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Sección de Alizia Stürtze

Stürtze: "Debemos cultivar la memoria histórica como instrumento de lucha"
Eraiki

Cuando decidimos desde Herria Eginez entrevistar a Alizia Stürtze éramos conscientes de que hablábamos con una mujer que además de por la historia, tiene otras inquietudes en torno a muchos temas. La izquierda, la militancia, el proceso Batasuna, el consumismo, la globalización, la estrategia neofranquista. Un buen número de temas interesantes sobre los que hemos querido saber su opinión. Nos reunimos con Alizia Sturtze, en la editorial Gaiak, su habitual lugar de trabajo, para que nos hablara principalmente de su tema: la historia. Su inquietud por la situación actual le lleva a pensar que nos encontramos ante una clara estrategia españolizante a todos los niveles, que no es nueva, y que podría remontarse a la supuesta "transición". Esta estrategia además, sitúa al mundo abertzale a la defensiva, para no poder percibir así, que lo necesario en este momento es luchar por el Curriculum Vasco.

ERAIKI.- En las últimas semanas ha vuelto a la palestra de los medios el tema de la historia de España y las humanidades en la enseñanza. ¿Cómo situarías este tema?

Alizia Sturtze.- No creo que el posicionamiento de la Academia de la Historia y su enorme eco mediático ocurran ahora por casualidad. Más bien pienso que forman parte de la estrategia de ofensiva global del PP en contra de lo "vasco", estrategia cada vez más groseramente irracional y fascistoide para la que utiliza tanto a unos medios de comunicación al servicio del Ministerio del Interior como a unos intelectuales comprados y de "verdad única" que han olvidado su función fundamental: la reflexión crítica. Se limitan a reproducir el discurso de los sucesivos Ministros del Interior que, como todo el mundo sabe, no acostumbran precisamente a tener un pensamiento muy elaborado, y emplean el estereotipo "terrorista" con exactamente la misma connotación irracional y fascista con la que la prensa franquista hablaba de "los rojos", Hitler del "contagio judío" o el Ku-Klux-Klan del "peligro negro". Pero, volviendo al asunto de la Historia, es innegable que la educación va a ser otro de los caballos de batalla del gobierno neofranquista del PP, consciente de su función españolizadora. Y ello a pesar de que los programas fijados por la Consejería de Educación del Gobierno Vasco aplican el 55% "libre" que les corresponde con palpable sumisión al centralismo. Su programa de Historia de España, por ejemplo, no contempla la Historia de Euskal Herria más que como algo anexo. Es decir, se establece un programa partiendo de la Historia hecha desde Madrid, en lugar de desde la periferia como nos llamaba Pierre Vilar a las naciones "costeras". Y en historia, la perspectiva, tiene gran importancia, al igual que no es lo mismo explicar que los fueros fueron un derecho que decir que fueron una concesión real, o estudiar que Araba se integró en Castilla voluntariamente en lugar de aprender que fue conquistada por Castilla.

ERAKI.-¿Y en que se traduce esa estrategia de agresión?

A. S.- Básicamente lo que buscan conseguir es que los sectores ideológicamente más débiles se pongan a la defensiva y se asusten, impidiendo así una acumulación de fuerzas para ir exigiendo algo básico en todo proceso de reconstrucción nacional como es el Curriculum Vasco, que ya ha empezado a exigir Ikasle Abertzaleak, entre otros. En esa estrategia de guerra ideológica, emplean toda su artillería, consistente, entre otras cosas, en repetir y repetir que lo "vasco" es xenófobo, racista, irracional, excluyente, contrario al "progreso"...

Buscan así colocarnos en la tesitura de tenernos que defender de unas acusaciones falsas pero que han tomado cuerpo de realidad a base de su incansable repetición mediática. Nos colocan en la postura de agresores cuando en realidad somos nosotros los agredidos. Nos llevan a justificarnos en lugar de pasar a la denuncia abierta. La Federación de Ikastolas a mi entender se ha plegado y en lugar de pasar a la denuncia clara, ha buscado "justificarse", con razonamientos ciertos pero defensivos por la coyuntura en que se dan, del tipo de que sigue un sistema educativo muy moderno y muy premiado en Europa.

