Los metalúrgicos advierten de que «sin convenio no habrá paz social en el sector»

Los trabajadores del Metal de Bizkaia exigieron ayer a la patronal una «voluntad real de negociación», porque «no van a doblegar nuestra firme voluntad de conseguir un buen convenio provincial», y advirtieron de que «la lucha tiene que continuar hasta conseguir un buen convenio, hasta que los depredadores de la patronal entiendan que si no hay convenio no habrá paz social en el sector». La huelga general convocada en el Metal por LAB, CCOO y UGT, con apoyo de ESK y CNT, fue considerada un «rotundo éxito» por estos sindicatos que cifraron su respuesta entre un 70% y un 80%.

BILBO

Cerca tres mil trabajadores se manifestaron ayer en Bilbo para exigir un convenio «digno» para el sector del Metal en Bizkaia y denunciar la actitud «prepotente e intransigente» de la patronal. La marcha se desarrolló en el marco de la huelga general convocada por LAB, CCOO y UGT, con el apoyo de ESK y CNT, y que fue secundada, según cifraron éstos, por entre un 70% y un 80%, mientras que la Federación Vizcaina de Empresas del Metal (FVEM) situó la respuesta en un 18%.
La manifestación, encabezada por una pancarta con el lema «Trabajadores del Metal de Bizkaia en huelga por un convenio digno», transcurrió entre el Sagrado Corazón y la sede de la patronal vizcaina, Cebek. Durante el recorrido se corearon consignas en contra de la patronal y en favor del convenio, la negociación y la unidad sindical, ya que ELAno se sumó a la convocatoria.

Frente a la sede de Cebek, Alberto Cristóbal y Mikel Vázquez, responsables del Metal en Bizkaia por LAB y CCOO, respectivamente, recordaron que tras 17 meses de negociación, los metalúrgicos se han visto obligados a recurrir a la huelga en defensa de un convenio provincial que «recoja nuestras aspiraciones de mejora en nuestras condiciones laborales».

Los sindicatos convocantes denunciaron la actitud «prepotente e intransigente» de la patronal, que ha recurrido a «acciones amenazantes para intentar, sin éxito, reventar la huelga». En su opinión, esto evidencia su «nula voluntad negociadora, cuando no intentan chantajearnos para que renunciemos a nuestras justas reivindicaciones laborales ofreciéndonos otras contrapartidas».

Aseguraron que los empresarios intentan eliminar los convenios provinciales y buscan la individualización de las relaciones laborales para «seguir engrosando sus arcas a cuenta de los metalúrgicos».

Mantener la lucha

Ante esta situación, reiteraron que seguirán luchando por mejorar sus condiciones laborales y demandaron a la FVEM «voluntad real de negociación, porque no van a doblegar nuestra firme voluntad de lograr un buen convenio provincial».
Advirtieron de que «la lucha no finaliza hoy. Tiene que continuar hasta conseguir un buen convenio, hasta que los depredadores de la patronal entiendan que si no hay convenio no habrá paz social en el sector».

Las centrales calificaron de «éxito rotundo» la huelga y situaron su seguimiento entre un 70% y un 80%, pese a las «amenazas» de la patronal al insistir en la «ilegalidad» de la convocatoria y la ausencia de ELA.

Por contra, la FVEM cifró en un 18% el seguimiento de la huelga que, según remarcó, «no ha tenido respuesta» en la mayoría de las empresas. Aseguró haber realizado un control entre las empresas y que, de una muestra de 9.000 trabajadores, «sólo han secundado la huelga 1.600, mientras que el resto, un 82%, han trabajado con absoluta normalidad».

Denunció la actitud «agresiva y beligerante» de los piquetes, sin cuya existencia, afirmó, «la incidencia hubiera sido menor» y llamó a la reflexión a los sindicatos al tiempo que insistió en que lo que las empresas del sector necesitan es «mejorar su competitividad y no lastrarla con reducciones de jornada».

LAB y CCOO de Euskadi denunciaron la actitud de la Ertzaintza identificando a los integrantes de piquetes informati- vos. CCOO añadió que «la nota discordante» en la jornada de huelga la puso ELA, cuyos delegados trataron de entorpecer la labor de los piquetes «provocando el enfrentamiento y creando situaciones de tensión».

UGT-Euskadi instó a la patronal a acercar posturas para llegar a un acuerdo y se reiteró la necesidad de continuar con la unidad de acción de todos los sindicatos presentes en la mesa.

ESK sostuvo que «la voluntad de lucha en el sector y la postura intransigente de la patronal demandan el impulso de nuevas iniciativas de movilización unitarias y contundentes» en defensa de un convenio justo.

Por su parte, ELA ofreció a LAB, CCOO y UGT organizar una movilización «de fondo». Señaló que «hay que dar más pasos y no sólo en el ámbito provincial» y les urgió a realizar un listado de empresas en las que impulsar «conflictos para romper, en el ámbito de sus convenios, los límites que la patronal impone».

Paro en grandes y pequeñas empresas

Según datos aportados por los convocantes, el paro fue completo en grandes compañías como Babcock Borsig, Tarabusi, Inyectametal, Mecaner, French Ansola, Alcoa, Cables y Alambres, Alconza, Monroe Prenabal, PIME, Estampaciones Bizkaia, Tecnichapa, Magefesa, Matricería Deusto, Lamincer o Permesa. En La Naval, ACB, Aceralia-Etxebarri y Sidenor, una parte importante de la plantilla secundó la huelga. En pequeñas y medianas empresas afectadas íntegramente por el convenio, el paro fue prácticamente total y polígonos enteros, como Torrelarragoiti o El Campillo, pararon.