lahaine.org
EE.UU. :: 26/02/2016

Trabajadores negros fueron diezmados por racismo

Stephen Millies
De 1979 a 1982, la plantilla de Chrysler pasó de ser 70% afroamericana a un 30%. Los patronos sabían que eran la piedra angular de la organización sindical

El gobernador de Michigan Rick Snyder no es el único criminal que debe ser castigado por el envenenamiento por plomo de los niños de Flint. General Motors empobreció a la mayoría negra de Flint al cerrar nueve de las 10 plantas que tenía allí. GM debe miles de millones en indemnización. Flint era el centro de lo que fue la empresa manufacturera más grande del mundo. Así que ¿por qué GM masacró Flint?

GM y otros gigantes de la industria querían poner fin a su dependencia en el trabajo negro. Hace cuarenta y cinco años, una cuarta parte de los trabajadores de las fábricas de acero y las plantas de automóviles de EUA eran afroamericanos (“Organized Labor and the Black Worker,” por Philip Foner). Malcolm X había trabajado en la planta de Lincoln-Mercury de Detroit. También Berry Gordy, fundador de Motown Records.

La desindustrialización no fue sólo el resultado de la automatización y la sobreexplotación de trabajadores en otros países. También fue una decisión política dirigida contra los trabajadores negros.

Wall Street nunca olvidó cómo los afroamericanos sacudieron plantas de automóviles en los años 1960 y 1970. La Liga de Trabajadores Negros Revolucionarios condujo huelgas no aprobadas por el liderazgo sindical en Detroit. Había una seccional del Partido Panteras Negras en la planta de GM en Fremont-California.

“Como una tremenda carga explosiva, el empuje irresistible por la libertad negra, un empuje que incluye necesariamente todas las nacionalidades oprimidas, estaba siendo impulsado en las plantas”, fue como Vince Copeland describió este período en el libro “Populismo sureño y trabajo negro”. Copeland fue el editor fundador de Workers World.

El 24 de julio de 1973, dos trabajadores negros – Larry Carter e Isaac Shorter – apagaron la planta Jefferson Avenue de Chrysler en Detroit. Esta fue la primera gran huelga de brazos caídos en 36 años.

La respuesta del capitalismo fue construir la mayor parte de las nuevas plantas de automóviles lejos de comunidades negras grandes. Esto se convirtió en una práctica habitual a partir de 1968, cuando GM abrió su planta Lordstown en Ohio.

La clase capitalista destruyó económicamente a Detroit, al igual que dejó ahogarse y pasar hambre al pueblo negro en Nueva Orleáns. Chrysler se deshizo de 35.000 trabajadores en Motown. De 1979 a 1982, toda la plantilla de Chrysler pasó de ser 70 por ciento afroamericana, a un 30 por ciento.

Cárceles sí, trabajos no

La destrucción total de la industria pesada en el medio oeste hizo que el ingreso medio de los afroamericanos cayera un 36 por ciento entre 1978 y 1982 (Oficina del Censo). Una migración inversa comenzó de nuevo al Sur.

El despido de cientos de miles de trabajadores negros en fábricas de automóviles, acero y otras ocupaciones sindicalizadas fue acompañado de su encarcelamiento masivo. El capitalismo cerró las fábricas y vertió drogas y armas en las comunidades negras. Los 2,3 millones de presos en EUA son también trabajadores.

El carácter racista de la nueva inversión capitalista se puede ver en Wisconsin. El Condado de Milwaukee tiene grandes comunidades negras y latinas. Unos 55.000 empleos manufactureros fueron destruidos entre 1977 y 1992, antes de la implementación del TLCAN.  Pero el resto del estado, el cual es con pocas excepciones abrumadoramente blanco, ganó 66.000 de estos trabajos. (Censo de Manufactura)

La comunidad negra de Milwaukee nunca se ha recuperado del cierre de la planta de montaje de autos A.O. Smith, del cierre de American Motors y muchas otras fábricas. Uno de cada 25 afroamericanos en este estado está ahora en prisión.

Cuando las vidas de trabajadores negros importan, todos los trabajadores importan

Los ataques a los trabajadores negros fueron una derrota para toda la clase trabajadora multinacional.  Los contratos del UAW [United Auto Workers] que los trabajadores negros ayudaron a ganar a través de huelgas, se convirtieron en un estándar para los trabajadores de costa a costa. Aún los trabajadores no sindicalizados en oficinas y otros lugares de trabajo recibirían seguro dental y otros beneficios que llegaron a ser esperados como parte del paquete salarial.

La principal razón para la disminución de la afiliación sindical fue el cierre de miles de fábricas, muchas de las cuales tenían un gran número de trabajadores afroamericanos. El número de huelgas que involucraron a más de un millar de trabajadores se redujo de 424 en 1974 a sólo cinco en 2009. Eso es una caída del 99 por ciento. (Oficina de Estadísticas Laborales)

El militante organizador sindical Al Stergar le dijo a este escritor que 16 trabajadores negros fueron la clave para ganar una huelga organizativa en su pequeña fábrica en Milwaukee. Stergar era un líder del Partido WW-Mundo Obrero que falleció en 1996.

Los patronos sabían que los afroamericanos eran la piedra angular de las campañas de organización sindical. Clarence E. Elsas, dueño de la fábrica – ya cerradas – de textiles y bolsas Industrias Fulton en Atlanta, admitió en 1962 que él no contrataba a trabajadores negros para mantener fuera los sindicatos (“Hiring the Black Worker” por Timothy Minchin). Hasta en el sur de hace 54 años, los patronos temían que los afroamericanos pudieran influir en los blancos a sindicalizarse.

La huelga de brazos caídos de 1973 en Detroit en la planta Jefferson Avenue de Chrysler provocó una revuelta de trabajadores negros y blancos, en gran medida polaco-americanos, contra las condiciones inseguras de trabajo en la planta Lynch Road Forge de Chrysler (“Detroit: I Do Mind Dying”, por Dan Georgakas y Marvin Surkin).

Los patronos ponen las fábricas y almacenes nuevos en lugares remotos lejos de la última parada de autobús para evitar la contratación de trabajadores negros. Estas tácticas van junto a las de montar redadas de deportación de ICE [Servicio de Inmigración y Control de Aduanas] contra los trabajadores inmigrantes durante las campañas sindicales.

Durante décadas, el mayor empleador privado de afroamericanos era la Compañía Pullman, como camareros del coche-cama. Luego, la U.S. Steel y después la GM les contrataron y se colocaron en primera posición, con Ford y Chrysler siguiendo de cerca.  Ese fue un gran salto hacia adelante.

Es un tremendo retroceso que la principal fuente de empleo de afroamericanos hoy en día es Walmart, con sus salarios de pobreza. Sin embargo estas tiendas representan una nueva concentración de trabajadores que inevitablemente forzarán un contrato sindical a la familia Walton y su fortuna de $149 mil millones.

www.workers.org

 

Este sitio web utiliza 'cookies'. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas 'cookies' y la aceptación de nuestra política de 'cookies'.
o

La Haine - Proyecto de desobediencia informativa, acción directa y revolución social

::  [ Acerca de La Haine ]    [ Nota legal ]    Creative Commons License ::

Principal