ERAKI.-De todos modos, parece que tienen una clara fijación con la Historia."En su política de evitar como sea la disgregación del Estado español, les es básico reelaborar una Historia de la Imperial Grande y Una, parecida a la de siempre pero algo más modernizada, y formar a los alumnos en ese "espíritu nacional" de tufo neofalangista"

A.S.- Efectivamente. Aznar ya dijo hace no mucho que "no dejaremos que otros nos hagan la historia". En su política de evitar como sea la disgregación del Estado español, les es básico reelaborar una Historia de la Imperial Grande y Una, parecida a la de siempre pero algo más modernizada, y formar a los alumnos en ese "espíritu nacional" de tufo neofalangista. Para ello, necesitan desandar el camino emprendido por el PSOE con la LOGSE, que fomenta el aprendizaje a partir de "lo local", "lo próximo", lo cual lleva a los alumnos a perder la perspectiva "global" de la España Una que necesita el PP. ¿Y qué mejor en esa vuelta atrás que aprovechar de paso para meterse con nosotros? Junto a esta "readaptación" de ese gran timo carísimo que ha sido la LOGSE, necesitan además una revisión de la historia, sobre todo de la historia reciente, la Guerra Civil y el franquismo, para ver de qué manera justificar históricamente el hecho de que ese régimen demócrata del que tanto alardean es en realidad descendiente genéticamente directo del fascista régimen anterior. Y como siempre hay intelectuales dispuestos a todo, ahí tenemos a historiadores como Antonio Elorza, antiguo comunista, manipulando los datos históricos para explicarnos, cosas como que el franquismo fue un Cesarismo, comparable según él al de Fidel Castro en Cuba; todo con la idea de llevarnos a deducir que "muerto el perro, muerta la rabia", es decir, que con el entierro de Franco en el Valle de los Caídos quedó también enterrado el franquismo.

ERAKI.-¿Qué beneficio político pretenden obtener de esa revisión de la Historia?

A.S.- Se trata de mistificar la transición, de hacer aparecer al rey como el gran salvador. A través de esta manipulación histórica, que da "al pueblo español" un protagonismo que en realidad nunca tuvo, se pretende convertir la Constitución en un texto que ha emanado del pueblo y que, por tanto, es inmodificable y sagrado y se oculta lo fundamental: que Franco, efectivamente, lo dejó todo bien atado; que en los aparatos del Estado no hubo limpieza (lo cual es muy grave); que, en palabras de Areilza, el primer alcalde franquista que tuvo Bilbao transmutado en demócrata, "cada piedra que se quite del edificio franquista deberá ser pagada a un alto precio por la izquierda"... y, añado yo, por todos aquellos partidos, entre los que incluyo al PNV, que, al venderse por tan poco, cometieron el gravísimo error político de pensar que negociar con el fuerte es cuestión de ser más listo que él. Error que, qué duda cabe, ha sido causa de gran sufrimiento en nuestro pueblo y que el PNV está también pagando en estos momentos en que ese PP franquista mal maquillado, al que los jeltzales han ayudado en su avance, les quieredejar ahora sin trocito de pastel y sin margen de maniobra, y ha vuelto a reverdecer el más temible, excluyente y represivo discurso granespañol, defendiendo eso que llama democracia por medio de una represión sin cuartel y eso que llama libertad por medio de la más total manipulación. La Historia en esto es implacable: las cosas no ocurren porque sí. El PP no ha conseguido mayoría absoluta por casualidad y el PNV ha sido quien le ha allanado el camino en Euskal Herria.

ERAKI.-¿Crees entonces que la historia explicaría muchas cosas de hoy en día?

