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Nafarroa :: 21/07/2020

Mendillorri, los rebrotes y el odio de clase

Ardi latza
Los medios apuntan y las instituciones disparan.

El espejismo que ha supuesto la mal llamada “nueva normalidad” nos ha terminado dando un hostión en la cara a las primeras de cambio. Después de meses anunciándonos que los rebrotes se esperaban para otoño, nos hemos encontrado con una situación que empieza a tambalearse escasos meses después del fin del confinamiento. Las prisas surgidas con el inicio del verano volvieron a dejar en evidencia un estado dependiente de un sector como el turismo que precariza y explota a los sectores más vulnerables del proletariado, en especial a las y los jóvenes.

En este contexto nos encontramos en medio de los sanfermines con los primeros casos surgidos en el ocio nocturno. Un almuerzo, un encuentro entre distintas cuadrillas, los bares de San Nicolás, … En cuestión de días Iruñea empieza a tener datos preocupantes que indican el peligro de una posible nueva oleada en nuestra tierra. En esta situación, los medios de desinformación, con la condescendencia de las instituciones, empiezan a buscar un culpable que exonere a estos últimos de la responsabilidad que tienen como representantes públicos en la pandemia.

Es ahí donde todas las miradas empiezan a apuntar al barrio de Mendillorri. Las características del barrio acompañan a la hora de empezar el proceso de criminalización. Un barrio con una presencia mayoritaria de jóvenes, muchos de ellos militantes de izquierdas, con un acontecimiento reciente que ayuda a expandir el odio (el macrobotellón de hace varias semanas), que para más inri mantiene una pugna con el Ayuntamiento en defensa de los más vulnerables. Para quien no este puesto en la situación del barrio, los hechos que apunto son los siguientes:

- Mendillorri es un núcleo urbano que se empezó a construir a comienzos de los años 90 en un terreno que en su momento era propiedad del Ayuntamiento del Valle de Egüés. A partir de 1995 Mendillorri se unió a Pamplona en un referéndum no vinculante donde la población decidió que ésta era la mejor opción administrativa. La urbanización de Mendillorri fue, en su momento, uno de los proyectos más ambiciosos en términos urbanísticos desarrollados en el estado español durante la década de los 90, con el objetivo de diseñar un espacio para viviendas protegidas por el Gobierno de Nafarroa en un ámbito urbano atractivo para jóvenes proletarios llamados a completar los puestos de empresas incipientes, lo que conllevó que fuese nutrido por jóvenes proletarios de la época que empezaron a formar sus respectivas familias. Este desarrollo histórico hace que la pirámide poblacional del barrio este compuesta principalmente por adultos entre los 50-60 años y sus hijas e hijos de entre 15 y 25 en su mayoría.

 - La breve historia del barrio esta compuesta de incesantes luchas. La creación de las primeras escuelas dejo fuera del modelo D a varias familias que tuvieron que luchar para que sus hijos tuviesen una educación euskaldun en la ikastola más cercana a sus hogares, objetivo que acabaron logrando. Desde entonces, cientos de luchas que han ido forgando un barrio combativo y euskaldun, poco amigo de los designios autoritarios de la mayoría de Ayuntamientos y Gobiernos forales que hemos visto pasar desde los años 90.

 - En la actualidad, las asociaciones del barrio están en una batalla legal contra el Ayuntamiento por varias multas impuestas a colectivos que ascienden hasta los más de 80.000 euros, entre ellas a la Asociación Bideberri, que ejerce una labor fundamental en la conciliación de las familias trabajadoras y el fomento de valores solidarios para los más pequeños, el grupo de datzaris Eluntze, que fomenta nuestra cultura, el talde feminista o la comisión de fiestas, denunciada por unos hechos que trascienden su labor como organizador de las mismas.

 - A principios de junio se celebró en Mendillorri un macrobotellón en el lago del barrio que reunión a cientos de jóvenes venidos también de otros barrios en un ejercicio de irresponsabilidad por parte de los organizadores del mismo, ya que en ningún caso se guardaron las pertinentes medidas de seguridad sanitaria. Este fue el primer acontecimiento empleado para señalar a los jóvenes de Mendillorri.

 - Una parte importante de los jóvenes contagiados en el brote más grande hasta la fecha en la ciudad se han concentrado en Mendillorri, aunque tiene ramificaciones en otras partes. Sin ir más lejos, el paciente cero procede de otro barrio. Cabe concretar que el Gobierno foral empezó señalando que no quería apuntar hacia un lugar en concreto, aunque finalmente a optado por cambiar de estrategia una vez que los medios de desinformación han empezado a atacar a Mendillorri.

 Aunque parezcan hechos aislados entre sí, tienen una gran vinculación. Uno de los espacios más importantes del barrio, Antzara, lleva cerrado meses, y la pandemia y la posterior criminalización del barrio han sido la excusa perfecta para que así siga siendo, dejando sin un espacio físico a los colectivos que han llevado a cabo distintas labores sociales y políticas en el transcurso de la pandemia, creando bancos de alimentos, ayudando a las familias sin recursos, a los más mayores y pequeños, … en resumen un barrio que ha sido ejemplo de ayuda mutua y autogestión, a pesar de la indefensión y los ataques sufridos desde instituciones públicas como el Ayuntamiento de Iruñea.

Los medios apuntan y las instituciones disparan. Ante la crisis que se nos viene, las clases dominantes no deben dejar cabos sueltos, por lo que atacan sin piedad a aquellos espacios que no controlan. El desarrollo de un barrio obrero, jóven y combativo, es un riesgo muy importante, más aún cuando uno observa la depauperación cada vez más evidente que sufren sus jóvenes (los mismos que emplean para extraerles la plusvalía en los sectores más precarizados como señalábamos al principio). Por eso se les señala, aplicando la clásica estrategia de “divide y vencerás” que tan bien a funcionado históricamente a la hora de acabar con los movimientos obreros y sociales que resultaban peligrosos para el sistema. Que mejor manera que hacer creer a los adultos que son los jóvenes los causantes de sus males. El caldo de cultivo está servido, y ante esa situación el bloque en el poder en Nafarroa y el Ayuntamiento de Iruñea se prepara. Es por ello que las y los jóvenes del barrio tienen que estar más atentos que nunca para no darle armas y excusas que supongan un freno para su desarrollo organizativo, el que vienen desarrollando y el que desarrollarán a partir de ahora.

Como decía Gramsci, odio a los indiferentes. Ya que “vivir significa tomar partido”, quien realmente vive no puede no ser ciudadano, no tomar partido. La indiferencia es apatía, es parasitismo, es cobardía, no es vida. Por eso odiamos a los indiferentes. Por eso estamos con las y los jóvenes de Mendillorri.

Gora Mendillorriko Gazteria Konbatiboa!!!

Ardi Latza-Militante de Herri Gorri

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/fT2s