el bajón de escaños (la mitad), que no se corresponde con el de votos (14% desde el año 1994 hasta aquí).

Esa redistribución de voto de la izquierda abertzale al nacionalismo populista y burgués, obedece a varios motivos, a saber:

a) La propia polarización del voto (nacionalismo español versus nacionalismo vasco) y no entre nacionalismo revolucionario vasco y nacionalismo burgués vasco, en una campaña llena de amenazas, miedo y revanchismo por parte de las fuerzas fascistas españolas, lo que ha llevado al sector menos ideologizado de la Izquierda abertzale a apoyar a la coalición nacionalista burguesa, bajo aquella vieja frase de " Virgencita, que me quede como estoy".

b) miedo de amplios sectores a perder las pocas Instituciones autonómicas que garantizan su "modus vivendi": Cultura, euskara, administración, Hacienda Foral,etc

c) Pérdida en la I.A. de valores revolucionarios, con un mensaje puramente nacio- nalista, y claro, para tal empresa, el elector elige el original y no la fotocopia, osea, al partido-madre (PNV-EA)

d) cierto estigma de culpa, endosado hábilmente por la derecha nacionalista vasca a la izquierda abertzale, sobre el "fracaso de Lizarra-Garazi" y la ruptura de la tregua por parte de ETA, que ha llevado al elector a buscar la "solución" sin el estigma de las pistolas (es el clásico canto de sirena "pacifista" del nacionalismo vasco burgués en sus cien años de historia), y de paso, desactivar y castrar de contenido revolucionario a la propia izquierda abertzale ( a tal efecto, la propia firma del Acuerdo de Lizarra por el PNV, bien pudo ser una estratagema dirigida a crear desilusión tras un fracaso premeditado y recoger, así, el voto descontento del sector menos consciente políticamente de la IA)

e) Y, sobre todo,a causa del legítimo terror que inspira el fascismo español, la mitad de los votantes de EH han corrido a construir con su voto un muro de defensa antifascista y ha pensado que el voto a PNV-EA era la manera mas eficaz de construir ese muro. El gran fracaso de la dirección de EH es no haber entendido la prioridad que sentía el Pueblo: defendernos de la ofensiva fascista, defender a nuestros hijos, defender las ikastolas, defender a los obreros, defender la ikurriña, defender la identidad vasca, defender nuestro derecho a la vida. Han hablado de nacer "en Bruselas" (la eterna idealización burguesa del estado, aunque sea para ser socio del imperialismo mundial)

Con todo, eso no es lo mas importante a pesar de los chillidosde los españolistas. Lo importante es la derrota de Aznar-Oreja y su cipayo Nicolasín. Ahora la única posibilidad de paz y libertad es reconstruir el Pacto de Lizarrao como se llame en torno a la autodeterminación y, con ello, una posición inequívoca en clave soberanista del nacionalismo moderado, que posibilite una resolución del conflicto.

No obstante, no parece, al menos a corto plazo, ser ese el deseo del partido madre (PNV). Más bien, reintenta un acuerdo con la socialdemocracia española a fin de garantizar la estabilidad de "sus" instituciones forales, actualmente sin presupuesto por falta de mayoría. Ante todo, como es lógico, sus intereses de clase.

Y es por ello, lógicamente, que habrá de realizarse una política dura que desincentive tal alianza interburguesa, con todos los medios al alcance del MLNV.

Así que, por desgracia, no se vislumbra una situación política que permitiese que EH votase la investidura de Ibarretxe y se formase un gobierno PNV-EA-EH-IU para acceder a la autodeterminación.

En símil, futbolístico, si el PNV intentó en Lizarra jugar ala banda izquierda para pasar el balón luego al medio (PSOE), parece que, ahora, juegaa la inversa: quiere primero un pacto con el central (PSOE) que luego ofertaría a los extremos ( PP y EH) Osea, como siempre, "nadar y guardar la ropa".

MAYOR OREJA A LA BASURA! GORA EUSKADI ASKATUTA! GORA EUSKADI SOZIALISTA!

(13.05.01)

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