La ciudad de Valladolid, al igual que el resto de España, está sufriendo un espectacular cambio urbanístico amparado por constructoras, inmobiliarias y organismos públicos. Este cambio, que a ojos de la sociedad normalizada es benévola e incluso aplaudida por gran parte de la población, tiene una oscura mano detrás, parte del negocio que como víctima es sufrida por lxs de siempre, lxs pobrxs y proletarixs.

En los últimos días del 2005 hemos visto en los periódicos que 3 neonazis atacaron a una muchacha de 14 años y a otra de 17 la misma semana en nuestro barrio, Parquesol, y tuvieron la ocurrencia de "marcar", con una de sus navajas, a las jóvenes sendas esvásticas en la espalda y en un brazo.

La situación de los toxicómanos en las cárceles del estado español es cuanto menos penosa y dramática. A su situación de encierro y aislamiento hay que sumarle su adicción a las drogas.