A. S.- Creo que desde la izquierda deberíamos tener más perspectiva histórica. A la derecha, como fascismo latente que es, siempre le va a interesar olvidar y/o maquillar el pasado, pero a nosotros no. Debemos cultivar la memoria histórica como instrumento de lucha y de avance.

Sobre todo entre la gente joven abertzale, creo que la comprensión de la historia y de sus mecanismos debería constituir una de sus bases formativas."Se han apropiado de palabras que antes nos pertenecían como paz, violencia o guerra, dándoles el contenido semántico que les conviene: paz ahora se aplica para referirse al orden impuesto por el poder; violencia a la violencia revolucionaria; y las guerras imperialistas se llaman ahora humanitarias."Tomemos el caso de Vietnam.

Hace 20-30 años, Estados Unidos, agresor asesino del pueblo vietnamita, era definido como una potencia imperialista. Hoy en día, en cambio, se ha dejado de utilizar el término imperialismo, aún cuando la realidad no ha variado y sigue siendo un concepto válido para explicar el papel actual de EEUU, su violenta geoestrategia de dominación que se acaba de volver a poner de manifiesto con ese "Plan Colombia" que es intervencionismo militar yankee puro y duro. Y es que el capitalismo nos ha ganado la batalla de las palabras y con ello la izquierda y los explotados hemos sufrido una importante derrota. Por un lado, se han apropiado de palabras que antes nospertenecían como paz, violencia o guerra, dándoles el contenido semántico que les conviene: paz ahora se aplica para referirse al orden impuesto por el poder; violencia a la violencia revolucionaria; y las guerras imperialistas se llaman ahora humanitarias. Por otro, con la excusa "postmodernista" de haber quedado trasnochados, se han arrinconado conceptos importantes para un análisis de izquierdas como clase social, explotación o lucha de clases, sustituyéndolos por la falacia del progreso como vector unidireccional objetivo de avance de la humanidad. En este momento, necesitamos recuperar ciertos conceptos importantes y readaptarlos a la nueva coyuntura de explotación capitalista. Y también necesitamos recuperar la Historia. Nuestros jóvenes necesitan recuperar y reelaborar la Historia de Euskal Herria. Y es que los españolistas saben que, para elaborar la identidad, el conocimiento de la propia historia es necesario. Es necesario conocer el propio pasado para elaborar el futuro.

ERAKI.-Si la identidad es la historia, el Curriculum Vasco se convierte en una pieza clave a trabajar en un futuro próximo.

A. S.- Estoy convencida de la necesidad de luchar en esa dirección, tanto por lo que se puede conseguir como por lo que se puede aprender mientras se avanza. En favor del Curriculum Vasco hay que utilizar el marco institucional, pero tienen también mucha importancia las otras formas de lucha. En la UPV, la enseñanza en euskara la han conseguido en gran parte los alumnos euskaldunes con su lucha; no ha sido una graciosa cesión de las instituciones académicas. Lo mismo ocurre con respecto a los contenidos.

Digan lo que digan los intolerantes del Foro de Ermua, la UPV es en estos momentos una universidad colonial, y ello no por casualidad sino porque como tal fue concebida desde el principio por un PSOE y un PP que fueron ocupando los puestos estratégicos. No hay más que echar un rápido vistazo a los nombres de quienes controlan los departamentos principales a la hora de investigar y enseñar en torno a la identidad vasca y su futuro: antropología, historia, sociología... El control del españolismo es patente, con lo que las líneas de investigación, las tesis doctorales, etc. van en el sentido de afianzar lo español y de seguir secundarizando lo vasco. Hay que crear una masa crítica que vaya reclamando un cambio no sólo en la Universidad, sino en general, en los contenidos de los programas educativos. La enseñanza debe ser un sector estratégico en clave de reconstrucción nacional, a través de la que ir conquistando espacios de aprendizaje y de pensamiento propios, a través de la que ir elaborando en la práctica ese socialismo identitario que defendemos en teoría.

