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Estado español :: 18/03/2020

Coronashocks

César Manzanos Bilbao
Son, las llamadas “armas silenciosas para guerras tranquilas”, las más mortíferas, las que instauraron la 3ª Guerra Mundial permanente y “preventiva” sin ser declarada

 Son, las llamadas “armas silenciosas para guerras tranquilas”, las más mortíferas, las que instauraron la 3ª Guerra Mundial permanente y “preventiva” sin ser declarada. La industria psiquiátrica institucionalizó el electro-shock que, desde principios del pasado siglo, fue el inspirador de las técnicas de tortura para combatir toda clase de disidencias. En base a la “doctrina del shock”, se buscó la forma de instalar el miedo paralizador en todos los cuerpos. El poder se ejerce penetrando en los cerebros y clonándolos al unísono. Fabricando sujetos conmocionados que, actuamos movidos por miedo, ansiedad, desazón, angustia, incertidumbre, estrés, desconfianza, etcétera.

 En la producción de electro-shocks colectivos, ha invertido durante décadas el complejo militar-industrial mediante la guerra mediática, química y biológica y hoy mueve, no solo la economía, sino también la forma de entender el mundo. Han sido ideados para provocar o aprovechar las crisis y así, suspender derechos, con exponencial intensidad tras la bomba atómica: las crisis de las fechas (11-S, 23-F…), de las gripes (aviar, porcina…), de las catástrofes…, y ahora, el estado de excepcionalidad en la gestión de ésta “pandemia vírica” que, si ha sido provocada, no lo sabremos. El terror es ejercido por las élites de poder para continuar lucrándose, utilizando como verdugos disfrazados de salvadores a sus “estados-guerra”, mediante el control de nuestras fetiches vidas.

 La sublevación es fácil. Recuperar “la voluntad de poder”, pensar y actuar por nosotras mismas, para evitar el crimen perfecto: que estemos muertas en vida. Cuando acabe el confinamiento decretado y, con el esfuerzo colectivo quizás consigamos detener ésta pandemia, o aparezca el milagrito de la vacuna, vendrá lo peor, más de lo mismo, más “capitalismo desbocado”: los estados como aparatos de control reforzados, la gran banca saneada gracias a las pérdidas de los ahorradores, en las sociedades cada vez más pobres y explotados y, la riqueza, más concentrada en manos de un puñado de ricos.

  

César Manzanos Bilbao, Doctor en sociología.

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/fR2J