lahaine.org
Europa, EE.UU. :: 15/01/2015

Poderes europeos y torturas de la CIA

Chris Marsden
Papel central fue el de Reino Unido, Italia, Alemania, Portugal y España, incluyendo la entrega de sus propios ciudadanos y, en el caso de Reino Unido, la tortura

Las innumerables redacciones del resumen ejecutivo de 525 páginas del informe del Comité de Inteligencia del Senado estadounidense sobre la tortura por la CIA no pueden ocultar la complicidad de las grandes potencias europeas en los horrendos crímenes perpetrados por el imperialismo norteamericano.

La semana pasada se reveló que Gran Bretaña había solicitado que su papel se eliminara del documento, en sí sólo un resumen de un informe todavía clasificado de 6.700 páginas. De hecho, todas las referencias a la participación de otros gobiernos en actos de brutalidad indescriptible fueron omitidas debido a la insistencia de la CIA y el gobierno de Obama.

De hecho, la CIA solicitó que los nombres de los países que acogen a los campos de detención "o con los que la CIA negoció el alojamiento de sitios [de detención], así como la información directa o indirectamente [sobre] la identificación de tales países, sean expurgados de la versión clasificada facilitada a los miembros del Senado del Comité de [Inteligencia] ."

Sin embargo, la cantidad de texto censurado en todo el documento indica cuan ampliamente otros países están implicados, con Europa jugando un papel principal.

Once países operaban lo que eran efectivamente instalaciones de la CIA a distancia. Pero la lista más pequeña de seis países con cárceles secretas (sitios negros) directamente controladas por la CIA incluían a Polonia, Lituania, Bosnia-Herzegovina y Rumania.

Esta última lista dice mucho acerca de las credenciales "democráticas" de los regímenes que surgieron de las "revoluciones democráticas" apoyadas por Occidente que derrocaron a los regímenes estalinistas en Europa del Este, y la guerra civil y desmembramiento de Yugoslavia atizados por los EEUU y Alemania.

Los lugares de la CIA en el extranjero sólo se identifican por un código de colores, como el lugar de detención Negro, Azul, etc. Polonia, uno de los más importantes, era azul.

Se transportaba a la gente a estos sitios para ser torturados a través del programa de "entregas extraordinarias", que involucraba directamente a 54 gobiernos (una cuarta parte de los Estados del mundo, con más de 20 en Europa) en una vasta empresa criminal.

Parte del modo en que se aseguró esta colusión, con la participación de al menos 1.000 vuelos de la CIA, fue distribuyendo millones de dólares como dinero de sangre. "El cuartel general de la CIA anima a las estaciones de la CIA para redactar "listas de deseos "de asistencia financiera propuesta a [entidades de gobiernos extranjeros], y que no se corten al solicitar los términos de asistencia", señala el informe. Washington pagó a Lituania un millón de dólares para la creación del centro de detención Violeta.

Un papel central fue interpretado por el Reino Unido, Italia, Alemania, Portugal y España, incluyendo la entrega de sus propios ciudadanos y, en el caso del Reino Unido, la colusión directa en actos de tortura.

El gobierno socialdemócrata del canciller Gerhard Schröder fue implicado en la entrega de Khaled El-Masri, ciudadano alemán-libanés erróneamente en poder de la CIA.

Italia participó en el secuestro del clérigo Abu Omar de Milán en 2003, para ser torturado en su Egipto natal. Veintitrés miembros del personal de EEUU (pero no italianos) fueron más tarde encontraron culpables y sentenciados a siete a nueve años en un juicio de tres años y medio de duración. Pero ninguno fue nunca puesto en prisión preventiva, y menos aún encarcelado.

El Reino Unido participó en los vuelos de entrega e interrogó sospechosos que sabía que habían sido torturados. Binyam Mohamed, ciudadano británico, fue torturado y luego enviado a la Bahía de Guantánamo. En 2010, el Tribunal de Apelación británico dio a conocer un fallo anterior en el que se decía que el MI5 era cómplice de la tortura de Mohamed.