ERAKI.-Pasando a otro tipo de temas, formaste parte de la coalición Euskal Herritarrok en su día, y hace poco hemos podido comprobar que también te ha interesado el proceso Batasuna. ¿Qué te gustaría aportar?

A. S.- He de reconocer que la práctica política del día a día, lo que se llama "hacer política", no me atrae demasiado; quizá sea porque no valgo o quizá también porque, acostumbrada a los ciclos más largos de la historia, me resulta excesivamente puntual y cambiante. Considero sin embargo que toda persona consciente y responsable debe implicarse en la política general, porque no cabe duda que la política lo impregna todo, desde la economía hasta el ocio y que lo de dar el voto y hasta la próxima es una clara e infantil dejación de responsabilidades, es vivir de la ilusión.

Tras la reforma, los partidos políticos institucionalistas han puesto gran empeño en "profesionalizar" lo político y en apartar al pueblo de sus responsabilidades ciudadanas. Y creo que eso es incorrecto y peligroso porque si alguien va a resistir y a reconstruir Euskal Herria ese alguien va a ser el pueblo luchador. La izquierda abertzale tiene una base única en Europa que las cúpulas deben mimar, atender y respetar, para aprovechar todo su potencial creativo. Cada vez que oigo hablar de gente, sobre todo si es gente joven, que está "quemada" me produce un profundo dolor. Permitir que la gente "se queme" es como dejar el caño del agua abierto en el desierto: un despilfarro que no nos podemos permitir. Las diferentes opiniones que he recibido desde que apareció mi nombre en la presentación de Batasuna me han llevado por cierto a constatar dos cosas. La primera, que hay un montón de gente que se ha ido quedando descolgada y que es necesario recuperar para la lucha. La segunda, que, frente a la globalización económica y cultural, son muchos los que consideran prioritario ir elaborando y poniendo en práctica lo que en teoría se ha dado en llamar "socialismo identitario".

Ahora como antes, sólo trabajando la identidad desde la izquierda vamos a poder resistir y avanzar como pueblo.

ERAKI.-Sin embargo, el mensaje de la caída de la izquierda, de la desaparición de la lucha de clases ha calado bastante. ¿Cómo ves este punto?

A. S.- Le Monde Diplomatique planteaba hace no mucho que lo que llamaban "cultura de los trabajadores", esa cultura compuesta de sentido y solidaridad de clase, de lucha sindical, etc. estaba ya moribunda como resultado de la reestructuración del capital y de la implantación de nuevas formas de trabajo como el toyotismo, la desaparición del empleo de por vida y la introducción del "trabajo por obra". El consumismo también es un elemento de desestructuración importante, introducido por el imperialismo yankee y que hace que la gente, en lugar de definirse con respecto a su clase, prefiere definirse con respecto a su capacidad de consumir, lo cual supone indirectamente la aceptación del sistema ideológico americano, totalmente individualista, nada solidario, que niega la existencia de clases y se basa en la pura lucha por el "triunfo" individual. Es un sistema muy diferente del europeo, mucho más relacionado con la lucha y el triunfo colectivos. E

RAKI.-¿Crees entonces que éste es un buen momento para poner en marcha el proceso Batasuna?

