ePub
pdf
Parte nacional de rendición
El sábado 9 de julio, el régimen español, cautivo y desbordado, se puso de rodillas ante el capitalismo ultraliberal. Rajoy, ausente como siempre, echó por delante a su perro de presa el ministro del guindo, experto en mentiras.
Bochornosa y vergonzosa rueda de prensa la del guindo y la mentira. No es un rescate, es apoyo financiero decía, y serán las entidades financieras las que devolverán el crédito. El régimen ha hipotecado las vidas de aquellos que ni siquiera han nacido. Esperemos que una revolución que se manifieste de la manera que sea, y sean cuales sean sus consecuencias, rompa esta dinámica perversa.
Vueltas y más vueltas, giros sobre sí mismo, acobracias, escorzos inverosímiles y una prepotencia que escondía su cobardía, el ministro no tenía valor de responder por qué la operación- siendo tan magnifica y sin afectar a la gente- no se hizo antes. Al final tuvo que reconocer que el interés será cargado al déficit del Estado aumentando la, ya de por sí, actual deuda impagable. En consecuencia si los bancos no pueden devolver el crédito, lo pagarán los ciudadanos. Si ello ocurriera, no dijo cómo; sin embargo el Eurogrupo declaraba que vigilará las reformas emprendidas, recomendó subida de impuestos y alargar, otra vez, la edad de jubilación.
"No son los bancos, es España quien recibe el dinero", dijo el ministro de finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, y la última responsabilidad de devolverlo recae en el Estado español. “El Eurogrupo está convencido de que España va a cumplir sus compromisos sobre el excesivo déficit y con las reformas estructurales, con el fin de corregir los desequilibrios macroeconómicos en el marco del semestre europeo. El progreso en estas áreas será vigilado muy de cerca y regularmente revisado en paralelo con la asistencia financiera"
Traducción: La UE y el FMI no concede cien mil millones de euros porque sí. Eso significa para quienes aún no lo sufran, más copagos, peajes, privatizaciones... Después, pensiones, funcionarios, IVA y prestaciones por desempleo, serán las próximas víctimas.