Sami al-Saadi y Abdel Hakim Belhaj fueron secuestrados en Hong Kong en 2004, en una operación conjunta Reino Unido / EEUU y enviados a ser torturados. Las demandas de una investigación de estos crímenes fueron bloqueadas en el Parlamento Europeo en 2007 y bloqueadas dondequiera que surgieron demandas en otros países.

Las potencias europeas han emitido sólo declaraciones pro-forma y para su propio beneficio acerca de los resultados del informe del Senado. La portavoz de la Unión Europea, Catherine Ray dijo que si bien el informe "plantea importantes cuestiones sobre la violación de los derechos humanos por parte de las autoridades de EEUU y de las personas al servicio de las agencias", la UE afirma que "reconoce el compromiso del presidente Obama de usar su autoridad para asegurar que estos métodos nunca se utilicen de nuevo ".

Estas son mentiras desnudas, hechas por la elite política europea en el conocimiento de que Obama hizo todo lo que pudo para impedir que el informe viera la luz. Se emiten en medio de una contraofensiva en EEUU, de la CIA y altos funcionarios de la era Bush, que insisten en que la tortura estaba justificada. Y con el juez del Tribunal Supremo de EEUU Antonin Scalia que considera [la tortura] acorde con la Constitución de ese país.

La experiencia atestigua que los poderes europeos, Canadá, Australia y el resto seguirán confabulándose con EEUU en la comisión de cualquier crimen que considere adecuados para llevar a cabo, y van a comprometer su propia cuota siempre que sea necesario. Las torturas reveladas por el informe sobre torturas de la CIA no son simplemente los crímenes de un ex gobierno de EEUU, o incluso de la CIA como institución. El documento señala un descenso a la criminalidad de las principales potencias del mundo.

Las verdaderas preocupaciones de los líderes estatales europeos con respecto a las conclusiones del informe son de dos tipos.

En primer lugar, está el destino personal de los individuos, como el del británico Tony Blair. Manfred Nowak, ex relator especial de la ONU que ayudó a redactar la Convención de Naciones Unidas de 1984 contra la Tortura, dijo a 'Bloomberg News' que el informe podría originar "una avalancha de litigios."

En segundo lugar, la élite política está preocupada de que incluso la limitada revelación de los crímenes perpetrados despertará resistencia a nivel nacional e internacional para futuras acciones depredadoras por las grandes potencias.

"Aquellos de nosotros que quieren ver un mundo más seguro y protegido, que quieren ver este extremismo derrotado, no tendremos éxito si perdemos nuestra autoridad moral", pontificó el primer ministro británico, David Cameron. "La defensa de los valores jurídicos y democráticos debe ser la base de nuestra lucha conjunta contra el terrorismo", dijo el gobierno de la canciller Angela Merkel. "Sólo de esta manera podemos ganar credibilidad de nuestras acciones en esta lucha."

Esta retórica hueca e hipócrita no cuela. Los que durante largo tiempo se han ocultado detrás de la fachada de la "intervención humanitaria" y condenado cada estados elegido para un cambio de régimen por burlarse de las normas de la "civilización" y la "democracia" han quedado al descubierto.

Su recurso a la tortura no es una aberración, no más que la evisceración de las libertades democráticas llevada a cabo en todos los países en nombre de la "guerra contra el terror." emerge inexorablemente de la voluntad de las potencias imperialistas de subyugar el mundo y dividir sus recursos y mercados entre ellos. Su sistema debe ser derrocado y toda la banda criminal debe ser llevada a juicio por crímenes de guerra.

Global Research. Traducción: CIAR. Extractado por La Haine

 

Este sitio web utiliza 'cookies'. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas 'cookies' y la aceptación de nuestra política de 'cookies'.
o

La Haine - Proyecto de desobediencia informativa, acción directa y revolución social

::  [ Acerca de La Haine ]    [ Nota legal ]    Creative Commons License ::

Principal