A. S.- Sin lugar a dudas. El modelo de la Reforma ha fracasado en Euskal Herria. Estados como el español, con la globalización, han perdido la legitimidad que en su día pudieron tener para ciertos sectores. Su única función ahora es la de colaborar en la legitimación ideológica del capital, en la represión y reconducción de los conflictos en favor de una escandalosa concentración de la riqueza y en la vehiculización de dinero público hacia el capital privado. Mientras, para la gran mayoría (¡no digamos para la juventud!) La situación ha empeorado claramente; el empobrecimiento va en aumento y es matemáticamente demostrable que los trabajadores hemos perdido capacidad adquisitiva (tenemos que trabajar bastante más para ganar lo mismo que hace 20 años); los nuevos contratos, las ETTs, la formación contínua... todo abona la tesis de que hay que ir elaborando una nueva cultura de izquierdas, de lucha anticapitalista, que supere la forma ya periclitada de lucha sindical (los sindicatos son hoy parte del aparato del Estado) y también la cultura paralizante esa del "no se puede hacer nada".H.E. ¿La teoría del "no se puede hacer nada" contra un gran monstruo como el de la globalización quieres decir?A.S.- Creo que, cuando los medios mencionan la palabra "globalización", hay una intencionalidad de hacernos creer que no es posible cambiar nada. No hay duda de que el capital es transnacional, pero siempre lo ha sido. Sólo que ahora, con la introducción de la deslocalización de trabajo, la increíble movilidad de los capitales, etc., nos da laimpresión de que es un monstruo imbatible.

El grave problema, sin embargo, no es a mi entender la enormidad del enemigo, sino que la izquierda, con las terceras vías, la socialdemocracia, la caída del socialismo real, el mundo unipolar, etc. se encuentra sin norte, sin casi capacidad de renovación teórica, casi sin clase trabajadora con clara conciencia de lo que son la explotación y el imperialismo. Hay que crear elementos nuevos de izquierdas, partiendo de la nueva realidad de un capital cada vez más concentrado y más salvaje. Hay que dejarse de tecnoutopías, de creer que un instrumento como Internet creado por el imperialismo yankee, nos va a permitir hacer la revolución; y volver a experiencias colectivas y físicas de lucha (en Euskal Herria llevamos ventaja porque nunca las hemos abandonado). Hay que volver a la calle y a las reuniones, a la práctica militante, a la actividad política legal, alegal y también ilegal. Y hay que volver a experimentar algo que quieren que olvidemos: lo hermoso y liberador que es ser el protagonista de la propia vida; comprobar que esa identificación que se hace entre identidad de izquierdas y sufrimiento es una gran mentira. Una vida vivida con valores de izquierda, con solidaridad, con trabajo en equipo, con generosidad militante, es inmensamente más rica, creativa y hermosa que la estrechez y mezquindad vitales que se esconden tras el individualismo a que nos conduce ese modelo yankee de seres que sólo viven para trabajar para poder consumir cumpulsivamente algo que uno en realidad ni desean ni les satisface y que trae embrutecimiento intelectual, homogeneización, insensibilidad.

ERAKI.-El proceso Batasuna debatirá este tipo de temas y también otros muchos lógicamente. ¿Cómo crees que se está llevando adelante?

A. S.- En Agosto he estado totalmente desconectada pero creo que en algunos sitios se está haciendo muy bien y en otros no tanto. Todo está por hacer, por decidir, eso es lo que se dice en el manifiesto. Yo quiero creerlo, aunque también sé que hay viejos vicios que siguen ahí y que habrá que ir corrigiendo. Por poner un ejemplo, la salida a prensa de una corriente formada por Patxi Zabaleta nada más iniciarse el proceso me pareció antidemocrática y copia de la viciada práctica política "burguesa". Poner en práctica, como han hecho, lo de "el que golpea primero golpea mejor", valiéndose además de los medios neofranquistas (que están demostrando de sobra para qué están), me parece que no debe corresponder a ningún colectivo político que se proclame de la izquierda abertzale. La política de izquierdas debe distinguirse precisamente, no sólo por sus fines, sino también por sus métodos.

ERAKI.-El caso es que el proceso así ha empezado. ¿Qué esperas del mismo?

