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Estado español :: 03/01/2020

El secretario general de CC.OO. contra la huelga general en Euskal Herria

Diego Lotito
De nuevo CCOO frente a las légitimas demandas de la clase obrera. UGT y CGT tampoco convocan. En fin......

El secretario general de CC.OO., Unai Sordo, ha afirmado que "no se entiende muy bien" la convocatoria de huelga general para el próximo 30 de enero en Euskadi y Navarra con "las pensiones como principal banderín de enganche" ya que, a su entender, "lo razonable" es esperar a que se conforme en nuevo Gobierno y ver "qué propuestas hace", informa Europa Press.

En una entrevista concedida a Onda Vasca, recogida por la agencia de noticias, el dirigente sindical se ha pronunciado así en relación a la huelga general convocada por los sindicatos y organizaciones integrantes de la Carta de Derechos Sociales, junto a pensionistas y otros colectivos.

Para Sordo la convocatoria es "bastante sorprendente" porque la huelga se producirá "probablemente veintipocos días después de la constitución del Gobierno" y cuando "todo parece indicar que en materia de pensiones va a conllevar la garantía de revalorización de las pensiones otra vez en la ley general de la Seguridad Social".

A decir verdad, lo sorprendente hubiera sido que Sordo apoyara la huelga. Desde que asumió su cargo como secretario general de CC.OO. en julio de 2017, Sordo se ha dedicado a “promover mesas de diálogo” en las que nunca se ha conseguido nada, salvo nuevas concesiones a la patronal y salarios de miseria como los que negociaron en junio de 2018. Y, sobre todo, ha renunciado explícitamente a luchar por la derogación de la reforma laboral, para plantearse sólo la modificación de algunos aspectos de la misma. Es decir, ha actuado como actúan todas las burocracias sindicales en el mundo: como correa de transmisión de los intereses de los capitalistas dentro de las filas del movimiento obrero.

Es por eso que Sordo promueve ahora que la clase trabajadora “espere” a que haya gobierno, sembrando la esperanza de que el nuevo ejecutivo abra un espacio de diálogo para mejorar toda la estructura de ingresos de la Seguridad Social y "la garantía de que va a haber aportaciones adicionales del Estado para mantener el nivel de calidad de las pensiones".

El líder de CC.OO. ha insistido en que "no parece muy lógico" que haya huelga porque va a “meter un conflicto donde no lo había", en referencia a los movimientos de pensionistas de Euskadi. Pero, ¿cómo que no había un conflicto? El pasado 16 de noviembre miles de pensionistas vascos salieron nuevamente a la calle, como lo han hecho durante los últimos años en forma masiva, y reiteraron una vez más su exigencia de “pensiones dignas” y que se “eleve la cuantía de las pensiones mínimas hasta los 1.080 euros”.

La prensa reflejó entonces el estado de ánimo del movimiento: “Los pensionistas exigen al futuro Gobierno de España que ‘tome nota’ del apoyo con el que cuentan sus reivindicaciones, porque ‘no pararán’ hasta conseguirlas”, revalidando su lema “gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden”.

Pues la huelga general del próximo día 30, convocada por la Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria, en la que participan ELA, LAB y STEILAS entre otros sindicatos, secundada por cientos de organizaciones sociales y juveniles, ratifica esas mismas reivindicaciones. Y aún más, exige una subida del salario mínimo interprofesional hasta los 1.200 euros, ya que sus convocantes consideran que “la única forma de garantizar las pensiones del futuro es que aumenten las cotizaciones y por lo tanto los ingresos a la Seguridad Social”.

Sólo por eso, la huelga merece todo el apoyo. La huelga general en Euskal Herria muestra que, a pesar de las expectativas, en amplios sectores de la clase trabajadora no hay disposición a dar un “cheque en blanco” al nuevo gobierno. Más aún cuando el programa que han presentado el PSOE y Unidas Podemos está repleto de retórica y definiciones ambiguas, pero ninguna medida seria para afrontar los grandes problemas sociales.

Ante la perspectiva de un gobierno que más allá de algunos gestos seguirá garantizando los buenos negocios del IBEX35 y las políticas neoliberales e imperialistas de la Unión europea, la clave es prepararse y superar el rol pasivizador de las burocracias sindicales. Para terminar con la precariedad laboral y los salarios miserables, para derogar definitivamente todas las reformas laborales, para acabar con todas las medidas reaccionarias, no sólo económicas sino también políticas y contra las libertades democráticas que nos han legado los gobiernos del PP y el PSOE. Es justamente a esta perspectiva a la que temen Sordo y los jefes de CC.OO.

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/fQ1h