La burguesía aceptará el "juego democrático" siempre y cuando éste sea útil para sus intereses. Si el PSOE persiste en defender que el "caso Mena" es anacrónico y aislado, que el peligro del golpismo ya está extirpado de una vez y para siempre, estará introduciendo una confusión que sólo puede favorecer a esos mismos golpistas

El objetivo es muy claro: intentar que la población asuma como "lógico" cualquier desenlace violento contra el proceso revolucionario abierto desde 1998 en el país latinoaméricano