A. S.- Obviando esa salida de tono que acabo de mencionar, creo que si sabemos trabajar con una metodología correcta, podremos aprovechar los meses que dure el proceso para conseguir una importante acumulación de fuerzas. El momento además es interesante y está cuajado de posibilidades a poco que sepamos aprovechar las inmensas contradicciones que en este momento muestra el sistema español: la total incapacidad negociadora y de maniobra de un PP cuyos orígenes franquistas son cada vez más visibles y que sólo consigue aglutinar a la población española y "legitimarse" a base de la más primaria irracionalidad del "¡a por ellos!", el fin de ese supuesto ciclo de "bonanza económica" que no ha sido sino un espejismo producido por la venta a saldo de todo lo público, el agotamiento del modelo estatutario y el arrinconamiento del PNV, las importantes lecciones extraídas de la larga tregua de ETA y del comportamiento posterior del gobierno de Madrid, del que espero hayan tomado debida cuenta tanto la UE como EEUU... Creo que si sabemos aprovechar las contradicciones del sistema y trabajar todas nuestras potencialidades de creación y construcción, podemos estar a las puertas de un nuevo ciclo. Para eso, claro está, espero que no cundan ejemplos como el de Patxi Zabaleta que pueden llevar a pensar a todos esos importantes sectores descolgados pero que se podrían incorporar que "esto es lo mismo de siempre". Tenemos que saber exteriorizar que este es un proceso de construcción serio y abierto, que se basa, claro está, en las riquísimas experiencias anteriores, pero no para reproducirlas miméticamente sino para aprovecharlas y superarlas.

ERAKI.-Mientras hablabas, mencionabas las teorías que plantean la aparentemente insalvable contradicción entre ser de izquierdas y nacionalista. ¿Qué análisis haces de este tipo de afirmaciones?

A.S.- Creo que uno de los grandes fallos de la izquierda ha sido el no querer darle la importancia que tienen a la identidad y al sentimiento nacionalista de pertenencia. En Sudamérica, por ejemplo, el partido comunista clásico fracasó porque no supieron entender esto. Creo que frente a la globalización económica y cultural, la salida no es una revolución mundial abstracta y homogénea, sino la lucha solidaria y varia de pueblos y colectivos como el nuestro. Creo que hay que ir trabajando otro tipo de internacionalismo que contemple la defensa de la variedad de los pueblos como elemento básico de lucha socialista. Con el feminismo ocurrió algo parecido. Al principio, predominó un feminismo universalista, que hacía tabla rasa de las diferencias nacionales, de identidad cultural, raciales y de clase, y defendía que todas las mujeres sufríamos la misma opresión. Ahora, por el contrario, se admite que las situaciones de opresión, los modos de sentir la misma y, por tanto, las características de lucha de los diferentes colectivos de mujeres varían.

ERAKI.-¿Crees entonces que después de todo la globalización puede ayudar a impulsar las identidades de los pueblos?

A. S.- El individuo sin sentido de pertenencia identitaria o colectiva que se ha tragado ese timo de que es "ciudadano del mundo" es un barco a la deriva que el poder puede explotar a su antojo. Las personas con sentido de pertenencia, por el contrario, son más difícilmente maleables. Las luchas obreras se dieron mientras los trabajadores defendieron su pertenencia a una clase. Hoy que ese elemento básico para la lucha colectiva está en total decadencia, la aleación lucha por la identidad nacional/lucha anticapitalista es la que mejores frutos puede dar, para avanzar y enriquecernos como pueblo, para combatir al imperialismo y para fundir desde el sentido internacionalista nuestra experiencia con la de otros pueblos. Los originales de siempre dirán que mis afirmaciones son racistas, pero creo que hoy en día unir identidad y anticapitalismo, lucha por el derecho nacional y socialismo, es el modo más progresista de hacer frente al imperialismo globalizador. Tener claros tus elementos, y no ir hacia atrás, con la terminología, con los conceptos. Tengo el convencimiento de que esa categoría de "ciudadano del mundo" es una categoría reaccionaria. Porque detrás de este tipo de mensajes lo que nos venden en realidad es la nada absoluta, la homogeneización más empobrecedora.

