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Sección de Alizia Stürtze

Crónica de ocho días
Alizia Stürtze, 06/08/2001
Gara

Muere Olaia el mismo día en que Ibarretxe decide gestionar sus 600.000 votos rindiendo pleitesía a Juan Carlos I, el heredero impuesto por Franco, a quien tan bien acompañaba en las concentraciones de la Plaza de Oriente. Miles de personas se manifiestan espontáneamente en Orereta en solidaridad con la fallecida, pillando a Balza, al parecer, de sorpresa.

Olaia mira y sonríe desde un cartel. Curiosamente, su rostro risueño y sincero sirve para aliviar algo la pena: su vida no era una «doble vida», como insisten los carroñeros de la prensa; era una sola vida generosa y hermosa vivida con alegría y amor en un pueblo oprimido. Le sueltan al ex Elgorriaga, y la prensa da por sentado que a Galindo le van a indultar en agosto. Tertulianos vascos progres insisten en que no hay responsables en la muerte de Olaia, salvo ella misma. Balza pospone el «duelo jeltzale» contra el centralismo del PP, y prohíbe hasta una manifestación de Batasuna, en base a una interpretación restrictiva de las leyes represivas que marca Madrid.

Cientos de jóvenes, amigas y amigos de Olaia, lloran. «Olaia maite zaitut»; «Olaia zutaz harro gaude», se lee en unas esquelas a las que los columnistas de siempre dedican su pésimo gusto literario. Ibarretxe dicta concentraciones institucionales pagadas de 15 minutos, curiosamente no para condenar la anunciada excarcelación de los torturadores y asesinos de Lasa y Zabala. En este contexto, no se entiende qué quiere decir Josu Jon Imaz cuando subraya «el anhelo de la sociedad vasca frente a los que a través de la barbarie atacan la voluntad democrática de este pueblo».

Ibarretxe sigue gestionando sus 600.000 votos, para lo cual nos escenifica un enfrentamiento con Aznar («Aznar está nervioso», exclama), mientras cocina la misma vieja receta: lo prioritario es destruir a la izquierda abertzale; y ello aunque Rajoy amenace con aplastarnos si intentamos ejercer nuestro democrático derecho a la autodeterminación.

Balza le pide a Rajoy más galones (estar presente en Schengen) para reprimir mejor a los de siempre. Un estudio demuestra que en la CAV los libros de texto de la ESO dedican un 90% a la Historia de España y un mísero 10% a la de Euskal Herria, aun cuando el Estatuto permite un 50%. Sólo 5 magistrados acreditan su dominio del euskara. ¿Para qué pide el PNV más competencias, si les saca tan poco jugo a las que tiene?

Aumentan el paro y el dinero negro blanqueado en viviendas y en contratas públicas. En las opacas fauces de Gescartera tenían millones hasta la Guardia Civil y un Obispado. Garzón dicta auto de procesamiento contra 31 personas supuestamente relacionadas con Ekin y la fiscalía se querella contra Otegi por defender una salida democrática al conflicto.

A Roldán, el huído y condenado a 30 años, le conceden 4 días de permiso. Mientras, rebosan las lejanas cárceles del Estado de vascos en prisión preventiva.

Olaia mira y sonríe desde un cartel. ¿Seguro que nadie salvo ella es responsable de su muerte?

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