Una de las víctimas políticas de la crisis sanitaria, todo indica que va a ser la socialdemocracia estatalista. Su comportamiento desde la declaración del estado de alarma no se puede describir sino como un entreguismo total a los planteamientos del gobierno: alineamiento con el rabioso chovinismo españolista del gobierno de Sánchez, justificación irracional de todas sus decisiones (incluso las más neoliberales), culpabilización y señalamiento de todas aquellas críticas a su gestión desde posiciones anticapitalistas… Y ahora aplausos para el ejército español.