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El fascismo español pone fecha a la reconquista del País Vasco: 13 de Mayo 2001
Javier Ramos (en nombre de EUSKAL HERRIKO KOMUNISTAK)

El histórico acuerdo de LIZARRA-GARAZI (Septiembre de 1998) suscrito entre las fuerzas abertzales y progresistas con la pequeña y mediana burguesía vasca fue el detonante que encendió las luces de alarma del sistema de dominación imperialista y fascista que representa el gobierno actual del Partido Popular, heredero directo del franquismo y en cuyo régimen de oprobio y terror prestaron eficientes servicios muchos de los actuales dirigentes “populares”.

Si se nos permite un símil bastante gráfico y de cierto éxito literario, podría decirse que el Amo ya no se fía de su capataz, esto es, que si durante la Transición al sistema democrático burgués, la irresuelta cuestión nacional vasca pretendía ser digerida por el sistema empleando a la burguesía de su propia población al estilo de los zipayos en la India ocupada por los ingleses, mediante la promoción y aupamiento al Poder autonómico de esa burguesía autóctona que domesticara el ansia de libertad del Pueblo euskaldun, tal empresa, luego de 25 años de Constitución española impuesta y de su hijo bastardo- el estatuto de Gernika-, han devenido en un sonoro fracaso. Estas son algunas claves de dicho fracaso:

- Una vasta y dinámica organización de masas – H.B- E.H- desde sus orígenes – 1977- aglutina al sector más combativo y consciente de la sociedad vasca, creando multitud de organismos de masas, culturales y sindicales que, con el tiempo, han supuesto una verdadera desnacionalización española y, al tiempo, han sido y son referente de nuevas generaciones de vascos y vascas comprometidas con la cultura, la lengua y la idiosincrasia del País.

- De otra parte el nacionalismo burgués no ha servido de freno a la idea de liberación nacional vasca, la que, por otra parte, se halla fuertemente ligada a la otra gran idea motriz del movimiento, la superación del sistema capitalista y la asunción, al menos teóricamente, del socialismo como alternativa social y de cambio.

Por el contrario, la raiz popular que alimenta al propio nacionalismo burgués le ha llevado, en ocasiones, a un proceso de nacionalización cultural y social de la masa popular fácilmente detectable en los actuales índices de matriculación de los niños en las escuelas, apostando por el modelo de inmersión en lengua vasca y relegando el sistema castellano.

- Por último, un contrapoder militar modesto pero sobradamente efectivo al objeto de deslegitimar la posición de monopolio de la violencia por parte del Estado y que representa la ya veterana organización Euskadi eta Askatasuna.

Si se estudia el fenómeno en el marco de una Europa que, en los últimos 12 años, ha visto incrementarse el número de sus miembros, con la aparición de numerosos Estados: Letonia, Lituania, Estonia, Chekia, Eslovaquia, Croacia, Eslovenia etc y donde, a la vez, se están dando pasos resolutivos en conflictos históricos ( Irlanda- Corsica) mediante la negociación y el reconocimiento de la voluntad popular, no es de extrañar el estado de nerviosismo de un viejo imperio que tras de Cuba y el Sahara teme ahora perder lo que nunca fue suyo: el viejo reino navarro, la actual Euskal Herria.

De ahí el actual estado de cosas. El fascismo español se desprende de su careta de “demócrata” y arremete con todos los Poderes, en el sentido clásico Montesquiano, declarando un verdadero Estado de excepción en Euskal Herria, con detenciones arbitrarias, torturas, cierre de periódicos, sedes culturales, juveniles...haciendo realidad la frase que pronunciara el presidente del Gobierno español no hace mucho: “tienen que acostarse sin saber dónde se van a levantar...acabarán todos en la cárcel”.

Y sin embargo, todo ello no expresa sino la debilidad manifiesta del sistema democrático burgués para fagocitar al Movimiento vasco de liberación nacional y su tremendo Poder de deslegitimación del sistema fascista – capitalista español. De ahí que, agotados todos los instrumentos de la legalidad democrático burguesa, se ha tenido que empeñar con todos los medios a su alcance, manipulación mediática y judicial incluida, y se apresta a desbancar del Poder autonómico a una “inútil” burguesía autóctona que ha tenido la osadía de “flirtear” con el M.V.L.N.

El Poder fascista-capitalista español no acepta ya más intermediarios y quiere, diréctamente, “acabar” con el problema. Por eso brama y reclama elecciones anticipadas ya, con la idea de obtener una mayoría, aún relativa, de la mano del “maletero” del P.S.E , el lacayo N. Redondo Terreros, de quien, los que le hemos conocido personalmente en la Facultad de Derecho podemos decir, sin riesgo a equivocarnos, que no era el “más listo de la clase” precísamente.

Es obvio que no tendrán esa mayoría relativa, salvo que, luego de HAIKA, se pretenda ilegalizar a la coalición E-Herritarrok, a fin de evitar que sus escaños constituyan la llave del nuevo parlamento, ya que las fuerzas abertzales y progresistas unidas impedirían cualquier fórmula de gobierno nacional-fascista español. Eso lo saben muy bien y por eso están calentando el ambiente con detenciones arbitrarias y alegatos, prematuros, de falta de libertad.

El 12 de Mayo, las fuerzas españolas unidas, los herederos del franquismo junto a la socialdemocracia española representada por el Partido Socialista Obrero español, se disponen al asalto de las Instituciones vascas desde donde comenzar una nueva “reconquista de la España eterna e imperial”. Las fuerzas abertzales y progresistas son mayoría pero el factor clave, hoy como ayer, reside en el viejo partido nacionalista vasco inmerso en la duda hamletiana sobre lo que debe ser primero, si la Nación vasca o los estómagos bien llenos de “michelines” adquiridos en 25 años de gobierno regional o, por seguir el símil inicial, en 25 años siendo el capataz de la finca. Pero una cosa es clara, por Euskal Herria ¡ no pasarán!.

Euskal Herria, 8.Marzo de 2001

(Campo Antiimperialista)

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