El que se pasa la tarde con el carro por una gran superficie de Donostia, por ejemplo, comprando exactamente lo mismo y haciendo exactamente las mismas cosas que otro individuo de Chicago, no es ningún grandioso "ciudadano del mundo" sino un individuo sólo, sin identidad, cuyo valor se mide en función de su tarjeta de crédito. No hay que olvidar, además que quienes más pregonan lo del "ciudadano del mundo" son curiosamente los grannacionalistas españoles, franceses o yankees.

H. E. ¿Y cómo crees que podría trabajarse todo esto?

A. S.- Creo que, después de unos años de desorientación, le hemos empezado a dar la vuelta. Hay ya organizaciones juveniles que han empezado a concienciarse sobre la importancia de unir teoría y práctica. Creo que la gente joven en este momento tiene una enorme sed de saber. Es posible que haya habido una generación más floja, pero creo que la que viene tiene muchas ganas de conocer y comprender. Hay que proporcionarles los instrumentos teóricos necesarios, los conceptos globales básicos, para que, a partir de ahí, puedan ir interpretando las diferentes realidades y adaptando la práctica política a los movimientos coyunturales. El surgimiento de Haika me pareció realmente importante. Es fundamental tener la sensación de que estás construyendo algo, algo que merece la pena, romper con la idea de la militancia para "resistir" contra viento y marea, sin saber muy bien para qué ni porqué. Ha llegado el momento de construir: creo que hay una nueva generación que así lo ha percibido y que ésa es precisamente en estos momentos la gran preocupación del PP. Ese espíritu creativo y de construcción tendría que contagiarse también en el proceso Batasuna. No hay nada más hermoso ni más sugestivo que tomar parte en una construcción con futuro.

Una sorgina viajando en la historia

A Alizia Sturtze le gusta recordar sin ningún reparo que nació en Donostia en el 1948 y lo lejos que le parecía de niña que estaba el 2000. Huérfana de madre desde los dos años, confiesa que siempre ha hecho lo que le daba la gana, muy probablemente debido a que su familia era de fuera, y tenía perspectivas diferentes. Comenzó a trabajar a los quince años, y se paso su juventud recorriendo Europa en autostop. Este espíritu viajero, curso sus estudios superiores en Burdeos y allí se quedó hasta licenciarse en filología inglesa. Más tarde, se trasladó a Alemania, donde además de estudiar otro idioma, trabajó en los oficios más variopintos: bares, Mercedes Benz... Pero un buen día decidió volver a Euskal Herria, y acabar sus estudios de Historia. Más tarde nació su primer hijo, y fue entonces cuando decidió asentarse definitivamente en esta tierra. Su vida laboral se convirtió entonces en un periplo de curiosidades: desde la enseñanza, pasando por traductora en congresos, hasta el festival de cine de Donostia. Época que recuerda como interesante por las personas a las que conoció pero también como rancia por el ambiente.

Hoy en día se dedica al estudio, a la investigación, y al mundo editorial. Su conciencia feminista le dice que ella sobre todo es persona y que por lo tanto jamás se va a cortar de hacer nada. No cree que el hecho de vivir en un mundo de hombres le haya marcado demasiado, y recuerda con orgullo el matriarcado que existía en casa de su amona. En este sentido, pero también en otros muchos, le preocupa lo excesivamente obediente que puede llegar a ser la gente, y confiesa que le encanta desobedecer en su vida cotidiana. Le gusta el silencio, la tranquilidad, - elemento indispensable para pensar- charlar con los amigos, y discutir. Discutir sobre muchos temas. Le apasiona la naturaleza, el mundo de las plantas, y sobre todo el de las hierbas. Y es que las sorginas son su tema. Le gustaría decir a los jóvenes, que la vida esta llena de trampas y que "tarde o temprano acabas cayendo en alguna de ellas. Pero si tienes claro a donde quieres ir lo consigues". Cree que reflexionar las cosas en el tiempo es vital para entenderlas, y nos recalca especialmente que lo que más satisfacción le ha dado en esta vida, es haber sido madre.

"Tu das mucho, pero ellos también a ti"

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