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Nacionales E.Herria :: 18/02/2020

¿Qué hay detrás de la catástrofe de Zaldibar?Ganancias capitalistas y complicidad del gobierno vasco

Augusto Mainar
Mientras tanto, dos obreros ya están enterrados y se desconoce cuando van a recuperar sus cuerpos

Tras la catástrofe del vertedero de Zaldibar, miles de manifestantes exigen dimisiones tras la vergonzosa gestión del Gobierno Vasco. El pasado sábado 5.000 personas salieron a la calle en los municipios de Eibar, Ermua, Elgeta y Zaldibar pidiendo responsabilidades a Barinaga, propietario de la empresa gestora de Verter Reclycing y hubo gritos por la dimisión del Consejero de Medio Ambiente Iñaki Arriola y del lehendakari Urkullu.

La empresa Verter Reclycing atribuye el derrumbe a las obras de circunvalación de la AP-8. ¿Es posible? Lo cierto es que la última inspección (4 noviembre de 2019) dió 30 días para corregir ciertos “errores”. Y Medio Ambiente permitió en Zaldibar un relleno que no estaba autorizado.

Los vecinos veían cada vez más camiones y el verterdero se rellenó un 40% más en dos años, pero Medio Ambiente no abrió expediente. Verter Reclycing solo en 2018 facturó más de 500.000 toneladas, de ellas más de 4.000 eran de materiales de construcción con amianto. Unos días antes de la tragedia, aparecieron grietas y Verter contrató a dos topógrafos. Había un peligro de colapso y no se puso solución a tiempo.

Hasta que el 6 de febrero a las 16 horas un fuerte movimiento de tierras acabó con el derrumbe de la montaña de residuos. 500.000m3 de tierra y residuos sepultaron a dos trabajadores: Alberto y Joaquin. Unas 60 personas de los equipos de rescate trabajaron las 8 horas siguientes cuando detectan a la 1h de madrugada la presencia de amianto y es entonces cuando paraliza desde el gobierno vasco la búsqueda. Un amianto que ya estaba autorizado y que desde Medio Ambiente no avisaron ¿Cómo se ha tratado el amianto hasta ahora? Está claro que no se tomaban las medidas necesarias hacia este agente cancerígeno.

Tras la muerte de Alberto y Joaquin, varios transportistas han reconocido que se depositaban uralitas con amianto enterradas sin separar del resto de residuos. Por otro lado, los vecinos también desconocían que ahí hubiera amianto.

Para colmo, el día 7 se generó un incendio en lo alto del monte de residuos y no es hasta el día 9 que envían las muestras al CSIC. El vertedero contiene plásticos con cloro que se sabía podía liberar dioxinas y furano, sustancias de alta toxicidad con afectación a tiroides y cancerígenas en caso de alta exposición. Se comunica que está todo controlado, pero a los 5 días, los análisis revelan 50 veces más dioxina y furano de lo permitido.

Es entonces, el viernes 14, es decir siete días después del incendio, cuando recomiendan no ventilar las casas, no practicar deporte al aire libre y cerrar puertas y ventanas. Mientras tanto, olor intenso a quemado, picor de ojos y sensación de nariz taponada afectaba a la población.

En otro cúmulo de despropósitos, se depositan residuos junto a la AP-8 a escasos metros del barrio y colegio de San Lorenzo, en Ermua. Este barrio ya de por sí está a menos de 1km del vertedero. Ante la preocupación de los vecinos, más tarde el gobierno vasco comunica que trasladará los residuos a otros vertederos. Toda una crisis puesto que el de Zaldibar albergaba por sí solo en 2018 el 22% de los residuos de la Comunidad Autónoma Vasca.

En cuanto a otras sustancias, Ekologistak Martxan denunciaron en la tarde del día 8 la probable presencia de Lindano por el fuerte olor a esta sustancia, pero al Gobierno Vasco dice no constarle. Por otro lado, se teme por la contaminación de las aguas en un futuro debido a la proximidad del embalse de Aixola.

No es hasta el sábado 16 que terminan el acceso a lo alto del vertedero y llega la comisión técnica para echar tierra y apagar los incendios después de intentar sin éxito apagarlos arrojando agua desde helicópteros.

Hasta ahora el gobierno se ha caracterizado por su descontrol y falta de transparencia en la gestión de los residuos. No se debería contratar a una entidad privada para gestionar los residuos, esto no debe servir para lavarse las manos, más bien al contrario. La gestión de residuos debería ser pública y transparente. Mientras tanto, dos obreros ya están enterrados y se desconoce cuando van a recuperar sus cuerpos.

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/fQ7Q