Autora/or: Naomi Klein
14/12/2014 :: EE.UU.
Cuatro razones por las cuales Keystone realmente importa


20/10/2014 :: Mundo
Marcas fósiles: de tóxicas a odiosas
Nos acercamos un paso más al principio que desgraciadamente, hasta ahora, ha faltado en la respuesta colectiva climática: el que contamina, paga

28/04/2014 :: Mundo
El cambio por dentro: los obstáculos que enfrentamos no sólo son externos


21/04/2014 :: EE.UU.
Usar a Ucrania para calentar el planeta


23/12/2013 :: Mundo
Ser bibliotecaria, una profesión radical


20/11/2013 :: Mundo
Por qué necesitamos una eco-revolución
Los levantamientos en masa de la gente representan la fuente más probable de "fricción" a la hora de ralentizar una máquina económica que escapa a todo control

07/05/2013 :: Mundo
Es hora de que los Grandes Verdes se vuelvan libres de fósiles
Los puristas dirán que prácticamente todos los grupos verdes aceptan dinero de fundaciones construidas sobre imperios de combustibles fósiles. Buen punto

28/04/2013 :: Europa
Naomi Klein considera a Grecia un ejemplo de "la doctrina del shock"
Solo el uso de la violencia legal y la brutalidad policial, en connivencia con los medios burgueses, hacen posible la aplicación de políticas ultracapitalistas

11/11/2012 :: EE.UU.
Huracán Sandy: ¿Un "shock" del pueblo?


17/10/2011 :: EE.UU.
La cosa más importante del mundo


10/10/2011 :: Europa
Robo a plena luz del día, te presentamos al robo de noche
La gente que comete los robos de noche por supuesto que sabe que sus élites han estado cometiendo robos a plena luz del día. Los saqueos son contagiosos

22/08/2011 :: Europa
La doctrina del shock en la práctica


02/07/2010 :: Mundo
Endilgar al pueblo la cuenta por la crisis bancaria
Enfrentado con los efectos de una crisis creada por el estrato más rico y privilegiado del mundo, el G20 decidió enjaretar la cuenta a los más pobres y vulnerables

26/06/2010 :: Mundo
El vertido de petróleo en el Golfo: Una perforación en el mundo


25/04/2010 :: Bolivia
Bolivia: un nuevo movimiento sobre el cambio climático
La cumbre climática en Bolivia ha tenido sus momentos de alegría y absurdos. En el fondo, se siente la emoción que provocó este encuentro: rabia contra la impotencia
